La envidia

Youtube: https://youtu.be/4OppHfuO4qE

  1. Introducción

    1. Llegamos a Cristo con un montón de vicios y pecados

      1. Sí, somos hechos nuevas criaturas
        De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2Co.5:17)
      2. Es decir, naciste de nuevo, a nueva naturaleza
        De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. (Jn.3:3)
      3. Que te lleva a hacerle la guerra al pecado y comenzar un proceso de santificación

        1. Por lo tanto, amados hermanos, no están obligados a hacer lo que su naturaleza pecaminosa los incita a hacer; pues, si viven obedeciéndola, morirán; pero si mediante el poder del Espíritu hacen morir las acciones de la naturaleza pecaminosa, vivirán. Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. (Ro.8:12-14)
        2. Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. (Ef.4:22-24)
    2. El proceso de santificación incluye el deshacernos de la envidia

      1. Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, ahora que han probado lo bueno que es el Señor. (1Pe.2:1-3)
      2. Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida. No nos hagamos vanidosos ni nos provoquemos unos a otros ni tengamos envidia unos de otros. (Ga.5:25-26)
      3. Ya que nosotros pertenecemos al día, vivamos con decencia a la vista de todos. No participen en la oscuridad de las fiestas desenfrenadas y de las borracheras, ni vivan en promiscuidad sexual e inmoralidad, ni se metan en peleas, ni tengan envidia. (Ro.10:9)
    3. Para que así se convierte en algo del pasado

      1. En otro tiempo también nosotros éramos necios y desobedientes. Estábamos descarriados y éramos esclavos de todo género de pasiones y placeres. Vivíamos en la malicia y en la envidia. Éramos detestables y nos odiábamos unos a otros. Pero, cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador. (Tit.3:3-6)
  2. Le envidia te convierte en el malo de la historia

    Ya hemos hablado anteriormente de la calumnia, la deslealtad, el orgullo, etc, e incluso hemos tocado el tema de la envidia un poco en el taller de finanzas; y hoy quiero que profundicemos en el tema, ¿por qué? porque la envidia es particularmente siniestra; porque te convierte en el malo de la historia.

    1. Por envidia fue que Caín mató a Abel

      Tiempo después, Caín presentó al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo. Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo? Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero, si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo». Caín habló con su hermano Abel. Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató. (Gn.4:3-8)

    2. Por envidia de los pobladores Isaac tuvo que partir de la tierra donde moraba

      Isaac sembró en aquella región, y ese año cosechó al ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido. Así Isaac fue acumulando riquezas, hasta que llegó a ser muy rico. Esto causó que los filisteos comenzaran a tenerle envidia, pues llegó a tener muchas ovejas, vacas y siervos. Ahora bien, los filisteos habían cegado todos los pozos de agua que los siervos del padre de Isaac habían cavado. Así que Abimélec le dijo a Isaac: —Aléjate de nosotros, pues ya eres más poderoso que nosotros. Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Guerar, donde se quedó a vivir. (Gn.26:12-17)

    3. Por envidia los hijos de Israel vendieron a José

      Estos patriarcas tuvieron envidia de su hermano José y lo vendieron para que fuera esclavo en Egipto. (Hch.7:9)

    4. Por envidia había rivalidad entre las dos esposas de Israel

      Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. (Gn.30:1)

    5. Por envidia el pueblo de Israel se levantó contra Moisés y Aarón en el desierto

      La gente del campamento se puso celosa de Moisés y tuvo envidia de Aarón, el santo sacerdote del Señor. Por esa causa la tierra se abrió; se tragó a Datán y enterró a Abiram junto con los otros rebeldes. (Sal.106:16)

