Evidencias de la Resurrección

Youtube: https://youtu.be/ElZRBvCoLtI

  1. La importancia de la resurrección

    1. No somos salvos

      si Cristo no ha resucitado, entonces la fe de ustedes es inútil, y todavía son culpables de sus pecados. 18 En ese caso, ¡todos los que murieron creyendo en Cristo están perdidos! (1Co.15:17-18)

      1. Por una sencilla razón
        La paga de pecado es muerte (Ro.6:23), el alma que pecare esa morirá (Ez.18:4)
      2. Si Jesús no resucita significa que merecía la muerte, significa que había pecado en él. Pero:
        fue demostrado que era el Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos(Ro.1:4)
      3. Por eso nadie le podía quitar la vida sino fuera porque voluntariamente el la entregaba.
        El Padre me ama, porque sacrifico mi vida para poder tomarla de nuevo. 18 Nadie puede quitarme la vida sino que yo la entrego voluntariamente en sacrificio. Pues tengo la autoridad para entregarla cuando quiera y también para volver a tomarla. Esto es lo que ordenó mi Padre (Jn.10:17-18)
    2. No tiene razón seguir a Jesús (la esperanza a la que hemos sido llamados es falsa)

      1. No seguimos a Jesús por su ética, o una promesa de una mejor vida en este tiempo, sino por su promesa de resurrección.
        Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. (Mt.19:29)…la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. (Jn.6:40)
      2. Y si la resurrección no es cierta, somos los más dignos de conmiseración
        si nuestra esperanza en Cristo es solo para esta vida, somos los más dignos de lástima de todo el mundo. (1Co.15:19)
      3. No sacrifiquemos, mejor aprovechemos la vida ahora
        ¿Y para qué nosotros a todas horas pondríamos en peligro nuestra vida? 31 Pues juro, amados hermanos, que todos los días enfrento la muerte. Esto es tan cierto como el orgullo que siento por lo que Cristo Jesús nuestro Señor ha hecho en ustedes. 32 ¿Y qué valor hubo en luchar contra las fieras salvajes —esa gente de Éfeso si no habrá resurrección de los muertos? Y si no hay resurrección, «¡comamos y bebamos, que mañana moriremos!» (1Co.15:30-32)
      4. Pero esto no es así, Jesús resucitó y nuestra meta es compartir con el una vida sin fin
        Antes creía que esas cosas eran valiosas, pero ahora considero que no tienen ningún valor debido a lo que Cristo ha hecho. Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo y llegar a ser uno con él… Quiero conocer a Cristo y experimentar el gran poder que lo levantó de los muertos. ¡Quiero sufrir con él y participar de su muerte, 11 para poder experimentar, de una u otra manera, la resurrección de los muertos! (Fil.3:7-11)
      5. Por eso invertimos, sacrificamos y nos desgastamos
        Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil. (1Co.15:58)
  2. Eventos de la resurrección

    1. Su muerte

      Descripción de su muerte: realmente estaba muerto

      1. Flagelado
        Entonces Pilato, para calmar a la multitud, dejó a Barrabás en libertad. Y mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas de plomo (Mr.15:15; Jn.19:1)
      2. Aunque comenzó el trayecto cargando él su cruz:
        Jesús salió cargando su propia cruz hacia el lugar de la Calavera (que en arameo se llama Gólgota). (Jn.19:17)
      3. Estaba demasiado débil para cargar su cruz todo el camino
        Al salir encontraron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón, y lo obligaron a llevar la cruz. (Mt.27:32)
      4. Crucificado
        Cuando llegaron a un lugar llamado «La Calavera», lo clavaron en la cruz y a los criminales también, uno a su derecha y otro a su izquierda. (Lc.23:33)

