El progreso del peregrino 19: la prueba final y la herencia eterna

La Ciudad de Oro (vista desde el País de Beula)
Después vi en mi sueño que los peregrinos habían pasado la Tierra Encantada y entrado en el País de Beula, cuyo ambiente era muy dulce y agradable, y como el camino pasaba por este país, los peregrinos se reconfortaron allí por algún tiempo. Allí les fue agradable oír el canto de las aves y ver las flores en los campos. En esta tierra alumbraba el sol día y noche, pues está más allá del Valle de Sombra de Muerte, y también fuera del alcance del Gigante DESESPERACIÓN. Aquí estaban a la vista de la ciudad a donde iban; también encontraron algunos de sus habitantes, ya que en este país los Seres Resplandecientes solían pasear porque está al lado del cielo. Allí oyeron voces que salían de la ciudad que decían: “Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con él, y delante de él su obra.” Aquí todos los habitantes del país los llamaban “Pueblo santo, los redimidos del Señor” (Is.62:4-12). Cuanto más se acercaban a la Ciudad, una vista más clara de ella tenían. Era de perlas y piedras preciosas, sus calles eran de oro, de manera que, a causa de la gloria de la Ciudad, y el reflejo de los rayos del sol que la hacían resplandecer aún más, CRISTIANO se sintió enfermo, y ESPERANZA también. Por eso, se acostaron un rato, clamando: “Si veis a mi amado, dile que estoy enfermo de amor (Cnt.2:5). Luego se acercaron más y más a los huertos, viñedos y jardines, cuyas puertas daban al camino real. Vieron al jardinero, quien les dijo que los jardines y viñedos habían sido plantados para recreo del Rey y para consuelo de los peregrinos. Pero, como he dicho, el reflejo del sol sobre la Ciudad (siendo la Ciudad de oro puro) era extremadamente glorioso, tanto que aún no podían mirarla directamente, sino por medio de un instrumento hecho para ese fin (Ap.21:18; 2Cor.3:18). Y vi que cuando seguían su camino salieron a su encuentro dos varones con vestiduras que brillaban como el oro, y sus rostros eran relucientes como la luz.

El Río de la Muerte
Además vi que entre ellos y la puerta estaba el Río de la Muerte. Pero no había puente para pasarlo, y el río era muy hondo. No había modo de seguir adelante sin pasar el río. A la vista de este río, los peregrinos se turbaron, pero los varones que se habían acercado a ellos dijeron:
—Tienen que pasar por el Río, si no, no podrán llegar a la Puerta.
Entonces les preguntaron a los varones si el agua era de la misma profundidad en todas partes. Dijeron que no, pero que sin embargo no les podían ayudar, pues decían:
—Hallarán el río de mayor o menor profundidad, según crean en el Rey del país.
Resolvieron, pues, pasar; pero entrando CRISTIANO en el agua, comenzó a hundirse por lo que exclamó:
—Me estoy hundiendo en aguas profundas, sus ondas me pasan por encima de la cabeza, la corriente me rodea por todos lados (Jon. 2:3).
ESPERANZA luego dijo:
—¡Ánimo, hermano mío! Toco fondo con los pies y verás que es firme.
—¡Ah, amigo mío! Estoy sobrecogido por los dolores de la muerte. Ya no veré la tierra que fluye leche y miel.
Y con esto, CRISTIANO se encontró en una gran y horrorosa oscuridad, tanto que no podía ver por dónde iba. Temía morir en ese río y no entrar nunca por la puerta. También perdió noción de todo, de modo que no podía recordar ni hablar sensatamente de ninguno de esos dulces consuelos que había encontrado en el camino de su peregrinaje. Lo que decía demostraba que su mente estaba dominada por el pánico y que tenía un miedo atroz. Aquí también lo asaltaron los recuerdos inquietantes de los pecados que había cometido antes y desde que había comenzado su peregrinaje. Veía demonios y espíritus malos, según decía. ESPERANZA, pues, se vio en apuros tratando de mantener la cabeza de su hermano fuera del agua; sí, de a momentos se hundía y luego salía medio muerto. ESPERANZA hacía todo lo posible para consolarlo, diciendo:
—Hermano, veo la puerta y varones que nos esperan.
CRISTIANO contestaba:
—Es a ti a quien esperan, has conservado tu esperanza desde el primer momento que te conocí.
—¡Ay, hermano mío, estas aflicciones y amarguras por las que estás pasando en estas aguas, no son señal de que Dios te haya desamparado, sino que son enviadas para probarte, y ver si te acuerdas de lo que por su bondad has recibido, y para que te apoyes en él en medio de tus aflicciones! ¡Cobra ánimo! Jesucristo te salva (Is.43:2; Lc.8:50).
Ahora CRISTIANO exclamó:
—¡Oh, vuelvo a verlo y oigo que me dice: “Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo; y cuando por los ríos, estos no te anegarán” (Is.43:2).
Con esto, los dos se animaron, (el enemigo se quedó inmóvil como una piedra), y muy pronto sus pies tocaron fondo desde allí en adelante, y acabaron de pasar sin tener más problemas.