    6. Por envidia Saúl persiguió a David

      Ahora bien, cuando el ejército regresó, después de haber matado David al filisteo, de todos los pueblos de Israel salían mujeres a recibir al rey Saúl. Al son de liras y panderetas, cantaban y bailaban, y exclamaban con gran regocijo: «Saúl mató a sus miles, ¡pero David, a sus diez miles!» Disgustado por lo que decían, Saúl se enfureció y protestó: «A David le dan crédito por diez miles, pero a mí por miles. ¡Lo único que falta es que le den el reino!» Y a partir de esa ocasión, Saúl empezó a mirar a David con recelo. (1Sa.18:6-9)

    7. Por envidia los fariseos entregaron a Jesús

      [Pilato] se daba cuenta de que los jefes de los sacerdotes habían entregado a Jesús por envidia. (Mr.15:10)
    8. Por envidia los judíos entregaron a Esteban a la muerte (pues no le podían ganar en los debates)

      Con él se pusieron a discutir ciertos individuos de la sinagoga llamada de los Libertos, donde había judíos de Cirene y de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia. Como no podían hacer frente a la sabiduría ni al Espíritu con que hablaba Esteban, instigaron a unos hombres a decir: «Hemos oído a Esteban blasfemar contra Moisés y contra Dios». (Hch.6:9-11)

    9. Por envidia los líderes religiosos persiguieron a los apóstoles

      También de los pueblos vecinos a Jerusalén acudían multitudes que llevaban personas enfermas y atormentadas por espíritus malignos, y todas eran sanadas. El sumo sacerdote y todos sus partidarios, que pertenecían a la secta de los saduceos, se llenaron de envidia. Entonces arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel común. (Hch.5:16-18)

    10. Por envidia los judíos se oponían a Pablo

      1. A la semana siguiente, casi toda la ciudad fue a oírlos predicar la palabra del Señor. Cuando algunos judíos vieron las multitudes tuvieron envidia; así que calumniaban a Pablo y debatían contra todo lo que él decía. (Hch.13:44-45)
      2. Algunos judíos que escuchaban fueron persuadidos y se unieron a Pablo y Silas, junto con muchos hombres griegos temerosos de Dios y un gran número de mujeres prominentes. Entonces ciertos judíos tuvieron envidia y reunieron a unos alborotadores de la plaza del mercado para que formaran una turba e iniciaran un disturbio. (Hch.17:4-5)
    11. Por envidia se hacen contiendas y divisiones en el cuerpo de Cristo hasta el día de hoy

      1. Pues, donde hay envidias y ambiciones egoístas, también habrá desorden y toda clase de maldad. (Stg.3:16)
      2. ¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior? Desean lo que no tienen, entonces traman y hasta matan para conseguirlo. Envidian lo que otros tienen, pero no pueden obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra para quitárselo. Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios. Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer. (Stg.4:1-3)
      3. Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes. (2Co.12:20)
    12. Es el principal instrumento del enemigo para utilizarte

      1. Así como los que se mueven en amor son utilizados por Dios, los que se mueven en envidia son utilizados por Satanás.
      2. El verdadero amor no tiene envidia.
        El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. (1Co.13:4)
    13. La envidia es el corazón del peor sistema económico que se haya creado: el comunismo

      1. El modelo socialista humanista: apela a la codicia-envidia de los pobres para resolver la disparidad, y se utiliza al gobierno para despojar a los que tienen para darle a los que no tienen, hasta que todos tengan lo mismo y haya solo una clase (comunismo) y se acabe la envidia. En todos los países que se ha implementado ha traído lo contrario: pobreza, muerte y destrucción. El modelo bíblico no apela a la codicia-envidia, sino que apela a la generosidad voluntaria de los ricos o los que tienen recursos para resolver la disparidad (entre otras cosas).
    14. Lamentablemente es una de las motivaciones que mueven a muchos ministros

      1. Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad, pero otros lo hacen con buenas intenciones. (Fil.1:15)
        1. La mentira, la cobertura y el control es motivado por envidia:
          Juan le dijo a Jesús:—Maestro, vimos a alguien usar tu nombre para expulsar demonios, pero le dijimos que no lo hiciera porque no pertenece a nuestro grupo. (Mr.9:38)
  3. ¿Qué es la envidia? Analizando la envidia

    1. Su definición

      Sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee. Deseo de hacer o tener lo que otra persona tiene.