        1. Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron. (Mr.15:25)
        2. A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte: «Eli, Eli,[j] ¿lema sabactani?», que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». 47 Algunos que pasaban por allí entendieron mal y pensaron que estaba llamando al profeta Elías. 48 Uno de ellos corrió y empapó una esponja en vino agrio, la puso sobre una caña de junco y la levantó para que pudiera beber. 49 Pero los demás dijeron: «¡Espera! A ver si Elías viene a salvarlo». 50 Entonces Jesús volvió a gritar y entregó su espíritu.
      5. Rodeado de la oposición
        La gente que pasaba por allí gritaba insultos y movía la cabeza en forma burlona. 40 «¡Pero mírate ahora! —le gritaban—. Dijiste que ibas a destruir el templo y a reconstruirlo en tres días. Muy bien, si eres el Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y bájate de la cruz». 41 Los principales sacerdotes, los maestros de la ley religiosa y los ancianos también se burlaban de Jesús. 42 «Salvó a otros —se mofaban—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! Con que es el Rey de Israel, ¿no? ¡Que baje de la cruz ahora mismo y creeremos en él! 43 Confió en Dios, entonces, ¡que Dios lo rescate ahora si lo quiere! Pues dijo: “Soy el Hijo de Dios”». 44 Hasta los revolucionarios que estaban crucificados con Jesús se burlaban de él de la misma manera. (Mt.27:39-43)
      6. Su muerte testificada por los soldados
        El oficial romano y los otros soldados que estaban en la crucifixión quedaron aterrorizados por el terremoto y por todo lo que había sucedido. Dijeron: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!» (Mt.27:54)
      7. Corroborado por la perforación de la lanza: agua y sangre
        Era el día de preparación, y los líderes judíos no querían que los cuerpos permanecieran allí colgados el día siguiente, que era el día de descanso (y uno muy especial, porque era la Pascua). Entonces le pidieron a Pilato que mandara a quebrarles las piernas a los crucificados para apresurarles la muerte. Así podrían bajar los cuerpos. 32 Entonces los soldados fueron y les quebraron las piernas a los dos hombres crucificados con Jesús. 33 Cuando llegaron a Jesús, vieron que ya estaba muerto, así que no le quebraron las piernas. 34 Sin embargo, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y, de inmediato, salió sangre y agua. 35 (La información anterior proviene de un testigo ocular que presenta un relato fiel. Él dice la verdad para que ustedes también continúen creyendo). 36 Esas cosas sucedieron para que se cumplieran las Escrituras que dicen: «Ni uno de sus huesos será quebrado»37 y «Mirarán al que atravesaron». (Jn.19:31-37)
      8. Corroborado por la oposición
        ¡Les ordenamos estrictamente que no enseñaran nunca más en nombre de ese hombre! —les dijo—. En lugar de eso, han llenado a toda Jerusalén con la enseñanza acerca de él, ¡y quieren hacernos responsables de su muerte! (Hch.5:28)
    2. Su sepultura

      1. Envuelto en lino con mirra y áloe
        Más tarde, José de Arimatea, quien había sido un discípulo secreto de Jesús (por temor a los líderes judíos), pidió permiso a Pilato para bajar el cuerpo de Jesús. Cuando Pilato concedió el permiso, José fue a buscar el cuerpo y se lo llevó. 39 Lo acompañó Nicodemo, el hombre que había ido a ver a Jesús de noche. Llevó consigo unos treinta y tres kilos de ungüento perfumado, una mezcla de mirra y áloe. 40 De acuerdo con la costumbre de los entierros judíos, envolvieron el cuerpo de Jesús untado con las especias en largos lienzos de lino. (Jn.19:38-40)
      2. Las mujeres vieron donde lo sepultaron
        Mientras llevaban el cuerpo, las mujeres de Galilea iban detrás y vieron la tumba donde lo colocaron. (Lc.23:55). María Magdalena y María, la madre de José, vieron dónde ponían el cuerpo de Jesús. (Mr.15:47)
      3. La Piedra
        José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia 60 y lo puso en un sepulcro nuevo de su propiedad que había cavado en la roca. Luego hizo rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro, y se fue. (Mt.27:59-60)

        1. Iban diciéndose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?» (Mr.16:3)
      4. Guardia y sello romano
        Al día siguiente, después del día de la preparación, los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron ante Pilato. 63 —Señor —le dijeron—, nosotros recordamos que mientras ese engañador aún vivía, dijo: “A los tres días resucitaré”. 64 Por eso, ordene usted que se selle el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, se roben el cuerpo y le digan al pueblo que ha resucitado. Ese último engaño sería peor que el primero. 65 —Llévense una guardia de soldados —les ordenó Pilato—, y vayan a asegurar el sepulcro lo mejor que puedan. 66 Así que ellos fueron, cerraron el sepulcro con una piedra, y lo sellaron; y dejaron puesta la guardia. (Mt.27:62-66)
    3. Su resurrección