La Jerusalén Celestial
En la ribera del otro lado del río encontraron a los dos varones resplandecientes que los saludaron, diciendo:
—Somos espíritus enviados para servir a los herederos de la salvación.
Todos juntos se dirigieron hacia la puerta. Es de notar que la Ciudad estaba sobre una alta colina; pero los peregrinos subieron con facilidad, porque los seres resplandecientes les daban el brazo. También habían dejado atrás sus vestiduras mortales, pues aunque entraron en el río con ellas, salieron sin ellas (1 Cor. 15:51-57).
—La belleza de este lugar es inexpresable —les informaron sus compañeros—. “Es el monte Sión, La Jerusalén Celestial, la compañía innumerable de ángeles y de los espíritus de los justos hechos perfectos” (Heb. 12:22-24). Van ustedes ahora al Paraíso de Dios. Y cuando lleguen recibirán ropas blancas, y su conversación será con el Rey por toda la eternidad (Ap.3:4). No volverán a ver las cosas que veían cuando estaban sobre la tierra; como por ejemplo: dolor, enfermedad, aflicción y muerte, porque las cosas viejas pasaron (Is.65:15).
—¿Qué haremos en el lugar santo?
—Allí comerán del fruto siempre maduro del árbol de la vida, y no volverán a tener dolor, porque verán al Santo tal como es (Ap.2:7; 1 Co.13:12; 1 Jn.3:2). Allí recibirán descanso de todo su trabajo y tendrán gozo en lugar de tristeza, segarán lo que sembraron, los frutos de sus oraciones y lágrimas y sufrimiento por amor del Rey (Gál.6:7). En ese lugar tendrán coronas de oro y gozarán por toda la eternidad ante la presencia del Santo. Allí, también, le servirán con alabanzas, aclamaciones y con acciones de gracias a Aquel a quien quisieron servir en el mundo, aunque con mucha dificultad a causa de la flaqueza de su carne. Sus ojos estarán encantados de ver y sus oídos de oír la voz agradable del Todopoderoso (1Ts.4:13-16; Jd.1:14; Dn.7:9-10; 1Cor.2:2-3) Al ir acercándose a la puerta, salió a recibirlos una compañía de las huestes celestiales. Los dos Seres Resplandecientes les dijeron a las huestes:
Estos son los hombres que amaban a nuestro Señor cuando estaban en el mundo y que dejaron todo por amor a su santo nombre. Y él nos mandó a buscarlos, y los hemos traído hasta aquí en su anhelado viaje, a fin de que entren y tengan el gozo de ver el rostro del Redentor.
A esto, las huestes celestiales exclamaron con voz de júbilo:
—Bienaventurados los que son llamados a las bodas del Cordero (Ap.19:9).
También salieron a recibirlos algunos de los músicos del Rey, vestidos de ropa blanca y reluciente, los cuales con sus melodías despertaron ecos en los cielos; y cantando y tocando sus trompetas saludaban a CRISTIANO y a su compañero dándoles diez mil bienvenidas.
Ya estaban estos dos hombres, por así decir, en el cielo aun antes de haber llegado; sintiéndose sobrecogidos por la visita de los ángeles y escuchando sus melodiosas notas. Desde aquí veían también la ciudad, y les pareció oír que sus campanas repicaban para celebrar su llegada. Y sobre todo, los alegres y fervorosos pensamientos acerca de que ellos mismos vivirían en semejante compañía, y eso para siempre jamás, les causaba un
gozo tan glorioso, que ninguna lengua ni pluma sería capaz de expresar.

Final del peregrinaje
Y así llegaron a la puerta, y vieron escritas sobre ella en letras de oro las palabras: “Bienaventurados los que guardan sus mandamientos. Entren por las puertas de la ciudad” (Ap. 22:14). Vi luego en mi sueño que los Seres Resplandecientes les decían que llamasen a la puerta, lo cual hicieron, y aparecieron algunos mirando por arriba de la puerta, a quienes se les dijo:
—Estos peregrinos han llegado de la Ciudad de Destrucción por el amor que tienen al Rey de este lugar. Entonces cada uno de los peregrinos entregó el certificado que había recibido al principio. Estos fueron llevados al Rey, quien, cuando los hubo leído, preguntó:
—¿Dónde están estos hombres?
—Están a la puerta —fue la respuesta.
El Rey ordenó que se abriera la puerta, diciendo:
—“Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades” (Is. 26:2). Los peregrinos entraron por la puerta, y al entrar cambió su apariencia de tal manera que sus rostros brillaban. Les pusieron vestiduras que relucían como el oro. También recibieron arpas para alabar al Señor y coronas en señal de honra. Entonces oí en mi sueño que todas las campanas de la Ciudad volvían a repicar de gozo y que les dijeron:
—Entrad en el gozo de vuestro Señor (Mt.25:21).
Y los peregrinos mismos cantaban con júbilo:
—Bendición y honra, y gloria y potestad a aquel que está sentado en el trono, y al Cordero para siempre jamás (Ap.5:13-14).
Cuando se abrieron las puertas para dar paso a los peregrinos, miré hacia adentro, y he aquí que la Ciudad brillaba como el sol, las calles eran de oro y por ellas andaban muchos cantando alabanzas, con coronas en su sien y palmas en las manos. También vi a unos que tenían alas y exclamaban unos a otros, sin parar:
—Santo, santo, santo es el Señor.
Después se cerró la puerta, y cuando se cerró hubiera deseado estar entre ellos.

