Redención

Youtube: https://youtu.be/5YQQ2MjjlEs
  1. La salvación: una historia de redención

    Redención en la biblia es el librarte de una mala situación (o cualquier forma de mal), es el rescatar algo o alguien.

    1. El ideal: que vivieran en el paraíso para siempre

      1. he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia (Dt.30:19)
    2. La caída de ese ideal (la situación de angustia)

      1. Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron. (Ro.5:12)
      2. toda la creación quedó sujeta a la maldición de Dios. (Ro.8:20)
      3. Dios el Señor expulsó al ser humano del jardín del Edén (Gn.3:23)
      4. Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte (Ap.21:8)
    3. Giro en la historia:

      1. Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. (Lc.9:51)
      2. Pues a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo, 20 y por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz. 21 Eso los incluye a ustedes, que antes estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos, separados de él por sus malos pensamientos y acciones; 22 pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta. (Col.1:19-22)
    4. La redención:

      1. Contra su propia voluntad, toda la creación quedó sujeta a la maldición de Dios. Sin embargo, con gran esperanza, 21 la creación espera el día en que será liberada de la muerte y la descomposición, y se unirá a la gloria de los hijos de Dios. 22 Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto; 23 y los creyentes también gemimos—aunque tenemos al Espíritu Santo en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura—porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento. Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió. 24 Recibimos esa esperanza cuando fuimos salvos. (Ro.8:20-24)
      2. Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir». (Ap.21:2-4)
  2. La Biblia: llena de historias de redención

    Situaciones ideales, vidas y recursos echados a perder por el pecado, pero que por la intervención son redimidos para generar algo aún más bello y glorioso. Dios sabía que necesitaríamos este consuelo en nuestras vidas.

    1. José vendido como esclavo (Gn.37,39-47)

      1. Situación de Angustia
        Vendido a esclavitud por la envidia de sus hermanos. Enviado a la cárcel por las calumnias de la esposa de Potifar. Olvidado en la cárcel por el copero del rey. Pero Dios redimió su situación:
        Sin embargo, el jefe de los coperos del faraón se olvidó de José por completo y nunca más volvió a pensar en él. (Gn.40:23)
      2. Giro en la Historia
        Finalmente habló el jefe de los coperos del rey: «Hoy he recordado mi falla—le dijo al faraón—. 10 Hace un tiempo, usted se enojó con el jefe de los panaderos y conmigo, y nos encarceló en el palacio del capitán de la guardia. 11 Una noche, el jefe de los panaderos y yo tuvimos cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado. 12 Con nosotros, en la cárcel, había un joven hebreo, que era esclavo del capitán de la guardia. Nosotros le contamos nuestros sueños, y él nos explicó el significado de cada sueño. 13 Y todo sucedió tal como él lo había predicho. Yo fui restituido a mi puesto de copero, y el jefe de los panaderos fue ejecutado y atravesado con un poste». 14 El faraón mandó llamar a José de inmediato, y enseguida lo trajeron de la cárcel. Después de afeitarse y cambiarse de ropa, José se presentó ante el faraón. (Gn.41:9-14)
      3. Redención de Dios
        José ya no pudo contenerse. Había mucha gente en la sala, y él les dijo a sus asistentes: «¡Salgan todos de aquí!». Así que estuvo a solas con sus hermanos en el momento de decirles quién era. Entonces perdió el control y se echó a llorar. Lloraba con tanta fuerza que los egipcios podían oírlo, y la noticia pronto llegó hasta el palacio del faraón. «¡Soy José!—dijo a sus hermanos—. ¿Vive mi padre todavía?». ¡Pero sus hermanos se quedaron mudos! Estaban atónitos al darse cuenta de que tenían a José frente a ellos. «Por favor, acérquense», les dijo. Entonces ellos se acercaron, y él volvió a decirles: «Soy José, su hermano, a quien ustedes vendieron como esclavo en Egipto. Pero no se inquieten ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido. Fue Dios quien me envió a este lugar antes que ustedes, a fin de preservarles la vida. El hambre que ha azotado la tierra estos dos últimos años durará otros cinco años más, y no habrá ni siembra ni siega. Dios me hizo llegar antes que ustedes para salvarles la vida a ustedes y a sus familias, y preservar la vida de muchos más. Por lo tanto, fue Dios quien me envió a este lugar, ¡y no ustedes! Y fue él quien me hizo consejero del faraón, administrador de todo su palacio y gobernador de todo Egipto. (Gn.45:1-8)
    2. Israel en esclavitud en Egipto