    2. Sus sinónimos

      Codiciar, tener celos

      1. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (Ex.20:17)
    3. Es la otra cara del orgullo

      La envidia se manifiesta como tal cuando estás en una posición de desventaja frente a otros, pero cuando estás en una mejor posición se manifiesta como orgullo. Son las dos caras de la misma moneda. Dices no “no tengo orgullo”, pero “tengo envidia”, la envidia se convertirá en orgullo estés en mejor posición, es decir, perderás piso. Por eso Dios no te puede dar más, porque no lo puedes soportar sin que te descarríes.

    4. La envidia rara vez es total

      Generalmente cuando surge la envidia surge hacia algún aspecto de una persona: su posición, o su título, o su éxito económico, o su esposa, o su esposo, o su ministerio… pero es raro que sea todo:

      1. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (Ex.20:17)
    5. Mentalidad que causa envidia

      Hay una forma de pensar que produce la envidia

      1. Creer que vales o eres mejor por tu posición, por tu título, por tus recursos, tus logros, tus relaciones, tus privilegios, etc.
        1. Por eso es indispensable que definamos nuestro valor en lo que Dios hizo por nosotros:
          1. Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto. (1Pe.1:18-19)
          2. Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. (Ef.1:4-6)
          3. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. (Ro.5:8)
        2. Nos hemos vuelto muy especiales para él porque creemos en él y le amamos
          1. Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él. (1Co.8:3)
          2. Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. (Jn.4:23)
          3. Les he entregado las palabras que me diste, y ellos las aceptaron; saben con certeza que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque son tuyos. (Jn.17:8-9)
        3. Y el valor de lo que logramos para Dios con nuestro trabajo para él, que lo veamos incierto hasta que estemos con él
          1. Así que no se jacten de seguir a un líder humano en particular… Así que, a Apolos y a mí, considérennos como simples siervos de Cristo, a quienes se nos encargó la tarea de explicar los misterios de Dios. Ahora bien, alguien que recibe el cargo de administrador debe ser fiel. En cuanto a mí, me importa muy poco cómo me califiquen ustedes o cualquier autoridad humana. Ni siquiera confío en mi propio juicio en este sentido. Tengo la conciencia limpia, pero eso no demuestra que yo tenga razón. Es el Señor mismo quien me evaluará y tomará la decisión. Así que no juzguen a nadie antes de tiempo, es decir, antes de que el Señor vuelva. Pues él sacará a la luz nuestros secretos más oscuros y revelará nuestras intenciones más íntimas. Entonces Dios le dará a cada uno el reconocimiento que le corresponda. Amados hermanos, puse el caso de Apolos y el mío propio como ilustración de lo que les vengo diciendo. Si prestan atención a lo que les cité de las Escrituras, no estarán orgullosos de uno de sus líderes a costa de otro. (1Co.3:21, 4:1-6)
          2. Pero muchos que ahora son los más importantes en ese día serán los menos importantes, y aquellos que ahora parecen menos importantes en ese día serán los más importantes. (Mt.19:28-30)
          3. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. (Fil.2:3)
      2. Creer que la historia que Dios preparó para otra persona es mejor que la tuya, y que puedes vivir lo que Dios preparó para otros
        1. Por eso tenemos que entender que las obras que preparó para ti, son solo para ti, y por lo mismo tienes una responsabilidad
          1. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Ef.2:10)
          2. Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! (1Co.9:16)
        2. Tenemos una historia única, que debemos aceptar y amar, pues con ella glorificaremos a Dios.
          1. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos. (Sal.139:16)
          2. Por eso dije: “Aquí me tienes —como el libro dice de mí—. He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad”. (He.10:7)
          3. El trans: no está agusto con su cuerpo y se quiere cambiar.
          4. El envidioso: no está agusto con su historia (lo que le tocó y las oportunidades que tiene), y quiere vivir la de otro… cuando ninguna historia por ti mismo trae satisfacción.
        3. Esa historia implica aceptar las consecuencias de tus propios errores… y las de tus antepasados
    6. Vacíos que causan envidia (pasiones)