El destino de Ignorancia
Mientras contemplaba yo estas cosas, volví la vista y vi a IGNORANCIA llegar a la orilla del río. Muy pronto lo pasó, y sin la mitad de la dificultad que tuvieron los dos peregrinos, porque aconteció que había entonces en ese lugar un barquero llamado VANA ESPERANZA, quien lo pasó en su barca. Y así IGNORANCIA también subió el cerro para llegar a la puerta, pero iba solo. Nadie salió a recibirlo con una palabra de aliento. Cuando llegó a la puerta, miró el escrito que estaba en la parte de arriba. Comenzó a llamar, suponiendo que muy pronto le sería permitida la entrada; pero fue interrogado así por los hombres que se asomaron por encima:
—¿De dónde vienes? ¿Qué quieres?
Contestó él:
—He comido y bebido en presencia del Rey, y él ha enseñado en nuestras calles (Lc.13:24-28). Luego le pidieron su certificado para mostrárselo al Rey. Pero buscó en vano, no tenía certificado. Entonces le preguntaron:
—¿No tienes certificado?
El hombre no contestó ni una sola palabra. Se lo contaron al Rey; pero este no quiso bajar a verlo, sino que mandó a los dos Seres Resplandecientes a tomar a IGNORANCIA, atarlo de pies y manos.
Lo tomaron, pues, y lo llevaron a una puerta en el costado del cerro, y allí lo dejaron. Entonces entendí que hay un camino al infierno, aun desde las puertas de la gloria, al igual que de la ciudad de Destrucción. Con esto desperté, y he aquí que todo había sido un sueño.

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Entonces, pues, pecador, ¿qué dices tú? ¿Dónde está tu corazón?
¿Correrás? ¿Has resuelto renunciar a todo?
¡Toma el camino, corre por él y aguanta hasta el fin;
y que Dios te dé un viaje triunfante!
Adiós —John Bunyan
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La conclusión
Lector, mi historia te he contado;
A ver si a mí me la puedes interpretar,
O a ti mismo, o a tu prójimo: pero ten cuidado
De no interpretarlo mal, porque si eso sucede,
En lugar de hacer un bien, un mal harás:
Porque iniquidad generas interpretándola mal.
Cuídate también, de al extremo ir
Y con los detalles de mi sueño jugar;
Ni dejes que mis ilustraciones o comparaciones
A risa te muevan o a vanamente discutir.
Deja eso para los muchachos y los necios;
Pero tú, ¿la sustancia de mi tema captas?
Abre las cortinas, detrás de ellas mira,
Mis metáforas busca, y en esto no vayas a fallar,
Si las quieres encontrar
A tu mente sincera, provechosas le serán.

  1. Recuento de la Historia

    1. Nuestros peregrinos tienen en la mira la ciudad de oro y quedan extasiados
    2. Pasan la última prueba que es el rio de la muerte
    3. Entran por las puertas de la ciudad acompañados de seres celestiales, entregan su certificado y son aceptados en ella
    4. Ignorancia, en cambio al llegar a las puertas, es rechazado y lanzado al infierno.
  2. La última prueba se experimenta a la hora de la muerte

    Por dos milenios cristianos se han tenido que enfrentar a la persecución y a la muerte… de hecho a la hora de su muerte es cuando pasan la última prueba. Muchos al enfrentar la muerte titubean en su fe.

    1. ¿Por qué Dios permita una muerte así?

      1. Crucificados
      2. Quemados en la hoguera
      3. Ahorcados
      4. Decapitados
      5. Apedreados
      6. Muertos a golpes
      7. Devorados por animales
      8. Torturados a muerte
      9. Terribles accidentes
      10. Terribles enfermedades
      11. De hambre en campos de concentración
      12. En soledad encerrados
      13. Tratados como la escoria del mundo
    2. La tentación a rechazar la fe

      La tentación es para los que se ven a borde de la muerte… y sus amigos y familiares

      1. para salvar el pellejo
        “Si niego a Cristo podría salvarme”, pero el llamado de Cristo es:

        1. “Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.” (Ap.2:10)
      2. por resentimiento de lo que Dios permite
        “¿Tantos años manteniendo la fe para que el Señor me pague así?”

        1. ¿Todavía mantienes firme tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!” (Job.2:9)
      3. Pero el enemigo nos pide para ser probados
        Típica tentación de querer anular el amor de Dios por las cosas feas que nos suceden… o porque no suceden las cosas como esperamos.

        1. »Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. 32 Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos. (Lc.22:31-32)
        2. extiende la mano y daña todo lo que posee, ¡a ver si no te maldice en tu propia cara! 12 —Muy bien —contestó el Señor  (Job.1:11-12)
      4. El Señor en medio de esas terribles situaciones sigue amándonos
        1. ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? 36 (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero»). 37 Claro que no (Ro.8:36-37)
          1. La mayor muestra de amor por nosotros ya la mostró: “pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.” (Ro.5:8)
        2. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos. (Lc.22:32)
      5. Es un privilegio sufrir por Cristo
        Esta era es la única era en la que podremos mostrar un amor sacrificial al Señor

        1. Pues a ustedes se les dio no solo el privilegio de confiar en Cristo sino también el privilegio de sufrir por él. (Fil.1:29)
      6. Por eso las muertes feas son una forma de glorificar a Dios
        1. »Te digo la verdad, cuando eras joven, podías hacer lo que querías; te vestías tú mismo e ibas adonde querías ir. Sin embargo, cuando seas viejo, extenderás los brazos, y otros te vestirán y te llevarán adonde no quieras ir. 19 Jesús dijo eso para darle a conocer el tipo de muerte con la que Pedro glorificaría a Dios. Entonces Jesús le dijo: «Sígueme». (Jn.21:18-19)
    3. La tentación a dudar del perdón de Dios a través de Cristo (de su fe cristiana)

      1. ¿Será cierto todo lo que he creído?
      2. ¿Y si no hay cielo, y si no hay infierno?
      3. ¿Y si mis pecados no han sido perdonados y vivido una farsa?
    4. Pero ¡Dios es fiel!