       

      1. Situación de angustia:
        los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados a fin de subyugarlos por medio de trabajos forzados. Los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento para el rey. 12 Sin embargo, cuanto más los oprimían, más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios. 13 Por eso los egipcios los hacían trabajar sin compasión. 14 Les amargaban la vida forzándolos a hacer mezcla, a fabricar ladrillos y a hacer todo el trabajo del campo. Además, eran crueles en todas sus exigencias…Entonces el faraón dio la siguiente orden a todo su pueblo: «Tiren al río Nilo a todo niño hebreo recién nacido; pero a las niñas pueden dejarlas con vida». (Ex.1:11-14, 22)
      2. Giro en la historia
        los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. (Ex.2:23)
      3. Redención de Dios:
        Por lo tanto, dile al pueblo de Israel: “Yo soy el Señor. Te libertaré de la opresión que sufres y te rescataré de tu esclavitud en Egipto. Te redimiré con mi brazo poderoso y con grandes actos de juicio.
        Te tomaré como pueblo mío y seré tu Dios. Entonces sabrás que yo soy el Señor tu Dios, quien te ha librado de la opresión de Egipto. (Ex.6:6-7)
    3. Rut viuda y despojada

      1. Situación de angustia:
        Cuando entraron a Belén, todo el pueblo se conmocionó por causa de su llegada. —¿De verdad es Noemí?—preguntaban las mujeres. 20 —No me llamen Noemí—contestó ella—. Más bien llámenme Mara, porque el Todopoderoso me ha hecho la vida muy amarga. 21 Me fui llena, pero el Señor me ha traído vacía a casa. ¿Por qué llamarme Noemí cuando el Señor me ha hecho sufrir y el Todopoderoso ha enviado semejante tragedia sobre mí? (Rut.1:19-21)
      2. Giro en la historia
        Entonces Rut le contó a su suegra acerca del hombre en cuyo campo había trabajado. Le dijo: —El hombre con quien trabajé hoy se llama Booz. 20 —¡Que el Señor lo bendiga!—le dijo Noemí a su nuera—. Nos muestra su bondad no solo a nosotras, sino también a tu marido que murió. Ese hombre es uno de nuestros parientes más cercanos, uno de los redentores de nuestra familia. (Rut.2:19-20)
      3. Redención de Dios
        Así que Booz llevó a Rut a su casa y la hizo su esposa. Cuando se acostó con ella, el Señor permitió que quedara embarazada y diera a luz un hijo. 14 Entonces las mujeres del pueblo le dijeron a Noemí: «¡Alabado sea el Señor, que te ha dado ahora un redentor para tu familia! Que este niño sea famoso en Israel. 15 Que él restaure tu juventud y te cuide en tu vejez. ¡Pues es el hijo de tu nuera que te ama y que te ha tratado mejor que siete hijos!».16 Entonces Noemí tomó al niño, lo abrazó contra su pecho y cuidó de él como si fuera su propio hijo. 17 Las vecinas decían: «¡Por fin ahora Noemí tiene nuevamente un hijo!». Y le pusieron por nombre Obed. Él llegó a ser el padre de Isaí y abuelo de David. (Rut.4:13-17)
    4. Ana

      1. Situación de Angustia
        Penina se mofaba y se reía de Ana porque el Señor no le había permitido tener hijos. Año tras año sucedía lo mismo: Penina se burlaba de Ana mientras iban al tabernáculo. En cada ocasión, Ana terminaba llorando y ni siquiera quería comer. «¿Por qué lloras, Ana?—le preguntaba Elcana—. ¿Por qué no comes? ¿Por qué estás desanimada? ¿Solo por no tener hijos? Me tienes a mí, ¿acaso no es mejor que tener diez hijos?». (1Sa.1:5-8)
      2. Giro en la historia
        Una vez, después de comer lo que fue ofrecido como sacrificio en Silo, Ana se levantó y fue a orar. El sacerdote Elí estaba sentado en su lugar de costumbre junto a la entrada del tabernáculo.10 Ana, con una profunda angustia, lloraba amargamente mientras oraba al Señor 11 e hizo el siguiente voto: «Oh Señor de los Ejércitos Celestiales, si miras mi dolor y contestas mi oración y me das un hijo, entonces te lo devolveré. Él será tuyo durante toda su vida, y como señal de que fue dedicado al Señor, nunca se le cortará el cabello» (1Sa.1:9-11)
      3. Redención de Dios
        19 Temprano a la mañana siguiente, la familia se levantó y una vez más fue a adorar al Señor. Después regresaron a su casa en Ramá. Ahora bien, cuando Elcana se acostó con Ana, el Señor se acordó de la súplica de ella, 20 y a su debido tiempo dio a luz un hijo a quien le puso por nombre Samuel,[f] porque dijo: «Se lo pedí al Señor». (1Sa.1:19-20) // El Señor estaba con Samuel mientras crecía, y todo lo que Samuel decía se cumplía. 20 Entonces todo Israel, desde Dan en el norte hasta Beerseba en el sur, supo que Samuel había sido confirmado como profeta del Señor. 21 El Señor siguió apareciéndose en Silo y le daba mensajes a Samuel allí en el tabernáculo. (1Sa.3:19-21)
    5. Destrucción de Jerusalén