      1. Los guardias son testigos
        Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro.Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como muertos. (Mt.28:1-4)
      2. Jesús se aparece a las mujeres
        El ángel dijo a las mujeres: —No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Luego vayan pronto a decirles a sus discípulos: “Él se ha levantado de entre los muertos y va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán”. Ahora ya lo saben.Así que las mujeres se alejaron a toda prisa del sepulcro, asustadas pero muy alegres, y corrieron a dar la noticia a los discípulos. En eso Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron.10 —No tengan miedo —les dijo Jesús—. Vayan a decirles a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y allí me verán.  (Mt.28:5-10)
      3. Los guardias y los líderes judíos conspiran
        Mientras las mujeres iban de camino, algunos de los guardias entraron en la ciudad e informaron a los jefes de los sacerdotes de todo lo que había sucedido. 12 Después de reunirse estos jefes con los ancianos y de trazar un plan, les dieron a los soldados una fuerte suma de dinero 13 y les encargaron: «Digan que los discípulos de Jesús vinieron por la noche y que, mientras ustedes dormían, se robaron el cuerpo. 14 Y, si el gobernador llega a enterarse de esto, nosotros responderemos por ustedes y les evitaremos cualquier problema».15 Así que los soldados tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Esta es la versión de los sucesos que hasta el día de hoy ha circulado entre los judíos. (Mt.28:11-15)
      4. Aparece a sus discípulos aterrados
        Ese domingo, al atardecer, los discípulos estaban reunidos con las puertas bien cerradas porque tenían miedo de los líderes judíos. De pronto, ¡Jesús estaba de pie en medio de ellos! «La paz sea con ustedes», dijo. (Jn.20:19)
      5. Aparece a más de 500
        Fue enterrado y al tercer día fue levantado de los muertos, tal como dicen las Escrituras. Lo vio Pedro y luego lo vieron los Doce. Más tarde, lo vieron más de quinientos de sus seguidores a la vez, la mayoría de los cuales todavía viven, aunque algunos ya han muerto. Luego lo vio Santiago, y después lo vieron todos los apóstoles. Por último, como si hubiera nacido en un tiempo que no me correspondía, también lo vi yo. (1Co.15:4-8)
      6. Dio muestras físicas de su resurrección
        Todavía estaban ellos hablando acerca de esto, cuando Jesús mismo se puso en medio de ellos y les dijo: —Paz a ustedes. 37 Aterrorizados, creyeron que veían a un espíritu. 38 —¿Por qué se asustan tanto? —les preguntó—. ¿Por qué les vienen dudas? 39 Miren mis manos y mis pies. ¡Soy yo mismo! Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que los tengo yo. 40 Dicho esto, les mostró las manos y los pies. 41 Como ellos no acababan de creerlo a causa de la alegría y del asombro, les preguntó: —¿Tienen aquí algo de comer? 42 Le dieron un pedazo de pescado asado, 43 así que lo tomó y se lo comió delante de ellos. (Lc.24:36-42)
    4. Distribución del mensaje

      1. A gente que fue testigos de los hechos

        1. Pueblo de Israel, escuchen esto: Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes con milagros, señales y prodigios, los cuales realizó Dios entre ustedes por medio de él, como bien lo saben. 23 Este fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios; y, por medio de gente malvada, ustedes lo mataron, clavándolo en la cruz. 24 Sin embargo, Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque era imposible que la muerte lo mantuviera bajo su dominio. (Hch.2:22-24)
        2. Ustedes rechazaron a ese santo y justo y, en su lugar, exigieron que soltaran a un asesino. 15 Ustedes mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de los muertos. ¡Y nosotros somos testigos de ese hecho! (Hch.3:14-15)
      2. A sus opositores eran los líderes
        1. El capitán fue con los guardias del templo y arrestó a los apóstoles, pero sin violencia, porque tenían miedo de que la gente los apedreara. 27 Después llevaron a los apóstoles ante el Concilio Supremo, donde los confrontó el sumo sacerdote. 28 —¡Les ordenamos estrictamente que no enseñaran nunca más en nombre de ese hombre! —les dijo—. En lugar de eso, han llenado a toda Jerusalén con la enseñanza acerca de él, ¡y quieren hacernos responsables de su muerte! 29 Pero Pedro y los apóstoles respondieron: —Nosotros tenemos que obedecer a Dios antes que a cualquier autoridad humana. 30 El Dios de nuestros antepasados levantó a Jesús de los muertos después de que ustedes lo mataron colgándolo en una cruz. 31 Luego Dios lo puso en el lugar de honor, a su derecha, como Príncipe y Salvador. (Hch.5:26-31)
      3. A los líderes Romanos
        1. Yo no enseño nada fuera de lo que los profetas y Moisés dijeron que sucedería: 23 que el Mesías sufriría y que sería el primero en resucitar de los muertos, y de esta forma anunciaría la luz de Dios tanto a judíos como a gentiles por igual». 24 De repente Festo gritó: —Pablo, estás loco. ¡Tanto estudio te ha llevado a la locura! 25 Pero Pablo respondió: —No estoy loco, excelentísimo Festo. Lo que digo es la pura verdad, 26 y el rey Agripa sabe de estas cosas. Yo hablo con atrevimiento porque estoy seguro de que todos estos acontecimientos le son familiares, ¡pues no se hicieron en un rincón! 27 Rey Agripa, ¿usted les cree a los profetas? Yo sé que sí. 28 Agripa lo interrumpió: —¿Acaso piensas que puedes persuadirme para que me convierta en cristiano en tan poco tiempo? (Hch.26:22-28)
      4. Los apóstoles no obtuvieron ganancia por ello
        1. A veces pienso que a nosotros, los apóstoles, Dios nos puso en exhibición como prisioneros de guerra al final del desfile del vencedor, condenados a muerte. Nos hemos convertido en un espectáculo para el mundo entero, tanto para la gente como para los ángeles.10 Nuestra entrega a Cristo nos hace parecer tontos, en cambio, ¡ustedes afirman ser tan sabios en Cristo! Nosotros somos débiles, ¡pero ustedes son tan poderosos! A ustedes los estiman, ¡a nosotros nos ridiculizan! 11 Incluso ahora mismo pasamos hambre y tenemos sed y nos falta ropa para abrigarnos. A menudo somos golpeados y no tenemos casa. 12 Nos cansamos trabajando con nuestras manos para ganarnos la vida. Bendecimos a los que nos maldicen. Somos pacientes con los que nos maltratan. 13 Respondemos con gentileza cuando dicen cosas malas de nosotros. Aun así se nos trata como la basura del mundo, como el desperdicio de todos, hasta este preciso momento. (1Co.4:9-13)
        2. ¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones. 24 En cinco ocasiones distintas, los líderes judíos me dieron treinta y nueve latigazos. 25 Tres veces me azotaron con varas. Una vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar. 26 He estado en muchos viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones. Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles. Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son. 27 He trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir. He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer. He temblado de frío, sin tener ropa suficiente para mantenerme abrigado. 28 Además de todo eso, a diario llevo la carga de mi preocupación por todas las iglesias. 29 ¿Quién está débil sin que yo no sienta esa misma debilidad? ¿Quién se ha dejado llevar por mal camino sin que yo arda de enojo? (2Co.11:23-29)
        3. Cuando este vio que Pedro y Juan estaban por entrar, les pidió limosna. Pedro, con Juan, mirándolo fijamente, le dijo: —¡Míranos! El hombre fijó en ellos la mirada, esperando recibir algo. —No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! (Hch.3:3-6)
        4. Todos los apóstoles, menos Juan, sufrieron muertes violentas.
  3. Contra argumentos