      1. Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será defraudado». (Ro.10:11)
      2. Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. (2Ti.1:12)
      3. Pues, si somos fieles hasta el fin, confiando en Dios con la misma firmeza que teníamos al principio, cuando creímos en él, entonces tendremos parte en todo lo que le pertenece a Cristo. (He.3:14)
      4. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. (He.10:23-24)
      5. Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! 36 Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido. 37 «Pues, dentro de muy poco tiempo, Aquel que viene vendrá sin demorarse. 38 Mis justos vivirán por la fe. Pero no me complaceré con nadie que se aleje». 39 Pero nosotros no somos de los que se apartan de Dios hacia su propia destrucción. Somos los fieles, y nuestras almas serán salvas. (He.10:35-39)
  3. Con esto llegamos al final del recorrido… esta vida es una gran prueba para filtrar a los mejores

    1. El fin es la salvación de nuestras almas

      1. Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso, 9 pues están obteniendo la meta de su fe, que es su salvación. (1Pe.1:8-9)
    2. Tenemos que correr de tal forma en que nos llevemos el premio

      1. ¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! 25 Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. 26 Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. 27 Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado. (1Co.9:24-27)
    3. y Tenemos que hacerlo de acuerdo al reglamento

      1. Así mismo, el atleta no recibe la corona de vencedor si no compite según el reglamento. (2Ti.2:2)
    4. Esto implica ser tentados con un montón de dificultades

      1. Heridas y decepciones
      2. Sufrimientos e injusticias
      3. Riquezas y afanes
      4. Lo atractivo del pecado
      5. Desviaciones doctrinales
      6. Seducciones que desvían nuestro amor de Dios
      7. Perturbación espiritual
      8. Cansarse y dejar de persistir
    5. Por eso el que llega al final, se le llama vencedor

      1. Al que salga vencedor, le concederé el derecho de sentarse a mi lado en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado al lado de mi Padre en su trono. (Ap.3:21)
    6. ¿Como se vence?

      Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. (Ap.12:11)

      1. La sangre del Cordero: su obra redentora en la cruz por la cual la deuda de muerte es saldada
        1. sin derramamiento de sangre no hay perdón. (He.9:22)
        2. esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos, para perdón de los pecados. (Mt.26:28)
      2. La palabra del testimonio de ellos: el mensaje del evangelio en el que han creído y el cual anuncian
        1. A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los que no son judíos. 17 De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe» (Ro.1:15-16)
      3. Menospreciaron sus vidas hasta la muerte: Una disposición a renunciar o sacrificar a todo lo que esta vida en este mundo ofrece para ganar a Cristo y hacer su voluntad

        1. »Si amas a tu padre o a tu madre más que a mí, no eres digno de ser mío; si amas a tu hijo o a tu hija más que a mí, no eres digno de ser mío. Si te niegas a tomar tu cruz y a seguirme, no eres digno de ser mío. (Mt.10:37-38)
        2. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. (Jn.12:25)
        3. todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo y encontrarme unido a él. (Fil.3:7-9)
        4. —¡Mira, nosotros lo hemos dejado todo por seguirte! —le dijo Pedro—. ¿Y qué ganamos con eso? 28 —Les aseguro —respondió Jesús— que en la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. (Mt.19:27-29)
        5. Acuérdense de los primeros tiempos, cuando recién aprendían acerca de Cristo. Recuerden cómo permanecieron fieles aunque tuvieron que soportar terrible sufrimiento. 33 Algunas veces los ponían en ridículo públicamente y los golpeaban, otras veces ustedes ayudaban a los que pasaban por lo mismo. 34 Sufrieron junto con los que fueron metidos en la cárcel y, cuando a ustedes les quitaron todos sus bienes, lo aceptaron con alegría. Sabían que en el futuro les esperaban cosas mejores, que durarán para siempre. (He.10:32-34)
  4. ¿Cual es la herencia a la que apostamos?

    1. Cosas demasiado increíbles de contar

      1. Veremos cosas difíciles de creer “—Mira —le dijo el Señor —, estoy por hacer en Israel algo que a todo el que lo oiga le quedará retumbando en los oídos. Ese día llevaré a cabo todo lo que he anunciado…“(1Sam.3:11)
      2. Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. (1Co.2:9)
      3. ¿Por qué les parece a ustedes increíble que Dios resucite a los muertos? (Hch.26:8)
    2. Muchos tienen una idea de que estaremos adorando a Dios por la eternidad… WRONG!

      Tienen la idea equivocada pasado en estos pasajes, y esto pasa por no distinguir episodios de alabanza y adoración que hay y habrá en el cielo…

      1. Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios. Y entonaban este nuevo cántico (Ap.5:8)
      2. Después de esto miré y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de ropas blancas y con ramas de palma en la mano. 10 Proclamaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono y del Cordero!». (Ap.7:9-10)
      3. Luego miré y apareció el Cordero. Estaba de pie sobre el monte Sión, en compañía de ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre. Oí un sonido que venía del cielo, como el estruendo de una catarata y el retumbar de un gran trueno. El sonido se parecía al de músicos que tañen sus arpas. Y cantaban un himno nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. (Ap.14:1-3)
      4. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus siervos lo adorarán (Ap.22:3)
    3. Habitarás en la presencia de Dios y disfrutarás de una relación con él por toda la eternidad.