      1. Situación de angustia
        El 14 de agosto de ese año, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, llegó a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia y funcionario del rey babilónico. Quemó por completo el templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes de la ciudad. 10 Después supervisó a todo el ejército babilónico mientras derribaba por completo las murallas de Jerusalén. 11 Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó cautivas a las personas que quedaban en la ciudad, a los desertores que habían jurado lealtad al rey de Babilonia y al resto de la población; 12 pero el capitán de la guardia permitió que algunos de los más pobres se quedaran para cuidar los viñedos y los campos.(2Re.25:8-12) //
      2. Giro en la historia
        Me dijeron: «Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego». Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo, y dije: «Oh Señor, Dios del cielo, Dios grande y temible que cumples tu pacto de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos, ¡escucha mi oración! Mírame y verás que oro día y noche por tu pueblo Israel. Confieso que hemos pecado contra ti. ¡Es cierto, incluso mi propia familia y yo hemos pecado! Hemos pecado terriblemente al no haber obedecido los mandatos, los decretos y las ordenanzas que nos diste por medio de tu siervo Moisés. »Te suplico que recuerdes lo que le dijiste a tu siervo Moisés: “Si me son infieles los dispersaré entre las naciones; pero si vuelven a mí y obedecen mis mandatos y viven conforme a ellos, entonces aunque se encuentren desterrados en los extremos más lejanos de la tierra, yo los volveré a traer al lugar que elegí para que mi nombre sea honrado”. 10 »El pueblo que rescataste con tu gran poder y mano fuerte es tu siervo. 11 ¡Oh Señor, te suplico que oigas mi oración! Escucha las oraciones de aquellos quienes nos deleitamos en darte honra. Te suplico que hoy me concedas éxito y hagas que el rey me dé su favor. Pon en su corazón el deseo de ser bondadoso conmigo». (Ne.1:3-10)
      3. Redención de Dios
        A comienzos de la siguiente primavera, en el mes de nisán, durante el año veinte del reinado de Artajerjes, le servía el vino al rey y, como nunca antes había estado triste en su presencia, me preguntó: —¿Por qué te ves tan triste? No me parece que estés enfermo; debes estar profundamente angustiado. Entonces quedé aterrado, pero le contesté: —Viva el rey para siempre. ¿Cómo no voy a estar triste cuando la ciudad donde están enterrados mis antepasados está en ruinas, y sus puertas han sido consumidas por el fuego? El rey preguntó: —Bueno, ¿cómo te puedo ayudar? Después de orar al Dios del cielo, contesté: —Si al rey le agrada, y si está contento conmigo, su servidor, envíeme a Judá para reconstruir la ciudad donde están enterrados mis antepasados. El rey, con la reina sentada a su lado, preguntó: —¿Cuánto tiempo estarás fuera? ¿Cuándo piensas regresar? Después de decirle cuánto tiempo estaría ausente, el rey accedió a mi petición. Además le dije al rey: —Si al rey le agrada, permítame llevar cartas dirigidas a los gobernadores de la provincia al occidente del río Éufrates, indicándoles que me permitan viajar sin peligro por sus territorios de camino a Judá. Además, le ruego que me dé una carta dirigida a Asaf, el encargado del bosque del rey, con instrucciones de suministrarme madera. La necesitaré para hacer vigas para las puertas de la fortaleza del templo, para las murallas de la ciudad y para mi propia casa. Entonces el rey me concedió estas peticiones porque la bondadosa mano de Dios estaba sobre mí. (Ne.2:1-8) // Así que el 2 de octubre, a los cincuenta y dos días después de comenzar la obra, se terminó la muralla. 16 Cuando se enteraron nuestros enemigos y las naciones vecinas, se sintieron aterrorizados y humillados. Se dieron cuenta de que esta obra se había realizado con la ayuda de nuestro Dios.(Ne.6:15-16)
    6. Aniquilación de Israel bajo el reino Persa