      1. Hambre emocional no satisfecha
        1. ¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden. Y, cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones. (Stg.4:2-3)
        2. Pero los que viven con la ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción. (1Ti.6:9)
      2. Y viene del punto anterior: creer que eso que la otra persona tiene te va a satisfacer
        1. A otros pueda ser que le toque ser rico, y a ti no; o a otro famoso, y a ti no; a otra bonita, y a ti no… pero nada de eso satisface.
        2. No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece, porque cuando aman al mundo no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo. (1Jn.2:15-16)
      3. Lo que la quita es una satisfacción interna, una plenitud, una saciedad que solo la da el Señor
        1. Ahora bien, la verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos. (1Ti.6:6-8)
        2. —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. (Jn.7:37-39)
        3. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor. (Ro.5:5)
        4. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. (Sal.73:25)
        5. Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo y encontrarme unido a él… Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo. (Fil.3:7-9)
    7. Heridas que causan envidia

      1. Heridas mal fundadas —para las que no hay consuelo sino arrepentimiento
        La gente arruina su vida por su propia necedad, y después se enoja con el Señor (Sal.19:3)… o el prójimo. Ellos sienten que su prójimo los desplazó o les quitó algo: les quitaron la valoración o la aceptación, cuando es consecuencia de sus propias consecuencias, o es algo que ni siquiera deberían buscar (su vanagloria).

        1. Heridas como la de Abel: aceptaron a tu hermano, pero te rechazaron a ti
          1. No hay consuelo, sino arrepentimiento: debes reconocer que lo que ofreció no cumplió con los requisitos de Dios y el de su hermano sí, y tienes que aceptar las consecuencias de su decisión. Su hermano nada tiene que ver con su rechazo, sino sólo su acción.
        2. Heridas como las de los líderes judíos: te sentiste desplazado por el ministerio de otros (los apóstoles).
          1. No hay consuelo sino arrepentimiento: debes deja de buscar tu gloria y debes estar contento de que Dios es glorificado y gente está siendo bendecida.
        3. Heridas como la Saúl: se resintió de que David fuera promovido y él desplazado
          1. No hay consuelo sino arrepentimiento: debe reconocer que su rechazo fue producto de su desobediencia e infidelidad a Dios, y debe asumir las consecuencias con humildad.
      2. Heridas fundamentadas
        1. Heridas de cualquier índole: alguien te hizo algo malo (o que consideras malo), algo que te hirió, y si no lo lidias, vas a querer que le vaya mal, y/o no le ayudarás o harás algún bien pues tu quieres su mal, por la herida… Si a esa persona le va bien, o es bendecido, o prospera, cuando a tu juicio merece que le vaya mal, y al que le va mal es a ti, definitivamente caerás en la envidia.
      3.  Heridas propician
        1. A la venganza: como el caso de Caín con Abel.
        2. A hacer un daño: hermanos de José.
        3. A que te resientas con el éxito de tal persona: Saúl con David.
    8. Hábitos que causan envidia (mala crianza)

      1. Padres pueden criar a hijos perfilados para la envidia ¿Cómo?
        cuando siempre te dieron todo lo que quisiste y no te enseñaron contentamiento te perfilan para resentirte con aquellos que bloquean o no te dan lo que deseas.

