Temor y Amor 1: el temor a Dios

Youtube: https://youtu.be/ybXuKxYpzgc

  1. El temor a Dios

    1. Es algo que se está perdiendo en el mundo, entre los incrédulos

      1. No eran religiosos, pero tenían temor de Dios
      2. Aún los malitos, tenían temor de Dios (ladrones, miembros del cartel)
    2. Es algo que se está perdiendo aún entre creyentes

      1. El dicho de que “no debes seguir a Dios por temor, sino por amor”, “Dios no quiere que seas motivado por temor sino por amor”
      2. Citamos el pasaje, fuera de contexto y de su significado original: “el verdadero amor echa fuera todo temor”, y de ahí sacamos que no debemos tener temor de Dios.
      3. Es algo que surge también del púlpito:
        1. Un pastor invitado después de predicar del temor de Dios, es contradicho por el pastor de la iglesia
        2. Que el temor a Dios no es realmente temor, sino un respeto reverente, bla bla bla
        3. Líderes diciendo que su conversión no fue genuina porque se convirtieron por temor al infierno y no por amor a Dios
      4. Nuestra generación consideraría completamente inverosímil saber que el primer gran avivamiento de USA comenzó con una predicación de Jonathan Edwards acerca del infierno (Pecadores en las manos de un Dios airado)
      5. Hablar del infierno hoy en día desde el púlpito casi no se da
      6. ¿Por qué es esto? Satanás ha trabajado arduamente en satanizar el temor al Señor… pues sabe que es una pieza vital en la salvación y santificación del creyente.
  2. ¿Dios quiere que le temamos?