      1. Ya no habrá más maldición sobre ninguna cosa, porque allí estará el trono de Dios y del Cordero, y sus siervos lo adorarán. 4 Verán su rostro y tendrán su nombre escrito en la frente. (Ap.22:3-4)
      2. Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; también grabaré sobre él mi nombre nuevo (Ap.3:12)
      3. Me mostrarás el camino de la vida; me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre. (Sal.16:11)
    4. Claro, recibirás vida eterna

      1. El que salga vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida, sino que reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. (Ap.3:5)
      2. »Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Jn.3:16)
      3. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. (Jn.6:54)
    5. Pero hay mucho más de esto

      1. —Les aseguro —respondió Jesús— que en la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. 30 Pero muchos de los primeros serán últimos y los últimos serán primeros. (Mt.19:29-30)
        1. Autoridad sobre naciones
          A todos los que salgan vencedores y me obedezcan hasta el final: Les daré autoridad sobre todas las naciones. 27 Gobernarán las naciones con vara de hierro y las harán pedazos como si fueran ollas de barro.28 Tendrán la misma autoridad que yo recibí de mi Padre, ¡y también les daré la estrella de la mañana! (Ap.2:26-28)
        2. Cien veces más de casas, terrenos, y familia
        3. Vida eterna
  5. ¿Cómo será eso?

    1. La iglesia es resucitada-transformada para ser llevada al cielo con Cristo

      1. Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos también seremos transformados. Pues nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos que nunca morirán; nuestros cuerpos mortales deben ser transformados en cuerpos inmortales. Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura: «La muerte es devorada en victoria.(1Co.15:52-53)
      2. Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los cristianos que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. Luego, junto con ellos, nosotros los que aún sigamos vivos sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Entonces estaremos con el Señor para siempre. (1Ts.4:13-18)
      3. Nuestro cuerpo será como el de Jesús (1Jn.3:2)
      4. Con propiedades físicas diferentes (Lc.24:31; Lc.24:36; Jn.20:19; Jn.20:26; Lc.24:39-43)
      5. Brillaremos como Jesús en la transfiguración (Dn.12:3; Ap.19:7-8; Mt.13:43; Mt.17:2; Ex.34:35)
      6. Nuestra presencia será como la de Dios mismo (Zac.12:8 NTV)
    2. Seremos juzgados ante ante el tribunal de Cristo para que cada quien reciba su recompensa (2Co.5:10; 1Co.3:10-15; 2Ti.4.8; 1Pe.5:4; Ap.3:11; Ap.22:12; 2Jn.1:8; Lc.14:14)

      1. Disfrutar de la vida (la creación) en un estado de perfección
        1. Es el anhelo del corazón de todo ser humano
      2. Gloria eterna (2Co.4:17-18, Ro.2:6-7, 1Pe.5:1-4)
        1. Vestimentas resplandecientes, renombre delante de Dios y los ángeles
        2. Habrá categorías personas más importantes que otras
      3. La autoridad (2Ti.2:12, Lc.19:17, Ap.2:26-28, Ap.19:8, Mt.19:28)
        1. Coronas: ciudades y naciones para reinar
        2. Habrá grados de autoridad.
        3. Habrá grados de privilegios.
      4. Mansiones (Lc.16:9; Jn.14:2-4)
        1. Tendrás propiedad o propiedades, en el reino y en el nuevo mundo
          Por eso, si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas? 12 Y, si con lo ajeno no han sido honrados, ¿quién les dará a ustedes lo que les pertenece? (Lc.16:11-12)
        2. Habrá gente más rica que otra por las riquezas y propiedades que se le dará.
        3. Serás ciudadano de la ciudad de Dios: la nueva Jerusalén.
    3. Juzgaremos a los ángeles caídos

      1. Al llegar nosotros al cielo (Ap.12:1-5)
      2. se hace un relevo o sustitución en la corte celestial y ocupamos los cargos del gobierno… de la creación de Dios (Ap.4:4; Ap.5:9-10)
        1. Se sientan en tronos (Ap.3:21)
        2. Vestiduras blancas (Ap.3:4,5)
        3. Coronas de oro (Ap.2:10, 3:11)
        4. Entonan canto de los redimidos (Ap.5:9,10)
        5. Llamados “Ancianos”, “reyes y sacerdotes” (Ap.5:10)
        6. Ancianos (presbíteros) en el NT son los líderes de la iglesia, y representaban a toda la iglesia (Ti.1:5, Hch.15:6; 20:28; 1Pe.2:5,9)
      3. Juzgamos a la corte celestial rebelde (1Co.6:2-3; Is.14:16-19)
      4. Expulsamos a nuestro acusador (Ap.12:10-12) 
      5. El enemigo se resiste, pero es vencido y expulsado definitivamente de la corte (Ap.12:7-9)
    4. Disfrutaremos y celebraremos de nuestras mansiones en la nueva Jerusalén que está resguardada en el cielo (Jn.14:1-3)