        1. Dándoles todo lo que quieran, no les enseñan contentamiento con lo que tienen… así, estarán insatisfechos hasta obtenerlo.
        2. Dándoles todo lo que quieran o demanden, les enseñas a resentirse contra aquellos que no se lo dan, o contra aquellos que estorban el que lo obtengan.
        3. Su continuo comportamiento lo vuelve un hábito difícil de romper.
      2. Relacionarte con gente snob-elitista
        1. «Las malas compañías corrompen el buen carácter». (1Co.15:33)
  4. Descubriendo la envidia

    1. La envidia se esconde

      1. Tras una fachada de jactancias (pretensiones) mentirosas
        Pero si tienen envidias amargas y ambiciones egoístas en el corazón, no encubran la verdad con jactancias y mentiras. (Stg.3:14)
      2. Los líderes judíos encubrían su envidia de piedad
        Al ver lo que sucedió, muchos de entre la gente que estaba con María creyeron en Jesús; pero otros fueron a ver a los fariseos para contarles lo que Jesús había hecho. Entonces, los principales sacerdotes y los fariseos convocaron al Concilio Supremo. «¿Qué vamos a hacer?—se preguntaron unos a otros—. Sin duda, ese hombre realiza muchas señales milagrosas. Si lo dejamos seguir así, dentro de poco todos van a creer en él. Entonces, el ejército romano vendrá y destruirá tanto nuestro templo como nuestra nación». Caifás, quien era el sumo sacerdote en aquel tiempo, dijo: «¡No saben de qué están hablando! No se dan cuenta de que es mejor para ustedes que muera un solo hombre por el pueblo, y no que la nación entera sea destruida». No dijo eso por su propia cuenta; como sumo sacerdote en aquel tiempo, fue guiado a profetizar que Jesús moriría por toda la nación. (Jn.11:45-51)
      3. No es de sorprenderse pues engañoso es el corazón
        Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? (Jer.17:9)
    2. Síntomas

      La envidia no es una acción, sino una actitud, una disposición del corazón: lo que la hace fácilmente disfrazable. Pero inevitablemente se manifestará lo que hay en el corazón.

      1. Desear / hacer un mal
        1. Caín mató a Abel, y aunque el texto no dice que fue por envídia, sabemos por su comportamiento que fue así:
          Tiempo después, Caín presentó al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo. Entonces el Señor le dijo: «¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué andas cabizbajo? Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero, si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo». Caín habló con su hermano Abel. Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató. (Gn.4:3-8)

          1. ¿Por qué sabemos que es así? porque la envidia se distingue por el deseo de hacer daño a otra persona por esta tener algo que tu deseas.
          2. Que se quede sin el beneficio, sin la comisión, sin lo que desea, sin la casa ¿por qué? no es una asunto de justicia
      2. Orgullo
        1. La envidia se menifiesta como tal cuando estás en una posición de desventaja frente a otros, pero cuando estás en una mejor posición se manifiesta como orgullo. Son las dos caras de la misma moneda. Dices: “no tengo orgullo”, pero “tengo envidia”, la envidia se convertirá en orgullo cuando estés en mejor posición, es decir, perderás piso. Por eso Dios no te puede dar más, porque no lo puedes soportar sin que te descarríes.
      3. El Snob y elitismo
        El deslumbrarse por la posición y títulos