    1. En el AT.

      1. Dios quiere que le temamos
        1. ¡Ojalá su corazón esté siempre dispuesto a temerme y a cumplir todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos siempre les vaya bien! (Dt.5:29)
        2. Al Señor tu Dios temerás, y sólo a él servirás, y a él seguirás, y por su nombre jurarás. (Dt.10:20)
        3. Ustedes deben ir en pos del Señor su Dios, y temerlo sólo a él. Deben cumplir sus mandamientos y atender su voz. (Dt.13:4)
      2. Es un temor que tiene razón de ser en el castigo que Dios imparte
        1. »Cuando ustedes oyeron la voz que salía de la oscuridad, mientras la montaña ardía en llamas, todos los jefes de sus tribus y sus ancianos vinieron a mí 24 y me dijeron: “El Señor nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su majestad, y hemos oído su voz que salía del fuego. Hoy hemos visto que un simple mortal puede seguir con vida aunque Dios hable con él. 25 Pero ¿por qué tenemos que morir? Este gran fuego nos consumirá, y moriremos, si seguimos oyendo la voz del Señor nuestro Dios. 26 Pues ¿qué mortal ha oído jamás la voz del Dios viviente hablarle desde el fuego, como la hemos oído nosotros, y ha vivido para contarlo? 27 Acércate tú al Señor nuestro Dios, y escucha todo lo que él te diga. Repítenos luego todo lo que te comunique, y nosotros escucharemos y obedeceremos”. 28 »El Señor escuchó cuando ustedes me hablaban, y me dijo: “He oído lo que este pueblo te dijo. Todo lo que dijeron está bien. 29 ¡Ojalá su corazón esté siempre dispuesto a temerme y a cumplir todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos siempre les vaya bien! (Dt.5:23-29)
        2. —¡No tengan miedo! —les respondió Moisés—, porque Dios ha venido de esta manera para ponerlos a prueba y para que su temor hacia él les impida pecar. (Ex.20:20)
        3. Sin embargo, como los líderes israelitas habían hecho un voto en el nombre del Señor, Dios de Israel, no atacaron a ninguna de las ciudades gabaonitas. Entonces el pueblo de Israel se quejó contra sus líderes por causa del tratado. 19 Pero los líderes respondieron: «Dado que hicimos un juramento en presencia del Señor, Dios de Israel, no podemos tocarlos. 20 Lo que tenemos que hacer es dejarlos con vida, porque el enojo divino caería sobre nosotros si no cumpliéramos nuestro juramento. (Jue.9:18-20)
        4. »No insultes al sordo ni hagas tropezar al ciego. Debes temer a tu Dios; yo soy el Señor. (Lv.19:14)
        5. Porque son una nación carente de buen juicio: no tienen capacidad de entendimiento. 29 ¡Si al menos fueran sabios y entendieran esto, Y se dieran cuenta del fin que les espera! (Dt.32:28-29)
        6. Pero debes saber que, si no obedeces al Señor tu Dios ni cumples fielmente todos sus mandamientos y preceptos que hoy te ordeno, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones:… (Dt.28:15)
        7. Por cuanto aborrecieron el conocimiento y no quisieron temer al Señor… cosecharán el fruto de su conducta, se hartarán con sus propias intrigas; 32 ¡su descarrío e inexperiencia los destruirán, su complacencia y necedad los aniquilarán! 33 Pero el que me obedezca vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal».  (Pr.1:29-33)
      3. Por eso muchas de sus palabras proféticas eran amenazas de castigo
        1. Jeremías
          1. Esta palabra del Señor vino a Jeremías en el año cuarto del rey Joacim hijo de Josías: «Toma un rollo y escribe en él todas las palabras que desde los tiempos de Josías, desde que comencé a hablarte hasta ahora, te he dicho acerca de Israel, de Judá y de las otras naciones. Cuando los de Judá se enteren de todas las calamidades que pienso enviar contra ellos, tal vez abandonen su mal camino y pueda yo perdonarles su iniquidad y su pecado». (Jer.36:1-3)
          2. «Así dice el Señor: “Párate en el atrio de la casa del Señor, y di todas las palabras que yo te ordene a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del Señor. No omitas ni una sola palabra. Tal vez te hagan caso y se conviertan de su mal camino. Si lo hacen, me arrepentiré del mal que pensaba hacerles por causa de sus malas acciones. Tú les advertirás que así dice el Señor: ‘Si no me obedecen ni se ciñen a la ley que yo les he entregado, y si no escuchan las palabras de mis siervos los profetas, a quienes una y otra vez he enviado y ustedes han desobedecido, entonces haré con esta casa lo mismo que hice con Siló: ¡Haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra!’ ”» (Jer.26:2-6)
        2. Zacarías
          1. El Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joyadá, y este, presentándose ante el pueblo, declaró: «Así dice Dios el Señor: ¿Por qué desobedecen mis mandamientos? De ese modo no prosperarán. Como me han abandonado, yo también los abandonaré». (2Cr.24:20)
      4. Este temor es lo que refrenaba a la gente a que se portara mal
        1. Abraham contestó [a Abimelec]: —Yo pensé que en este lugar no había temor de Dios, y que por causa de mi esposa me matarían. (Gn.20:11)
          1. No hacía mucho que había sucedido el diluvio, y varios de los hijos de Noe estaban vivos en la tierra en el tiempo de Abraham.
        2. —En cuanto yo salga de la ciudad —le contestó Moisés—, elevaré mis manos en oración al Señor, y cesarán los truenos y dejará de granizar. Así sabrás que la tierra es del Señor. 30 Sin embargo, yo sé que tú y tus funcionarios aún no tienen temor de Dios el Señor.(Ex.9:30)
          1. En la séptima plaga… y aún no escarmentaban
      5. Otorgaba sabiduría
        1. Conflicto entre tu opinión, tu propia prudencia te dice… y la amenaza de Dios
          1. Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. (Pr.3:5)
          2. Cuando vean las borlas, recordarán y obedecerán todos los mandatos del Señor, en lugar de seguir sus propios deseos y contaminarse, tal como es su tendencia. (Nm.15:39)
        2. Al moverte por el temor… acertas a la decisión correcta y al ver los resultados ves la sabiduría de Dios detrás de su mandamiento.
          1. Esto es lo que Dios dice a toda la humanidad: “El temor del Señor es la verdadera sabiduría; apartarse del mal es el verdadero entendimiento”». (Job.28:28)
          2. El temor del Señor es la base de la verdadera sabiduría; todos los que obedecen sus mandamientos crecerán en sabiduría. (Sal.111:10)
          3. El principio de la sabiduría es el temor del Señor; el conocimiento de lo santo es inteligencia. (Pr.9:10)
      6. Era alabado (encomendado) por Dios
        1. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. (Gn.22:12)
      7. En el Antiguo Testamento el temor era particularmente importante por la ausencia del Espíritu dentro del ser humano.
        1. Entonces todo Israel oirá y tendrá temor, y ya nadie volverá a actuar con tanta perversidad. (Dt.13:11)
        2. Todo el pueblo lo sabrá, y tendrá temor y dejará de ser altivo. (Dt.17:13)
        3. Entonces el resto del pueblo se enterará del caso y tendrá temor de cometer semejante maldad. (Dt.19:20)
        4. Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta matarlo. Así extirparás el mal que haya en medio de ti. Y todos en Israel lo sabrán, y tendrán temor. (Dt.21:21)
    2. En el NT.