    1. No estaba muerto, fingió su muerte

      1. Sin comer
      2. Sin dormir
      3. Flagelado
      4. Demasiado débil para cargar su cruz
      5. Crucificado
      6. Perforado por la lanza
      7. Testigos adversos
      8. Especias irritables
      9. La enorme Piedra
      10. guardia romana
      11. Opositores no negando su muerte, sino su resurrección
      12. En un estado moribundo ¿cómo los convences de que resucitaste en gloria y poder?
    2. Se robaron su cuerpo

      1. Los discípulos estaban atemorizados: abandonaron a su maestro y estaban resguardados a puertas cerradas
      2. Extender una mentira ¿que ganaban?
      3. ¿Su opositores robándose el cuerpo? nada ganaban, al contrario.
    3. Se confundieron de tumba

      1. Ubicación corroborada por varios testigos: las mujeres, Nicodemo, José de Arimatea, Pedro, Juan
      2. Los judíos hubieran sacado el cuerpo y apagado el movimiento
      3. La tumba vacía no hubiera bastado para convencer a los discípulos aterrados.
    4. Fue una mentira que inventaron los discípulos

      1. Eventos contemporáneos para los oyentes fácilmente refutables si no hubieran sido ciertos
      2. Extender una mentira ¿que ganaban?
    5. Los discípulos lo alucinaron

      1. El cuerpo se hubiera presentado
      2. No hay visiones ni alucinaciones colectivas
    6. Alguien más murió en su lugar

      1. De inicio a fin Jesús estuvo resguardado
      2. Su opositores lo conocían y no hubieran permitido su escape
      3. Sus discípulos y familiares reconocieron su muerte
      4. Su cuerpo resucitado llevaba las muestras de su muerte
  4. Argumentos

    1. Hechos contemporáneos, fácilmente corroborable
    2. La tumba vacía
    3. La vida transformada de los discípulos
    4. Oposición de los Judios no negando los hechos sino con persecución
    5. Mensaje prosperando a pesar de la oposición
    6. Opositores ganados para Cristo
    7. Surgimiento de la iglesia
    8. Vidas transformadas
    9. La ética cristiana
    10. La reunión el domingo
    11. La santa cena como momento de celebración
    12. Los bautismos
  5. Conclusión:

    1. ¡Cristo Ciertamente Ha resucitado!

Alberto Vazquez Botello