        1. Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos. Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera, ya no lo conocemos así. (2Co.5:16)
        2. Dicho sea de paso, su fama de grandes líderes a mí no me afectó para nada, porque Dios no tiene favoritos. (Ga.2:6)
        3. Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? (Stg.2:1-4)
          1. Malos pensamientos: mal criterio de evaluación: sigues creyendo que el valor de una persona está en lo que vale o lo que tiene.
      4. Deslealtad
        1. Esa es la historia de cómo el pueblo de Israel derrotó a Madián, y este nunca se recuperó. Y hubo paz en la tierra durante el resto de la vida de Gedeón, unos cuarenta años más. 29 Luego Gedeón, hijo de Joás, volvió a su casa. 30 Le nacieron setenta hijos varones, porque tuvo muchas esposas. 31 Además tuvo una concubina en Siquem que le dio un hijo, a quien él llamó Abimelec. 32 Gedeón murió muy anciano, y fue enterrado en la tumba de su padre Joás, en Ofra, en la tierra del clan de Abiezer. 33 En cuanto murió Gedeón, los israelitas se prostituyeron al rendir culto a las imágenes de Baal y al hacer a Baal-berit su dios. 34 Se olvidaron del Señor su Dios, quien los había rescatado de todos los enemigos que los rodeaban. 35 Tampoco mostraron lealtad alguna con la familia de Jerobaal (es decir, Gedeón), a pesar de todo el bien que él había hecho por Israel. Un día Abimelec, hijo de Gedeón, fue a Siquem para visitar a sus tíos, los hermanos de su madre. Les dijo a ellos y al resto de su familia materna: «Pregúntenles a los ciudadanos prominentes de Siquem si prefieren ser gobernados por los setenta hijos de Gedeón o por un solo hombre. ¡Y recuerden que soy de la misma sangre que ustedes!». Entonces los tíos de Abimelec transmitieron ese mensaje a los ciudadanos de Siquem. Y después de escuchar la propuesta, el pueblo de Siquem decidió por Abimelec, porque era pariente de ellos. Le dieron setenta monedas de plata del templo de Baal-berit, las cuales él usó para contratar a unos hombres alborotadores e imprudentes que aceptaron seguirlo. Fue a la casa de su padre en Ofra y allí, sobre una misma piedra, mató a sus setenta medios hermanos, los hijos de Gedeón. Pero Jotam, el hermano menor, escapó y se escondió. Entonces todos los ciudadanos prominentes de Siquem y de Bet-milo convocaron una reunión bajo el roble que está junto a la columna de Siquem y proclamaron rey a Abimelec. Cuando Jotam se enteró, subió a la cima del monte Gerizim y gritó: «¡Escúchenme, ciudadanos de Siquem! ¡Escúchenme a mí si quieren que Dios los escuche a ustedes! Cierta vez los árboles decidieron elegir un rey. Primero le dijeron al olivo: “¡Reina sobre nosotros!”. Pero el olivo se negó diciendo: “¿Dejaría yo de producir el aceite de oliva que bendice a Dios y a la gente, solo para mecerme por encima de los árboles?”. 10 »Entonces le dijeron a la higuera: “¡Reina sobre nosotros!”. 11 Pero la higuera también se negó diciendo: “¿Dejaría yo de producir mi dulce fruto, solo para mecerme por encima de los árboles?”. 12 »Entonces le dijeron a la vid: “¡Reina sobre nosotros!”. 13 Pero la vid también se negó diciendo: “¿Dejaría yo de producir el vino que alegra a Dios y a la gente, solo para mecerme por encima de los árboles?”. 14 »Finalmente todos los árboles le dijeron al espino: “¡Reina sobre nosotros!”. 15 Y el espino les respondió a los árboles: “Si realmente quieren que yo sea su rey, vengan a refugiarse bajo mi sombra. Si no, que salga fuego de mí y consuma los cedros del Líbano”». 16 Jotam continuó: «Ahora asegúrense de haber actuado honorablemente y de buena fe al elegir como rey a Abimelec, y de haberse portado bien con Gedeón y todos sus descendientes. ¿Lo trataron con la honra que se merece por todo lo que realizó? 17 Pues él luchó por ustedes y arriesgó su vida cuando los rescató de los madianitas. 18 Pero hoy ustedes se rebelaron contra mi padre y sus descendientes al matar a sus setenta hijos sobre una misma piedra. Y escogieron a Abimelec, hijo de su esclava, para que sea rey de ustedes, solo porque es su pariente. 19 »Si hoy han actuado honorablemente y de buena fe hacia Gedeón y sus descendientes, entonces que tengan alegría con Abimelec y que él tenga alegría con ustedes. 20 Pero si no han actuado de buena fe, ¡que salga fuego de Abimelec y consuma a los ciudadanos prominentes de Siquem y de Bet-milo, y que salga fuego de los ciudadanos de Siquem y de Bet-milo y consuma a Abimelec!». (Jue.8:28-9:20)
      5. Rebelión contra la autoridad
        1. Cuando envidias al líder (trabajo, ministerio, etc.), esto provoca que busques socavarlo, traicionarlo, dañarlo para quedarte con lo de él.
        2. Por eso Miriam y Aarón criticaron a Moisés
          Mientras estaban en Hazerot, Miriam y Aarón criticaron a Moisés porque se había casado con una cusita. Dijeron: «¿Ha hablado el Señor solamente por medio de Moisés? ¿Acaso no ha hablado también a través de nosotros?». Y el Señor los oyó.(Ahora bien, Moisés era muy humilde, más que cualquier otra persona en la tierra). (Nm.12:1-3)
      6. División
        1. Como envidias lo que tiene, te separas, te divides, pues es tu competencia.
        2. Te bloqueas a cualquier asociación en el área que envidias.
        3. Nota: hay separaciones que son con la motivación correcta.
      7. Falta de empatía
        El no gozarte en la bendición, promoción, mejora de tu prójimo.