    5. Mientras en el mundo sufre de los juicios de Dios —lo cual incluye el entregarlos al enemigo (Ap.12:12)

    6. Al final de ese tiempo de Juicio regresamos para derrotar al anticristo y a todos los opositores de Dios (Ap.19)

    7. La tierra queda devastada por los juicios de Dios (Is.25)

    8. Pero luego esta tierra será restaurada a su condición prediluviana.

      1. Queda muy poca gente con la devastación
        (Is.24:1,2,3,12,13; Is.13:12; Is.4:1)

        1. Es lo mismo en toda la tierra, solo queda un remanente, como las aceitunas sueltas que quedan en el olivo o las pocas uvas que quedan en la vid después de la cosecha. (Is.24:1,2,3,12,13)
      2. Con nuestra llegada a la tierra y la destrucción del falso cristo y sus ejércitos, Satanás y sus ángeles son encarcelados por mil años
        (Is.24:21-22, Ap.20:1-3)
      3. En un inicio, con las lumbreras del cielo sin luz, Jerusalen será el único lugar con luz
        (Is.60:1-3; Is.58:10; Mt.8:11-12; Is.4:5)
      4. Jesús llama a a la vida a los a los santos de la tribulación y a los del antiguo pacto y estos resucitan
        (Ap.20:4-6, Dn.12:2-3,13)
      5. Cohabitarán humanos inmortales (resucitados) con mortales (los sobrevivientes a los que se les dejó entrar al reino)
        (Mt.22:30; Jer.33:11; Is.13:12; Is.24:13; Zc.14:16)
      6. Comienza la restauración de la tierra:
        1. De Jerusalén, donde se establecerá el templo, fluirán dos rios que darán vida a toda la región (mar muerto y mediterraneo) (Zac.14:8, Jl.3:18-19; Ez.47)
        2. Habrá otros ríos que se desatarán de otros montes y colinas (Is.30:25)
        3. La tierras desérticas y áridas se convertirán en llanura y bosques (Zac.14:10)
        4. Egipto y Edom, sin embargo, se convertirán en desierto y tierra baldía por levantarse contra Israel (Jl.3:18-19)
        5. La luna será tan resplandeciente como el sol, y el sol brillará siete veces más (Is.30:26)
        6. La longevidad de la gente aumentará en gran manera (Is.65:20-22)
          Los bebés ya no morirán a los pocos días de haber nacido, ni los adultos morirán antes de haber tenido una vida plena. Nunca más se considerará anciano a alguien que tenga cien años; solamente los malditos morirán tan jóvenes. (Is.65:20:22)
        7. Los animales salvajes volverán a ser vegetarianos y pacíficos, (Is.11:6-9; Is.65:20-22)
          En ese día el lobo y el cordero vivirán juntos, y el leopardo se echará junto al cabrito. El ternero y el potro estarán seguros junto al león, y un niño pequeño los guiará a todos. La vaca pastará cerca del oso, el cachorro y el ternero se echarán juntos, y el león comerá heno como las vacas. El bebé jugará seguro cerca de la guarida de la cobra; así es, un niño pequeño meterá la mano en un nido de víboras mortales y no le pasará nada. En todo mi monte santo no habrá nada que destruya o haga daño, porque así como las aguas llenan el mar, así también la tierra estará llena de gente que conocerá al Señor. (Is.11:6-9)
      7. Jesús toman el trono de David, se convierte en el Rey de toda la tierra, y sus santos resucitados reciben el reino con él
        (Is.9:6-7; Lc.1:31; Dn.7:13-14; Zc.14:9; Mt.25:31; Jer.30:9; Is.52:7-8; Sal.2:6-9; Ap.20:4-6; Dn.7:27; Jer.30:21; Ap.5:9-10; Ap.2:26-28; Mt.19:28; Lc.22:28-30; Jer.3:15)

        1. El Señor será rey sobre toda la tierra. En aquel día habrá un solo Señor y únicamente su nombre será adorado. (Zc.14:9)
      8. Jesús y su iglesia reunirá a las naciones sobrevivientes y las juzgará por como trataron a Israel y a las condenadas las aniquilará
        (Mt.25:31-46; Jl.3:1-6; Jer.12:14; Lc.19:27)

        1. En aquellos días, en el tiempo señalado, cuando restaure yo la suerte de Judá y de Jerusalén, reuniré a todas las naciones y las haré bajar al valle de Josafat. Allí entraré en juicio contra los pueblos en cuanto a mi propiedad, mi pueblo Israel, pues lo dispersaron entre las naciones y se repartieron mi tierra. Se repartieron a mi pueblo echando suertes, cambiaron a niños por prostitutas y, para emborracharse, vendieron niñas por vino. (Jl.3:1-6; Jer.12:14; Lc.19:27)
      9. Asigna heredad a las naciones sobrevivientes para que las pueblen
        (Jer.12:15-17)
      10. Los judíos son reunidos en su tierra y se distribuye entre las 12 tribus
        (Is.14:1-23; Jl.3:6-8; Ez.45)
      11. La gente (y los animales) sobrevivientes se multiplicará en gran manera
        (Jer.31:27; Is.60:22; Jer.33:10-11; Za.8:5)

        1. La familia más pequeña se convertirá en mil personas y el grupo más diminuto se convertirá en una nación poderosa. A su debido tiempo, yo, el Señor, haré que esto suceda». (Is.60:22)
        2. en las calles desiertas de Jerusalén y de las otras ciudades de Judá volverán a oírse risas y voces de alegría. Otra vez se oirán las voces felices de los novios y las novias junto con las canciones alegres de las personas que traen ofrendas de gratitud al Señor. (Jer.33:10-11)
      12. La ciudad del rey y su palacio serán reconstruidos
        (Jer.30:18; Is.44:26; Ez.36:10)
      13. Los niños jugarán seguros
        (Zac.8:5; Is.11:8)

        1. Los niños y las niñas volverán a jugar en las calles de la ciudad (Zac.8:5)
        2. El bebé jugará seguro cerca de la guarida de la cobra; así es, un niño pequeño meterá la mano en un nido de víboras mortales y no le pasará nada. (Is.11:8)
      14. Se celebra el banquete en el reino… al cual, al parecer no participarán todos los que entraron al reino
        (Is.25:6-9; Mt.8:11; Lc.13:28-30; Mt.22:12-14)