      1. Situación de Angustia
        Entonces Amán le dijo al rey Asuero: —Hay cierto pueblo disperso y diseminado entre los pueblos de todas las provincias del reino, cuyas leyes y costumbres son diferentes de las de todos los demás. ¡No obedecen las leyes del reino, y a Su Majestad no le conviene tolerarlos! Si le parece bien, emita Su Majestad un decreto para aniquilarlos, y yo depositaré en manos de los administradores trescientos treinta mil kilos de plata para el tesoro real. 10 Entonces el rey se quitó el anillo que llevaba su sello y se lo dio a Amán hijo de Hamedata, descendiente de Agag y enemigo de los judíos. 11 —Quédate con el dinero —le dijo el rey a Amán—, y haz con ese pueblo lo que mejor te parezca. (Est.1:8-11)
      2. Giro en la historia
        Cuando Mardoqueo se enteró de lo que había dicho Ester, 13 mandó a decirle: «No te imagines que por estar en la casa del rey serás la única que escape con vida de entre todos los judíos. 14 Si ahora te quedas absolutamente callada, de otra parte vendrán el alivio y la liberación para los judíos, pero tú y la familia de tu padre perecerán. ¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como este!» 15 Ester le envió a Mardoqueo esta respuesta: 16 «Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!» (Est.4:12-16)
      3. Redención de Dios
        —Si me he ganado el favor de Su Majestad, y si le parece bien, mi deseo es que me conceda la vida. Mi petición es que se compadezca de mi pueblo. Porque a mí y a mi pueblo se nos ha vendido para exterminio, muerte y aniquilación. Si solo se nos hubiera vendido como esclavos, yo me habría quedado callada, pues tal angustia no sería motivo suficiente para inquietar a Su Majestad. El rey le preguntó: —¿Y quién es ese que se ha atrevido a concebir semejante barbaridad? ¿Dónde está? —¡El adversario y enemigo es este miserable de Amán! —respondió Ester. Amán quedó aterrorizado ante el rey y la reina. El rey se levantó enfurecido, dejó de beber y salió al jardín del palacio. Pero Amán, dándose cuenta de que el rey ya había decidido su fin, se quedó para implorarle a la reina Ester que le perdonara la vida. Cuando el rey volvió del jardín del palacio a la sala del banquete, Amán estaba inclinado sobre el diván donde Ester estaba recostada. Al ver esto, el rey exclamó: —¡Y todavía se atreve este a violar a la reina en mi presencia y en mi casa! Tan pronto como el rey pronunció estas palabras, cubrieron el rostro de Amán. Y Jarboná, uno de los eunucos que atendían al rey, dijo: —Hay una estaca de veinticinco metros de altura, junto a la casa de Amán. Él mandó colocarla para Mardoqueo, el que intervino en favor del rey. —¡Cuélguenlo en ella! —ordenó el rey. 10 De modo que colgaron a Amán en la estaca que él había mandado levantar para Mardoqueo. Con eso se aplacó la furia del rey. (Est.7:3-7) // El rey Asuero respondió entonces a la reina Ester y a Mardoqueo el judío: —Debido a que Amán atentó contra los judíos, le he dado sus propiedades a Ester, y a él lo han colgado en la estaca. Redacten ahora, en mi nombre, otro decreto en favor de los judíos, como mejor les parezca, y séllenlo con mi anillo real. Un documento escrito en mi nombre, y sellado con mi anillo, es imposible revocarlo. (Est.8:7)
    7. Israel rechazando al mesías