      1. Jesús quiere que le tememos
        1. No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. (Mt.10:28)
          1. Pero no es un temor de abandono y desamor (“¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; 30 y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. 31 Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.” Mt.10:29-31)
        2. Tal vez digas: «Las ramas fueron cortadas para que yo fuera injertado.» 20 De acuerdo. Pero ellas fueron cortadas por su incredulidad, y tú te mantienes firme por la fe. Por lo tanto, no seas soberbio, sino temeroso. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará. 22 Por lo tanto, toma en cuenta la bondad y la severidad de Dios; severidad para con los que cayeron, pero bondad para contigo, si permaneces en esa bondad, pues de otra manera también tú serás cortado. (Ro.10:19-22)
        3. Quiere que hagamos o dejemos de hacer cosas por temor, por eso lo fomenta a lo largo del nuevo testamento.
      2. Temor al infierno
        1. Juan el Bautista:

          1. Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les advirtió: «¡Camada de víboras! ¿Quién les dijo que podrán escapar del castigo que se acerca? Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento. No piensen que podrán alegar: “Tenemos a Abraham por padre”. Porque les digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a Abraham. 10 El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego. (Mt.3:7-10)
        2. Jesús
          1. Yo los bautizo a ustedes con agua para que se arrepientan. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. 12 Tiene el aventador en la mano y limpiará su era, recogiendo el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se apagará». (Mt.3:11-12)
          2. »Han oído que a nuestros antepasados se les dijo: “No asesines. Si cometes asesinato quedarás sujeto a juicio” . 22 Pero yo digo: aun si te enojas con alguien, ¡quedarás sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota, corres peligro de que te lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien, corres peligro de caer en los fuegos del infierno. (Mt.5:21-22)
          3. Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. 43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.(Mt.5:27-30)
          4. «¿Piensan ustedes que esos galileos, por haber sufrido así, eran más pecadores que todos los demás? ¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan. ¿O piensan que aquellos dieciocho que fueron aplastados por la torre de Siloé eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? ¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan». (Lc.13:2-5)
          5. A sus discípulos Jesús les dijo: «Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. 25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26 Porque ¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué puede dar uno a cambio de su alma? (Mt.16:24-26)
        3. Los apóstoles
          • Si con toda intención pecamos después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados 27 sino una terrible expectativa del juicio y del fuego ardiente que devorará a los enemigos de Dios. 28 Cualquiera que desobedece la ley de Moisés, muere sin falta, siempre y cuando haya dos o tres testigos que declaren en su contra. 29 ¿Y qué mayor castigo piensan ustedes que merece el que pisotea al Hijo de Dios y considera impura la sangre del pacto, en la cual fue santificado, e insulta al Espíritu de la gracia? 30 Bien sabemos que el Señor ha dicho: «Mía es la venganza, yo pagaré», y también: «El Señor juzgará a su pueblo». 31 ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo! (He.10:26-31)
          • obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. (1Pe.1:9)
        4. Pecados que te llevan al infierno
          1. ¿Acaso no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se equivoquen [¡No se dejen engañar!]: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se acuestan con hombres, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los malhablados [maldicientes], ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. (1Co.6:9-10)
          2. Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. (1Co.5:11)
          3. Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; 20 idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos 21 y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Ga.5:19-21)
          4. Así que, hermanos, tenemos una deuda pendiente, pero no es la de vivir en conformidad con la carne, 13 porque si ustedes viven en conformidad con la carne, morirán; pero si dan muerte a las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán. (Ro.8:12-13)
          5. Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería [artes mágicas], los que rinden culto a ídolos y todos los mentirosos, tendrán su destino en el lago de fuego que arde con azufre. Esta es la segunda muerte». (Ap.21:8)
          6. »Porque, si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. 15 Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas. (Mt.6:14-15)
          7. Por eso les dije que morirán en sus pecados; porque si ustedes no creen que yo soy, en sus pecados morirán.» (Jn.8:24)
          8. Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese sí tiene al Padre y al Hijo. (2Jn.1:9)
      3. Temor a la desaprobación y la vergüenza eterna
        1. »Después llegó el que había recibido solo mil monedas. “Señor —explicó—, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. 25 Así que tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo”. 26 Pero su señor le contestó: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? 27 Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses. 28 »”Quítenle las mil monedas y dénselas al que tiene las diez mil. 29 Porque a todo el que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. 30 Y a ese siervo inútil échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes”. (Mt.25:24-30)