        1. En Jerusalén, el Señor de los Ejércitos Celestiales preparará un maravilloso banquete para toda la gente del mundo. Será un banquete delicioso con vino añejo y carne de primera calidad. Allí él quitará la nube de tristeza, la sombra de muerte que cubre la tierra. ¡Él devorará a la muerte para siempre! El Señor Soberano secará todas las lágrimas y quitará para siempre los insultos y las burlas contra su tierra y su pueblo. ¡El Señor ha hablado! En aquel día, la gente proclamará: «¡Este es nuestro Dios! ¡Confiamos en él, y él nos salvó! Este es el Señor en quien confiamos. ¡Alegrémonos en la salvación que nos trae!». (Is.25:6-9)
      15. Jerusalén se convierte en la capital del reino mesiánico y gobernará con sus santos sobre todas las naciones con vara de hierro (mano dura).
        (Jer.3.17; Is.14:2; Is.2:2-4; Is.11:1-5; Jer.12:15-17; Sal.2:6-9; Ap.12:5; Ap.2:26-28; Ap.19:15; Mi.4:3-4; Sal.2:10-12)

        1. En aquel día, Jerusalén será conocida como ‘el Trono del Señor’. Todas las naciones acudirán a Jerusalén para honrar al Señor. (Jer.3:17)
        2. Los 12 discípulos reciben el reino de Isarel (Lc.22:28-30)
      16. Los santos estarán yendo y viniendo de la nueva Jersualén en el cielo?
        (Ap.2:28; 21:1-2)
      17. Se reconstruye el templo y restablecen los sacrificios conmemorativos, y en toda la tierra solo Dios se adorará
        (Jer.3:17; Is.2:2-4; Ez.40-44)

        1. En los últimos días, el monte de la casa del Señor será el más alto de todos, el lugar más importante de la tierra. Se levantará por encima de las demás colinas, y gente del mundo entero vendrá allí para adorar. Vendrá gente de muchas naciones y dirán: «Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Allí él nos enseñará sus caminos, y andaremos en sus sendas». (Is.2:2-4)
      18. Toda la tierra guardará el sábado y todas las festividades judías
        (Ez.46; Zc.14:16-19)
      19. Los que rehúsen venir a adorar a Dios serán castigados
        (Zc.14:16-19)

        1. Toda nación que se niegue a ir a Jerusalén para adorar al Rey, el Señor de los Ejércitos Celestiales, no recibirá lluvia. Zc.14:16-19)
      20. Se gobierna con justicia expedita y sabiduría sobrenatural
        (Is.11:1-5)

        1. Él se deleitará en obedecer al Señor; no juzgará por las apariencias ni tomará decisiones basadas en rumores. Hará justicia a los pobres y tomará decisiones imparciales con los que son explotados. La tierra temblará con la fuerza de su palabra, y bastará un soplo de su boca para destruir a los malvados. Llevará la justicia como cinturón y la verdad como ropa interior.(Is.11:1-5)
      21. Partiendo de Jerusalén se establecerá paz mundial
        (Is.2:2-4; Mi.4:3-4; Sal.2:10-12)

        1. El Señor mediará entre las naciones y resolverá los conflictos internacionales. Ellos forjarán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en herramientas para podar. No peleará más nación contra nación, ni seguirán entrenándose para la guerra. (Is.2:2-4)
      22. Israel no volverá ser oprimida ni dominada por otras naciones, al contrario será la más espléndidas de las naciones en riqueza y honra.
        (Jl.3:17; Jl.3:20; Jl.2:18-19; Jl.2:20-27; Is.30:23-24)

        1. Jerusalén será santa para siempre y los ejércitos extranjeros nunca más volverán a conquistarla. (Jl.3:17)
      23. Toda Jerusalén será una ciudad consagrada 
        (Zc.14:20-21)
      24. La cultura (arte, comercio, agricultura, arquitectura, etc.) florece en gran manera
        (Jl.2:20-27, Is.18:7)
      25. Naciones querrán hacer del hebreo su idioma oficial
        (Is.19:16-25)
      26. Las naciones traerán sus riquezas a Jerusalén como ofrenda al Rey
        (Is.18:7)
      27. Los pueblos que se rehúsen someterse al reino, serán exterminados
        la nación que rehúse obedecerme será arrancada de raíz y destruida. ¡Yo, el Señor, he hablado!». (Jer.12:15-17; Sal.2:10-12)
      28. Las glorias del reino de Salomón y David serán muy inferiores a las del reino Mesiánico 
        (Hageo 2:9)
      29. La tierra logra convertirse en una colonia del cielo… pero sucede la ultima gran rebelión
        (Ap.20:7-9, Sal.2:1-9; Ap.20:7-9; Ez.39:6)

        1. Cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión. Saldrá para engañar a las naciones —llamadas Gog y Magog— por todos los extremos de la tierra. Las reunirá a todas para la batalla: un poderoso ejército tan incalculable como la arena de la orilla del mar. Y los vi cuando subían por toda la anchura de la tierra y rodeaban al pueblo de Dios y a la ciudad amada; (Ap.20:7-9)
      30. Los rebeldes son aniquilados por fuego
        (Ap.20:7-9)
      31. Satanás y sus ángeles son arrojado al lago de fuego 
        (Ap.20:10; Mt.25:41)
      32. Jesús toma su lugar en el gran trono blanco
        (Ap.20:11)
      33. Sucede la segunda resurrección, la de los impíos, y los muertos del milenio
        (Ap.20.5,12,13)
      34. Son juzgados todos según sus obras 
        (Ap.20:12)
      35. Los que no tenían su nombre escrito en el libro de la vida son lanzados al lago de fuego 
        (Ap.20:15; Ap.21:8)
      36. Los primero cielos y la tierra desaparecen ¿se convierten en fuego? 
        (Ap.20:11; 2Pe.3.7; Ap.20:14)
    9. El reino de Dios completamente manifestado sucede después de esto.