        1. Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. (Ro.12:15)
          1. Al contrario: te alegras cuando llora, y lloras cuando te alegras.
          2. Cuando envidias a alguien no puedes desear ni quieres que le vaya bien.
          3. De hecho, te consuelas con que le vaya peor que a ti.
        2. No te alegras que su ministerio prospere:
          Entonces los discípulos de Juan fueron a decirle: —Rabí, el hombre que estaba contigo al otro lado del río Jordán, a quien identificaste como el Mesías, también está bautizando a la gente. Y todos van a él en lugar de venir a nosotros. Juan respondió: —Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo conceda desde el cielo. Ustedes saben que les dije claramente: “Yo no soy el Mesías; estoy aquí solamente para prepararle el camino a él”. Es el novio quien se casa con la novia, y el amigo del novio simplemente se alegra de poder estar al lado del novio y oír sus votos. Por lo tanto, oír que él tiene éxito me llena de alegría. Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos. (Jn.3:26-30)
        3. Jesús en cambio
          De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. (Jn.14:12)
      8. El opacar, censurar bloquear al que envidias
        1. Juan le dijo a Jesús:—Maestro, vimos a alguien usar tu nombre para expulsar demonios, pero le dijimos que no lo hiciera porque no pertenece a nuestro grupo. (Lc.9:49)
      9. El quitarle aquello que envidias-codicias
        1. El ponerle tropiezos para que lo pierda
        2. El robarle lo que tiene
        3. El destruir lo que tiene
      10. Falsa preocupación espiritual
        1. Al ver lo que sucedió, muchos de entre la gente que estaba con María creyeron en Jesús; pero otros fueron a ver a los fariseos para contarles lo que Jesús había hecho. Entonces, los principales sacerdotes y los fariseos convocaron al Concilio Supremo. «¿Qué vamos a hacer?—se preguntaron unos a otros—. Sin duda, ese hombre realiza muchas señales milagrosas. Si lo dejamos seguir así, dentro de poco todos van a creer en él. Entonces, el ejército romano vendrá y destruirá tanto nuestro templo como nuestra nación». Caifás, quien era el sumo sacerdote en aquel tiempo, dijo: «¡No saben de qué están hablando! No se dan cuenta de que es mejor para ustedes que muera un solo hombre por el pueblo, y no que la nación entera sea destruida». No dijo eso por su propia cuenta; como sumo sacerdote en aquel tiempo, fue guiado a profetizar que Jesús moriría por toda la nación. (Jn.11:45-51)
      11. El cerrarte a recibir de esa persona en algún área (en la que lo envidias)
        1. No recibes su enseñanza porque envidias lo que se le ha dado
        2. No puedes hacer negocios con él porque envidias su trabajo: “necesitas lo que él te ofrece pero no lo recibes”
        3. No puedes asociarte ministerialmente porque envidias su ministerio (es tu competencia)
        4. Batallas en recibir ayuda de ella porque en teoría tu debes estar en mejor condición y ella en peor condición
      12. La constante crítica y desaprobación sin misericordia
        1. Cuando envidias a una persona lo buscas desacreditar o bajar de nivel con críticas.
        2. Los fariseos por envidia criticaban y buscaban algo para condenarlo, desacreditarlo.