      1. Situación de Angustia
        Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella. 42 Dijo: —¡Cómo quisiera que hoy supieras lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto a tus ojos. 43 Te sobrevendrán días en que tus enemigos levantarán un muro y te rodearán, y te encerrarán por todos lados. 44 Te derribarán a ti y a tus hijos dentro de tus murallas. No dejarán ni una piedra sobre otra, porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte. (Lc.19:41-44)
      2. Giro en la historia
        Entonces regresaré a mi lugar, hasta que reconozcan su culpa y se vuelvan a mí. Pues tan pronto lleguen las dificultades, me buscarán de todo corazón (Os.5:15)
      3. Redención de Dios
        Parte del pueblo de Israel tiene el corazón endurecido, pero eso solo durará hasta que se complete el número de gentiles que aceptarán a Cristo. 26 Y entonces todo Israel será salvo. Como dicen las Escrituras: «El que rescata vendrá de Jerusalén y apartará a Israel de la maldad. 27 Y mi pacto con ellos es que quitaré sus pecados» (Ro.11:25-27)
    8. Jesús y su “fracaso”

      1. Situación de Angustia
        A pesar de haber hecho Jesús todas estas señales en presencia de ellos, todavía no creían en él. 38 Así se cumplió lo dicho por el profeta Isaías: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje, y a quién se le ha revelado el poder del Señor?» (Jn.12:37-38)
      2. Giro en la historia
        Él me dijo: «Israel, tú eres mi siervo y me traerás gloria». Yo respondí: «¡Pero mi labor parece tan inútil! He gastado mis fuerzas en vano, y sin ningún propósito. No obstante, lo dejo todo en manos del Señor; confiaré en que Dios me recompense» (Is.49:3-4)
      3. Redención de Dios
        Y ahora habla el Señor, el que me formó en el seno de mi madre para que fuera su siervo, el que me encomendó que le trajera a Israel de regreso. El Señor me ha honrado y mi Dios me ha dado fuerzas. Él dice: «Harás algo más que devolverme al pueblo de Israel. Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra». El Señor, el Redentor y Santo de Israel, le dice al que es despreciado y rechazado por las naciones, al que es el siervo de los gobernantes: «Los reyes se pondrán en posición de firmes cuando tú pases. Los príncipes se inclinarán hasta el suelo por causa del Señor, el fiel, el Santo de Israel, que te ha escogido». (Is.49:5-7)
    9. Pablo perseguidor de la iglesia

      1. Situación de angustia
        Saulo estaba allí, aprobando la muerte de Esteban. Aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia en Jerusalén, y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria… Saulo, por su parte, causaba estragos en la iglesia: entrando de casa en casa, arrastraba a hombres y mujeres y los metía en la cárcel. (Hch.8:1,3) 
      2. Giro en la historia
        Mientras tanto, Saulo pronunciaba amenazas en cada palabra y estaba ansioso por matar a los seguidores del Señor. Así que acudió al sumo sacerdote. Le pidió cartas dirigidas a las sinagogas de Damasco para solicitarles su cooperación en el arresto de los seguidores del Camino que se encontraran ahí. Su intención era llevarlos—a hombres y mujeres por igual—de regreso a Jerusalén encadenados. Al acercarse a Damasco para cumplir esa misión, una luz del cielo de repente brilló alrededor de él. Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? —¿Quién eres, señor?—preguntó Saulo.—Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz—. Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer. (Hch.9:1-5)
      3. Redención de Dios
        Por último, como si hubiera nacido en un tiempo que no me correspondía, también lo vi yo. Pues soy el más insignificante de todos los apóstoles. De hecho, ni siquiera soy digno de ser llamado apóstol después de haber perseguido a la iglesia de Dios, como lo hice. 10 Sin embargo, lo que ahora soy, todo se debe a que Dios derramó su favor especial sobre mí, y no sin resultados. Pues he trabajado mucho más que cualquiera de los otros apóstoles; pero no fui yo sino Dios quien obraba a través de mí por su gracia. (1Co.15:8-10) // He trabajado más arduamente, he sido encarcelado más veces, he recibido los azotes más severos, he estado en peligro de muerte repetidas veces. 24 Cinco veces recibí de los judíos los treinta y nueve azotes. 25 Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar. 26 Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros de bandidos, peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar y peligros de parte de falsos hermanos. 27 He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas; he sufrido frío y desnudez. 28 Y, como si fuera poco, cada día pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias.(2Co.11:23-28) // La siguiente declaración es digna de confianza, y todos deberían aceptarla: «Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores», de los cuales yo soy el peor de todos. 16 Pero Dios tuvo misericordia de mí, para que Cristo Jesús me usara como principal ejemplo de su gran paciencia aun con los peores pecadores. De esa manera, otros se darán cuenta de que también pueden creer en él y recibir la vida eterna. 17 ¡Que todo el honor y toda la gloria sean para Dios por siempre y para siempre! Él es el Rey eterno, el invisible que nunca muere; solamente él es Dios. Amén. (1Ti.1:15-17)
  3. Tener a un Dios redentor da esperanza en tu situación