      1. Nos mudamos a una nueva tierra y un nuevo cielo 
        (Is.65:17-19; Ap.21:1; Ap.21:5; Is.66:22)
      2. En esta nueva tierra es establecida la ciudad edificada por Dios: La Nueva Jerusalén
        (Ap.21:11-21)

        1. Resplandecía de la gloria de Dios y brillaba como una piedra preciosa
        2. la ciudad era de oro puro, semejante a cristal pulido
        3. Río sale del trono y atraviesa la ciudad, a los lados están los árboles de la vida.
        4. Perfecta combinación de arquitectura y naturaleza.
        5. era cuadrada, que medía lo mismo de ancho que de largo.
        6. muralla de la ciudad era alta y ancha
        7. muralla estaba hecha de jaspe
        8. doce puertas vigiladas por doce ángeles
        9. Las doce puertas estaban hechas de perlas, ¡cada puerta hecha de una sola perla!
        10. la calle principal era de oro puro y tan cristalino como el vidrio.
        11. Los nombres de las doce tribus de Israel estaban escritos en las puertas
        12. La muralla de la ciudad estaba fundada sobre doce piedras, las cuales llevaban escritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero
        13. 4.9 millones de kilómetros cuadrados (México mide 1,964 millones km²)
      3. Dios el Padre vuelve a vivir con el ser humano y se consume el plan de Dios 
        (Ap.21:3-4; 22:3; 21:5)

        1. Oí una fuerte voz que salía del trono y decía: «¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. (Ap.21:3-4)
      4. Jesús entrega el reino al Padre 
        cuando todo le sea sometido, entonces el Hijo mismo se someterá a aquel que le sometió todo, para que Dios sea todo en todos. (1Co.15:28)
      5. No habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más
        (Ap.21:4)
      6. Dios nos consolará 
        (Is.66:13-14; Ap.21:4)
      7. No habrá templo en la nueva Jerusalén
        (Ap.21:22)
      8. Ahí estará el río con el agua de vida y el árbol de la vida
        (Ap.22:1-2)
      9. No habrá ni sol ni luna en la nueva tierra
        (Is. 60:19-20; Ap.21:23; Ap.21:25; Ap.22:5)
      10. Solo los vencedores, los justos heredarán la tierra y podrán entrar a la santa ciudad
        (Ap.21:7; Is.60:21; Ap.21.27; Ap.22:14; Ap.22:17)
      11. Esta nueva tierra tendrán naciones que la habitarán, y traerán sus riquezas a la Nueva Jerusalén
        (Ap.21:24; Is.66:12)
      12. En esta nueva ciudad vendrá toda la tierra a adorar a Dios
        (Is.66:23)
      13. Afuera de esta tierra, sufriendo en el lago de fuego, estarán los condenados 
        (Ap.22:15; Is.66:24)
      14. Los santos, en cambio, ellos reinarán por siempre y para siempre.
        (Ap.22:5)
    10. Estas cosas, aunque no lo vemos son reales y eternas

      1. Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. 17 Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. 18 Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno. (2Co.4:15-18)
  6. ¿Tienes tu herencia asegurada por medio de Jesús? o ¿todavía sigues creyendo que tus buenas obras te salvarán?

    1. No importa que religión seas
    2. No hay otra forma en la que podamos ser salvos
      De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos. (Hch.4:12)
    3. No hay nadie más que haya pagado la condena que merecían tus pecados
    4. No hay nadie más que te dé el poder de vivir una vida que agrade a Dios
    5. La salvación viene de los judíos
      Ustedes, los samaritanos, saben muy poco acerca de aquel a quien adoran, mientras que nosotros, los judíos, conocemos bien a quien adoramos, porque la salvación viene por medio de los judíos. (Jn.4:22)
  7. ¿Estás ayudando a tu hermano como Esperanza ayudó a Cristiano en su momento de duda y debilidad?

    1. no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños. Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. (Mt.18:15)
    2. Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo. 13 Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado. 14 Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio. 15 Como se acaba de decir: «Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión» (He.3:13)
    3. Cuidémonos, por tanto, no sea que, aunque la promesa de entrar en su reposo sigue vigente, alguno de ustedes parezca quedarse atrás…Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia. (He.4:1,11)
    4. Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos. 16 Asegúrense de que ninguno sea inmoral ni profano como Esaú, que cambió sus derechos de primer hijo varón por un simple plato de comida. 17 Ustedes saben que después, cuando quiso recibir la bendición de su padre, fue rechazado. Ya era demasiado tarde para arrepentirse, a pesar de que suplicó con lágrimas amargas. (He.12:15-17)
    5. Hermanos míos, si alguno de ustedes se extravía de la verdad, y otro lo hace volver a ella, 20 recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados. (Stg.5:19-20)
    6. Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. 24 Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. 25 No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca. (He.10:23-25)
  8. ¿Te estás dejando ayudar?

    1. el Señor se encendió en ira contra Amasías y le envió un profeta con este mensaje: —¿Por qué sigues a unos dioses que no pudieron librar de tus manos a su propio pueblo? 16 El rey interrumpió al profeta y le respondió: —¿Y quién te ha nombrado consejero del rey? Si no quieres que te maten, ¡no sigas fastidiándome! (1Cr.25:15-16)
    2. No reprendas al insolente [orgulloso, soberbio], no sea que acabe por odiarte; reprende al sabio y te amará. (Pr.9:8)

Alberto Vazquez Botello