        2. El que edifique sobre este fundamento podrá usar una variedad de materiales: oro, plata, joyas, madera, heno o paja; 13 pero el día del juicio, el fuego revelará la clase de obra que cada constructor ha hecho. El fuego mostrará si la obra de alguien tiene algún valor. 14 Si la obra permanece, ese constructor recibirá una recompensa, 15 pero si la obra se consume, el constructor sufrirá una gran pérdida. El constructor se salvará, pero como quien apenas se escapa atravesando un muro de llamas. (1Co.3:12-15)
        3. Muchos de los que ahora son los primeros, serán los últimos; y los que ahora son los últimos serán los primeros. (Mt.19:30)
      4. Temor a la disciplina divina
        1. Amados hermanos, no quiero que se olviden de lo que les sucedió a nuestros antepasados hace mucho tiempo en el desierto. Todos fueron guiados por una nube que iba delante de ellos y todos caminaron a través del mar sobre tierra seca. Todos ellos fueron bautizados en la nube y en el mar como seguidores de Moisés. Todos comieron el mismo alimento espiritual y todos bebieron la misma agua espiritual. Pues bebieron de la roca espiritual que viajaba con ellos, y esa roca era Cristo. Sin embargo, Dios no se agradó con la mayoría de ellos, y sus cuerpos fueron dispersados por el desierto. Esas cosas sucedieron como una advertencia para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo como hicieron ellos, ni rindamos culto a ídolos como hicieron algunos de ellos. Como dicen las Escrituras: «El pueblo celebró con abundante comida y bebida, y se entregó a diversiones paganas». Y no debemos cometer inmoralidad sexual como hicieron algunos de ellos, lo cual causó la muerte de veintitrés mil personas en un solo día. Tampoco deberíamos poner a prueba a Cristo como hicieron algunos de ellos, y luego murieron mordidos por serpientes. 10 Y no murmuren como lo hicieron algunos de ellos, y luego el ángel de la muerte los destruyó. 11 Esas cosas les sucedieron a ellos como ejemplo para nosotros. Se pusieron por escrito para que nos sirvieran de advertencia a los que vivimos en el fin de los tiempos. (1Co.10:1-11)
        2. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor, y también de la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor, y también de la mesa de los demonios. 22 ¿O vamos a provocar a celos al Señor? ¿Acaso somos más fuertes que él? (1Co.10:21-22)
        3. Entonces Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué has permitido que Satanás llenara tu corazón? Le mentiste al Espíritu Santo y te quedaste con una parte del dinero. La decisión de vender o no la propiedad fue tuya. Y, después de venderla, el dinero también era tuyo para regalarlo o no. ¿Cómo pudiste hacer algo así? ¡No nos mentiste a nosotros sino a Dios!». En cuanto Ananías oyó estas palabras, cayó al suelo y murió. Todos los que se enteraron de lo sucedido quedaron aterrados. Después unos muchachos se levantaron, lo envolvieron en una sábana, lo sacaron y lo enterraron. Como tres horas más tarde, entró su esposa sin saber lo que había pasado. Pedro le preguntó: —¿Fue este todo el dinero que tú y tu esposo recibieron por la venta de su terreno? —Sí—contestó ella—, ese fue el precio. Y Pedro le dijo: —¿Cómo pudieron ustedes dos siquiera pensar en conspirar para poner a prueba al Espíritu del Señor de esta manera? Los jóvenes que enterraron a tu esposo están justo afuera de la puerta, ellos también te sacarán cargando a ti. 10 Al instante, ella cayó al suelo y murió. Cuando los jóvenes entraron y vieron que estaba muerta, la sacaron y la enterraron al lado de su esposo. 11 Gran temor se apoderó de toda la iglesia y de todos los que oyeron lo que había sucedido. (Hch.5:5-11)
        4. Mientras tanto, las iglesias en toda Judea, Galilea y Samaria vivían en paz y eran edificadas en el temor del Señor, y su número iba en aumento por la fuerza del Espíritu Santo. (Hch.9:31)
        5. Pues, si alguno come el pan y bebe de la copa sin honrar el cuerpo de Cristo, come y bebe el juicio de Dios sobre sí mismo. 30 Esa es la razón por la que muchos de ustedes son débiles y están enfermos y algunos incluso han muerto. 31 Si nos examináramos a nosotros mismos, Dios no nos juzgaría de esa manera. 32 Sin embargo, cuando el Señor nos juzga, nos está disciplinando para que no seamos condenados junto con el mundo. (1Co.11:29-32)
        6. «Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo». (He.12:5-6)
        7. ¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio. Si no te arrepientes, iré y quitaré de su lugar tu candelabro. (Ap.2:5)
        8. Por lo tanto, ¡arrepiéntete! De otra manera, iré pronto a ti para pelear contra ellos con la espada que sale de mi boca. (Ap.2:16)
        9. Por eso la voy a postrar en un lecho de dolor, y a los que cometen adulterio con ella los haré sufrir terriblemente, a menos que se arrepientan de lo que aprendieron de ella. 23 A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y a cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus obras. (Ap.2:22-23)
        10. Si no te mantienes despierto, cuando menos lo esperes caeré sobre ti como un ladrón. (Ap.3:3)
        11. Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca. (Ap.3:16)
        12. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado. (Ap.15:4)
      5. Temor a apartarte
        Siempre debe haber en ti un temor a apartarte.