          Donde había un hombre que tenía una mano paralizada. Como buscaban un motivo para acusar a Jesús, le preguntaron: —¿Está permitido sanar en sábado? (Mt.12:10)
        3. Motivación: buscaban una falla para acusarlo (a espaldas)… no para corregirlo por amor, preocupación y bien de él.
      13. El buscar tu beneficio a costa del propósito principal
        1. En un equipo: no pasa la bola para meter él gol… aunque pierda el equipo
        2. En un negocio: hace que pierda la empresa dinero o eficiencia con tal de que él sea mejor
        3. Ministerio: no importa que el reino no crezca (por yo bloquear a otros)… mientras que yo siga siendo el primero
        4. En el gobierno: no importa que gente no sea atendida y los servicios no se den eficientemente… yo debo salir primero
      14. La irracionalidad                                                                                                      Buscan dañarte o quitarte la posibilidad de obtengas o ganes algo, aunque ellos también pierdan
        1. Oye dame el permiso para ampliar la casa, no vas a poner nada de dinero y te va aumentar la plusvalía en tu casa
        2. Oye véndeme la casa te pago más que lo obtendrías en el mercado: “no, prefiero vendérsela a otra persona”
        3. Oye la casa se va perder, véndemela a mí… “prefiero que se pierda que a vendértela a ti”.
        4. Oye, estás en necesidad económica, te paso clientes: “no, si no son todos para mi, prefiero no ganar nada”
        5. Oye si nos asociamos y juntamos producción podemos ganas más: “no, prefiero perder el bono antes que darte la oportunidad de ganar o brillar más”. “yo prefiero hacer algo similar a lo tuyo pero mío”.
        6. Oye necesitas que te ayuden con esto: prefiero que te ayuden
      15. El egoísmo
        1. Ministerial y personalmente no ayudas a otros que logren lo que tu tienes, al contrario, los bloqueas.
        2. *Esto no significa que regales y compartas los secretos de tu negocio. Cuando es negocio y se rige bajo otro principio: el de recompensar-compensar económicamente al que invirtió ingenio, tiempo, trabajo, y recursos para obtener una ganancia, en lo que otros logran.
  5. Envidia vs la buena competencia o inspiración

    1. Inspiración

      La inspiración se diferencía de la envidia: en que cuando una persona te inspira te rompe las barreras mentales de lo que puedes llegar a ser o hacer, o te anima a seguir, para alcanzar los mismos resultados a la par que esa persona. Con la envidia quieres lo que él tiene y que él no lo tenga. No quieres añadirte a donde él está y compartir los mismos resultados, sino que quieres quitarlo de ahí y tú ser el único.

    2. Competencia

      La buena competencia: cuando puedes reconoces el buen trabajo del contrincante y celebras su triunfo junto con él. El que tiene envidia, no reconoce al contrincante ni tiene la capacidad de felicitarlo por su triunfo, al contrario se reciente contra el ganador.

  6. La cura

    1. Reconocer tu condición y arrepentirte —sin esto no hay cambio.
    2. Renovar tu forma de pensar —y desarrollar el hábito.
    3. Buscar la llenura de Dios —la saciedad que produce tu relación con Dios.
    4. Mantener un corazón sano —asegurar que tu corazón esté libre de resentimientos.
    5. Cambiar hábitos —buscar el éxito de otros y ayudarles, gozarte que hagan cosas mayores para Dios.

Alberto Vazquez Botello