    1. Matrimonio destruido por infidelidad o inmadurez
    2. Hijos desviados por tu mala crianza
    3. Vidas arruinadas por el vicio y adicciones: alcoholismo, droga, pornografía
    4. Vidas arruinadas por el pecado y malas decisiones:
    5. Economías arruinadas por malas decisiones:
    6. Herencias de maldición que han caído sobre ti
    7. En cada situación que tengas, en cada caída
    8. Familiares, seres queridos, viviendo apartados, y hundiéndose cada vez más.
    9. Dios de segundas, terceras, cuartas, quintas oportunidades
      Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale. (Lc.17:4)
  4. Lo que implica el proceso de Redención

    1. Un ideal original

      1. El ideal de familia
      2. El ideal de trabajo
      3. El ideal de vida para ti o los tuyos
      4. El ideal de destino nacional
    2. Malas decisiones o situaciones que lo estropean

      1. De terceros: antepasados (herencia), o contemporáneos (presente)
      2. O tuyas: pecados, malas decisiones tuyas.
      3. O de todos: antepasados, contemporáneos, y tuyas.
    3. Un escenario angustiante resultante

      1. Muerte
      2. Destrucción
      3. Perdida
      4. Relaciones rotas
      5. Oportunidades perdidas
      6. Vidas arruinadas
    4. Un tremendo dolor, un lamento, y sufrimiento por dicho escenario:

      1. “oh si tan solo hiciera esto… si tan solo creyera… si tan solo supiera… si tan solo obedecieras”
        “Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, 42 diciendo: !!Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!” (Lc.19:41-42)
    5. Una intervención de Dios

      1. Yo, yo soy el Señor, fuera de mí no hay ningún otro salvador. (Is.43:11)
      2. Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. (2Cr.16:9)
      3. Redime, oh Dios, a Israel De todas sus angustias. (Sal.25:22)
      4. Por eso oramos!!!
      5. El enemigo no salva, solo te engaña hundiéndote en el pozo aún más profundo.
      6. —no hablamos de problemas menores que se resuelven en tus fuerzas o recursos.
    6. Una fórmula divina para la redención (la salida)

      1. Un problema que solo Dios puede resolver (para la salvación y cualquier otra situación)
        1. Nadie puede salvar a nadie, ni pagarle a Dios rescate por la vida. 8 Tal rescate es muy costoso; ningún pago es suficiente. (Sal.49:7-8)
        2. Los discípulos quedaron atónitos. —Entonces, ¿quién podrá ser salvo?—preguntaron. 26 Jesús los miró y les dijo: —Humanamente hablando es imposible, pero para Dios todo es posible. (Mt.19:25-29)
        3. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. (Nah.1:3)
      2. No se redime de cualquier forma… hay soluciones que te llevan a más problemas. Hay que seguir la ley de vida. 
        1. Forma equivocada

          1. Amados hermanos, el profundo deseo de mi corazón y mi oración a Dios es que los israelitas lleguen a ser salvos. Yo sé que ellos tienen un gran entusiasmo por Dios, pero es un fervor mal encauzado. Pues no entienden la forma en que Dios hace justas a las personas ante él. Se niegan a aceptar el modo de Dios y, en cambio, se aferran a su propio modo de hacerse justos ante él tratando de cumplir la ley. Sin embargo, Cristo ya cumplió el propósito por el cual se entregó la ley. Como resultado, todos los que creen en él son hechos justos a los ojos de Dios. (Ro.10:1-4)
        2. Forma correcta
          1. Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio (Mr.1:14-15)
          2. En aquella ocasión algunos que habían llegado le contaron a Jesús cómo Pilato había dado muerte a unos galileos cuando ellos ofrecían sus sacrificios. Jesús les respondió: «¿Piensan ustedes que esos galileos, por haber sufrido así, eran más pecadores que todos los demás? ¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan. (Lc.13:1-3)
          3. También se escribió que este mensaje se proclamaría con la autoridad de su nombre a todas las naciones, comenzando con Jerusalén: “Hay perdón de pecados para todos los que se arrepientan”. (Lc.24:47)
    7. Un precio de redención que se paga