        1. Rescaten a otros arrebatándolos de las llamas del juicio. Incluso a otros muéstrenles compasión pero háganlo con mucho cuidado, aborreciendo los pecados que contaminan la vida de ellos. (Jud.1:23)
        2. ¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! 25 Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. 26 Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. 27 Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado. (1Co.9:24-27)
        3. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mt.7:21-23)
        4. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. 17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas. (He.12:15-17)
        5. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. (1Ti.4:16)
  3. De guatemala a guatepeor

    1. Llegar al hades

      1. En el infierno, en medio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. 24 Así que alzó la voz y lo llamó: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego”. 25 Pero Abraham le contestó: “Hijo, recuerda que durante tu vida te fue muy bien, mientras que a Lázaro le fue muy mal; pero ahora a él le toca recibir consuelo aquí, y a ti, sufrir terriblemente. Además de eso, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieren pasar de aquí para allá no pueden, ni tampoco pueden los de allá para acá”. 27 »Él respondió: “Entonces te ruego, padre, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, 28 para que advierta a mis cinco hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento”. (Lc.16:23-28)
    2. y del hades al infierno

      1. Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno. 12 Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. 13 El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho. 14 La muerte y el infierno fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda. 15 Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego. (Ap.20:11-15)
    3. Visualiza el escenario