      1. Dios de forma directa
        1. Toda obra de redención es gracias a Jesus
          Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación (Ap.5:9)
        2. Como en el antíguo testamento:
          Pero ustedes no tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente, quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará. ¡Habitantes de Judá y de Jerusalén, no tengan miedo ni se acobarden! Salgan mañana contra ellos, porque yo, el Señor, estaré con ustedes (2Cr.20:17)
        3. En el nuevo testamento: sanando, perdonando, liberando
          Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. (1Jn.1:9)
      2. O por medio de personas que pagan el precio:
        Invirtiendo sus vidas, orando, trabajando, ministrando, arriesgando, venciendo obstáculos, ejerciendo fe, valentía, madurez, conocimiento, compasión, persistencia, resistencia, etc. Las personas solo trabajan sobre la obra de redención que Dios ha hecho.

        1. Booz
          Booz le dijo al pariente redentor: —Noemí, que ha regresado de la tierra de Moab, está vendiendo el terreno que perteneció a nuestro hermano Elimélec. Consideré que debía informarte del asunto y sugerirte que lo compres en presencia de estos testigos y de los ancianos de mi pueblo. Si vas a redimir el terreno, hazlo. Pero, si no vas a redimirlo, házmelo saber, para que yo lo sepa. Porque ningún otro tiene el derecho de redimirlo sino tú y, después de ti, yo tengo ese derecho. —Yo lo redimo —le contestó. Pero Booz le aclaró: —El día que adquieras el terreno de Noemí, adquieres también a Rut la moabita, viuda del difunto, a fin de conservar su nombre junto con su heredad. —Entonces no puedo redimirlo —respondió el pariente redentor—, porque podría perjudicar mi propia herencia. Redímelo tú; te cedo mi derecho. Yo no puedo ejercerlo. (Rut. 4:3-6)
        2. Moisés:
          ¡Solo no puedo soportar a todo este pueblo! ¡La carga es demasiado pesada! (Nm.11:14)
        3. Pablo
          Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. (2Ti.2:10) // ¡Oh mis hijos queridos! Siento como si volviera a sufrir dolores de parto por ustedes, y seguirán hasta que Cristo se forme por completo en sus vidas. (Ga.4:19)
    8. Un plazo para efectuar la redención

      1. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. (Is.1:18)
      2. Asegúrense de que ninguno sea inmoral ni profano como Esaú, que cambió sus derechos de primer hijo varón por un simple plato de comida. 17 Ustedes saben que después, cuando quiso recibir la bendición de su padre, fue rechazado. Ya era demasiado tarde para arrepentirse, a pesar de que suplicó con lágrimas amargas. (He.12:16-17)
      3. Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo. 13 Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado. 14 Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio. (He.3:12-14)
      4. Pues Dios dice: «En el momento preciso, te oí. En el día de salvación te ayudé». Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación. (2Co.6:2)
      5. En los últimos minutos de vida:
        Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. (Lc.23:42-43)
      6. Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. (Is.55:6-8)
    9. Un final más glorioso que el original (ver: La ventaja del pecado)

      1. Dios con la redención del hombre: nos hizo más valiosos pues ahora no solo valemos por ser una creación suya hecha a su imagen, sino porque fuimos redimidos a precio de sangre (1Pe.1:19)
      2. El hombre como resultado: amó más a Dios
        Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama. (Lc.7:47)
      3. Ejemplo con la porcelana Rota reparada con oro (kintsugi)
        “Muchos tienen la experiencia desgarradora de ver como su taza favorita se hace añicos en el suelo de la cocina. Y aunque se intente pegar las piezas dañadas o se investiguen opciones de reparación, al final se descubre que es una causa perdida por lenta o costosa. Si bien el objetivo de la reparación de cerámica es hacer que la pieza parezca que nunca se dañó, existe una tradición japonesa de cuatrocientos años que consiste en reparar porcelana rota con oro. Esta técnica de reparación se llama kintsugi, que se traduce como “carpintería dorada”. En la técnica japonesa se utiliza una laca especial mezclada con oro, plata o platino, para reparar el objeto de manera que resalte (en lugar de ocultar) el daño.”—Alfredo Guzman (ver más)

      4. La gloria no está en la ruptura de la porcelana, sino en la reparación, en el costoso material utilizado para ello, es decir: la gloria está en la redención.
        Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús. (Ef.2:6-7)

Alberto Vazquez Botello