      1. A tu último respiro en la cama del hospital fuiste llevado no, por ángeles, sino por horribles seres infernales, al hades. Estos demonios te apretaban y quemaban los brazos mientras que te arrastraban con violencia a través de una caverna a las profundidades de la tierra. En esta travesía tu no veías nada, todo estaba muy oscuro, solo oías que se burlaban de ti con carcajadas diabólicas las cuales se entremezclaban con los terribles alaridos, y chillidos de gente que no veías. Tu estabas aterrado, sabías la verdad, sabías que esto pasaría, pero en algún punto de tu vida cristiana dejaste de creerlo. Ahora era demasiado tarde, eras confrontado con la cruda realidad. Con alaridos desde lo más profundo de tu ser empiezas a clamar a Jesús, tal vez te conteste… pero solo oías aún más fuerte las carcajadas de los demonios que te cargaban, pues disfrutaban verte en ese estado de desesperación. Al fondo entre tanta oscuridad empezabas a ver un resplandor rojizo, que se hacía cada vez más fuerte conforme se acercaban al final de la tunel… estaban llegando a las entrañas del centro de la tierra. Era el resplandor de un lago de azufre que se extendía tan lejos como tus ojos podían ver. Este colindaba con cavernas y más túneles y pozos en lo que parecía ser una gran recinto bajo la tierra. Los demonios te arrojan a las orillas del lago, tu caes al piso rocoso de esta inmensa caverna. El piso quemaba como fuego, pero también estaba plagado de insectos y gusanos grotescos que se te empezaban a subir por las manos y tu torso. Estabas aterrado, querías gritar, pero dificilmente podías respirar. Era como si te  hubieran golpeado el vientre y te hubieran sacado el aire, y tratataras de recuperarlo pero sin poder lograrlo. Con el terrible hedor a putrefacción, a caño, a azufre, daban ganas de contener la respiración pero el sentido de continua asfixia era más terrible que el olor, así que seguías respirando tratando de mitigarlo. En tu intento por levantarte ves en el lago cabezas y brazos en llamas que se asomaban a la superficie, solo para volverse a hundir en el fondo, en un continuo burbujeo de azufre. Tus fuerzas se habían ido, sentías una terrible debilidad y dolor en todo tu cuerpo como si tuvieras una terrible enfermedad con calentura y cuerpo cortado aumentado 100 veces. Con las bichos en tu cuerpo subiéndote y mordisqueandote no sabías que era peor, si el sentido de enfermedad o las alimañas sobre ti. Batallaste enormemente para sostenerte sobre tus dos manos y tus rodillas… cuando vez que una mano esqueletica con algo de piel te toma la mano: había pozos a la orilla del lago con gente adentro que sufría en llamas y con gusanos entrando y saliendo de sus cuencas en las cara. El esqueleto que te tomó de la mano gimió: “ayudaaaaa”. Pero era inútil, tu estabas en ninguna condición de ayudar a nadie. A ti te aguardaba otro lugar en ese terrible lugar del infierno, un lugar resguardado para todos los apóstatas. Un enorme demonio de unos tres metros de alto se acerca a ti y te toma con una mano envolviéndote el torso con ella, como si fueras un muñeco. Con sus garras que se clavaban en ti, se sentían como miles de navajas se encajaran en tu cuerpo… él te cargaba a una sección de dicha caverna. Tu aterrado te arrepentías, clamabas por perdón, llorabas, pataleabas con las pocas fuerzas que tenías… pero era demasiado tarde.
      2. Se escuchó la voz de Jesús como de trueno que retumbaba en todo el hades llamándote, a ti y a todos ahí, a la vida. En un abrir y cerrar de ojos estabas en otro lugar, un grandioso trono blanco de unos 5 metros de alto con un enorme ser ahí sentado frente a ti, su luz era demasido fuerte para verle bien. Aunque el escenario era celestial, era temible: sabías que era el juicio final. 2 hermosos ángeles te resguardaban. Sentías un gran alivio de no estar en el lugar de tormento donde habías estado todo este tiempo, pero tu corazón palpitaba de terror sintiendo la adrenalina recorrer tu cuerpo pues sabías que te esperaba algo peor: el lago de fuego. En el juicio escuchaste cada uno de tus pecados, y se te recriminó por haber dejado la fe y a Cristo para seguir tus propios caminos: los placeres pecaminosos que este mundo te ofrecía, y por haber desviado a otros junto contigo, particularmente tu esposa y tus hijos. Tu decías que los sentías, que ya habías aprendido la lección, que te dieran una oportunidad. Pero nadie se mutaba con tus argumentos y alaridos de perdón y misericordia. Pronto eras trasladado a algo parecido un gran muelle que daba de frente, no al mar, sino a un lago rojo, los cielos eran negros y solo se veía el resplandor rojizo del lago. Habías sido esposado y, resguardado por un ángel, estabas por ser echado ahí, tu solo sentías terror absoluto al saber que estarías, no un rato, no un año, sino toda la eternidad, sin salida, sin esperanza en dicho lugar. Al escuchar que alguien gritaba tu nombre volteas a tu lado y a lo lejos veías a otra persona así como tu con un ángel a su lado, lo alcanzas a distinguir: era tu hijo, quien había recibido la misma condenación que tu, y con lloridos decía “ayudame papá, ayudameeee, por tu culpa estoy aquí… nunca me advertiste, nunca me enseñaste de Dios… ayudameeee, no quiero morir”. Tu alma se abrumaba de tu castigo, pero ahora estaba doblemente abrumada porque un ser querido que había estado a tu cuidado, tu propio hijo, recibía una condena similar, por tu culpa. Solo gritabas “Perdoname hijooo, perdóname”… en eso sentiste un empujón para caer de ese gran muelle al lago. Esos segundos de caída serían el último alivio que experimentarías por toda la eternidad.
      3. Toda la humanidad vendrá a adorarme semana tras semana y mes tras mes. 24 Y cuando salgan, verán los cadáveres de los que se han rebelado contra mí. Los gusanos que los devoran nunca morirán, y el fuego que los quema nunca se apagará. Todos los que pasen por allí se llenarán de horror absoluto (Is.66:23-24)
      4. Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo. Porque, si el mensaje anunciado por los ángeles tuvo validez, y toda transgresión y desobediencia recibió su justo castigo, ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la oyeron nos la confirmaron (He.2:1-3)
    4. ¿Es injusto?

      No, no lo es… Si la condena tiene que reflejar el valor de aquello que se ofende o se daña… ¿que condena crees que se merezca el que peque contra el ser cuyo valor no se puede cuantificar? ¿qué condena podría vindicar el valor del único eterno Dios? Ni toda la humanidad que haya existido ni existirá, se igualan a su valor. El valor de todo lo que hay en el planeta, ni el planeta mismo, pudieran compararse con su valor. Ni nuestro planeta con todo lo que hay, ni nuestro sistema solar, ni nuestra vía lactea, ni todas las estrellas y planetas de nuestra galaxia, ni billones de universos, ni el cielo con todos sus ángeles se podrían comparar, ni remotamente, con el valor del Creador Todopoderoso.

      1. ¿Que castigo sería el apropiado para alguien que peca contra un ser así?
        Este es el verdadero problema del hombre: si su pecado a juzgar fuera solo contra su prójimo, el castigo no sería tan aterrador… pero el principal pecado a juzgar no es el realizado contra el hombre, sino el realizado contra el Dios Eterno.

        1. No son mandamientos de hombres lo que has roto, sino los de Dios
        2. No es la palabra de hombre la que has ignorado y menospreciado, sino la de Dios
        3. No es a un hombre a quien has ofendido, sino a Dios mismo.
      2. La condena tiene que reflejar el valor de lo ofendido, aquello contra lo cual pecaste.
        1. “Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo”
  4. La pérdida de temor de Dios entre cristianos

    Ha generado una falsa confianza: “Dios no nos va a castigar”

    1. “Dios me usa… todo está bien”

      »No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. 22 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” 23 Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!” (Mt.7:21-23)

    2. “Dios me bendice… todo está bien”

      Tú dices: “Soy rico, tengo todo lo que quiero, ¡no necesito nada!”. Y no te das cuenta de que eres un infeliz y un miserable; eres pobre, ciego y estás desnudo. (Ap.3:17), Yo sé todo lo que haces, que no eres ni frío ni caliente. ¡Cómo quisiera que fueras lo uno o lo otro!; 16 pero ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca!(Ap.3:15-16)

    3. “El perfecto amor echa fuera el temor”

      1. Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios; pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor… Dios es amor, y todos los que viven en amor viven en Dios y Dios vive en ellos; 17 y al vivir en Dios, nuestro amor crece hasta hacerse perfecto. Por lo tanto, no tendremos temor en el día del juicio, sino que podremos estar ante Dios con confianza, porque vivimos como vivió Jesús en este mundo. 18 En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor. (1Jn.4:18)
      2. andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros (Ef.5:2)
  5. El temor de Dios que no debes tener

    1. El temor a que vaya hacer algo irracional, injusto o caprichoso

      El temor no es a que él te vaya a hacer algo inesperada y sin razón alguna. Dios no es un Dios caprichoso, sino justo y amoroso. El temor que debes de tener es a que se comporte de forma justa, pues aunque es amoroso y tardo para la ira, no tendrá por inocente al culpable (Na.1:3).

      1. No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra. Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna. (Ga.6:7-8)
    2. El Temor no es a que vaya a abandonarnos o dejar de perdonarnos

      1. No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. 29 ¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; 30 y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. 31 Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones. (Mt.10:28-31)
      2. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. (1Jn.1:9)
      3. Grande es su fidelidad; sus misericordias son nuevas cada mañana. (Lm.3:23)
      4. Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. (Sal.51:17)

Alberto Vazquez Botello