Los Pactos 1: La herencia de la Iglesia

Youtube: https://youtu.be/znQQjpngsCQ

  1. Una herencia ignorada, una promesa olvidada

    1. Que somos coherederos junto con Cristo de las promesas que le pertenecen a él

      1. Y el plan de Dios consiste en lo siguiente: tanto los judíos como los gentiles que creen la Buena Noticia gozan por igual de las riquezas heredadas por los hijos de Dios. Ambos pueblos forman parte del mismo cuerpo y ambos disfrutan de la promesa de las bendiciones porque pertenecen a Cristo Jesús. (Ef.3:6)
        1. los gentiles son, junto con Israel, beneficiarios de la misma herencia, miembros de un mismo cuerpo y participantes igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio. (Ef.3:6)
      2. El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. 17 Y, si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues, si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. (Ro.8:16-17)
    2. Herederos de la Promesa dada a Abraham y su descendencia

      1. por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa… Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, 27 porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. 28 Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús. 29 Y, si ustedes pertenecen a Cristo, son la descendencia de Abraham y herederos según la promesa. (Ga.3:14,26-29)
      2. Algunas ramas del árbol de Abraham —algunos del pueblo de Israel— han sido arrancadas; y ustedes, los gentiles, que eran ramas de un olivo silvestre, fueron injertados. Así que ahora ustedes también reciben la bendición que Dios prometió a Abraham y a sus hijos, con lo cual comparten con ellos el alimento nutritivo que proviene de la raíz del olivo especial de Dios. (Ro.11:17)
  2. El origen de las promesas, de la herencia

    1. El pacto de Abraham

      1. Se le promete la bendición y victoria sobre sus enemigos
        1. El Señor le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti». (Gn.12)
        2. —El Señor dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que 17 ciertamente te bendeciré. Multiplicaré tu descendencia hasta que sea incontable, como las estrellas del cielo y la arena a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos; 18 y mediante tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas. Todo eso, porque me has obedecido (Gn.22:16-18)
      2. Se le promete la Tierra
        1. Entonces el Señor se le apareció a Abram y le dijo: «Daré esta tierra a tu descendencia». Y Abram edificó allí un altar y lo dedicó al Señor, quien se le había aparecido. (Gn.12:7)
        2. Después de que Lot se separó de Abram, el Señor le dijo: «Abram, levanta la vista desde el lugar donde estás, y mira hacia el norte y hacia el sur, hacia el este y hacia el oeste. 15 Yo te daré a ti y a tu descendencia, para siempre, toda la tierra que abarca tu mirada. 16 Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tus descendientes. 17 ¡Ve y recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo daré!» (Gn.13:14-17)
        3. Entonces el Señor le dijo: —Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los caldeos para darte esta tierra como posesión. Pero Abram respondió: —Oh Señor Soberano, ¿cómo puedo estar seguro de que realmente voy a poseerla?… Entonces el Señor hizo un pacto con Abram aquel día y dijo: «Yo he entregado esta tierra a tus descendientes, desde la frontera de Egipto hasta el gran río Éufrates, la tierra que ahora ocupan los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, los hititas, los ferezeos, los refaítas,  los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos».(Gn.15:7-8, 18-21)
          1. Nota que la promesa de la tierra es a Abraham y a su descendencia.
          2. Nota que puso claramente las fronteras para que no haya confusión
      3. Se le promete descendencia incontable
        1. Entonces el Señor llevó a Abram afuera y le dijo: —Mira al cielo y, si puedes, cuenta las estrellas. ¡Esa es la cantidad de descendientes que tendrás! (Gn.15:5)
        2. —El Señor dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que 17 ciertamente te bendeciré. Multiplicaré tu descendencia hasta que sea incontable, como las estrellas del cielo y la arena a la orilla del mar. (Gn.22:16-17)
      4. Dichas promesas las recibió por la fe y dicha fe se le tomó como justicia
        1. Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido. 22 Por eso se le tomó en cuenta su fe como justicia. (Ro.4:20-23)
        2. Y Abram creyó al Señor, y el Señor lo consideró justo debido a su fe. (Gn.15:5-6)
      5. Fue algo que se le prometió como pacto perpetuo bajo juramento
        1. Estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia, como pacto perpetuo, por todas las generaciones. Yo seré tu Dios, y el Dios de tus descendientes. A ti y a tu descendencia les daré, en posesión perpetua, toda la tierra de Canaán, donde ahora andan peregrinando. Y yo seré su Dios…(Gn.17:7-8)
        2. —El Señor dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que 17 ciertamente te bendeciré. Multiplicaré tu descendencia hasta que sea incontable, como las estrellas del cielo y la arena a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos; 18 y mediante tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas. Todo eso, porque me has obedecido (Gn.22:16-18)
      6. Y se le dio la circuncisión como señal de ese pacto perpetuo
        1. Abraham se le tomó en cuenta la fe como justicia. 10 ¿Bajo qué circunstancias sucedió esto? ¿Fue antes o después de ser circuncidado? ¡Antes, y no después! 11 Es más, cuando todavía no estaba circuncidado, recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que se le había tomado en cuenta por la fe. (Ro.4:9-11)
        2. Circuncidarán la carne de su prepucio, y esa será la señal del pacto entre nosotros… Todos deben ser circuncidados. Llevarán en su cuerpo la marca de mi pacto eterno. 14 Todo varón que no sea circuncidado será excluido de la familia del pacto por romper el pacto (Gn.17:11,13,14)
          1. Como el arco-iris es un recordatorio del pacto que Dios hizo con la tierra para no destruirla por inundación, La circuncisión es un recordatorio del pacto que celebró con Abraham y su descendencia para a) ser su Dios, y b) darles la tierra (Gn.17:7-8)
          2. Los que no cumplían con la circuncisión eran excluidos de este pacto
      7. Aunque Abraham circuncidó a Ismael, Dios le dijo que el pacto sería por medio del hijo de la promesa: Isaac.
        1. Por eso le dijo a Abraham: ―¡Echa de aquí a esa esclava y a su hijo! El hijo de esa esclava jamás tendrá parte en la herencia con mi hijo Isaac. 11 Este asunto angustió mucho a Abraham porque se trataba de su propio hijo. 12 Pero Dios le dijo a Abraham: «No te angusties por el muchacho ni por la esclava. Hazle caso a Sara, porque tu descendencia se establecerá por medio de Isaac. 13 Pero también del hijo de la esclava haré una gran nación, porque es hijo tuyo». (Gn.21:10-13)
        2. Y lo reitera Pablo:
          ¿Pero qué dicen las Escrituras al respecto? «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la mujer esclava no compartirá la herencia del hijo de la mujer libre» (Ga.4:30)
        3. Dios se lo confirma a Isaac:
           El Señor se le apareció a Isaac y le dijo: «No desciendas a Egipto, sino haz lo que yo te digo. Vive aquí como extranjero en esta tierra, y yo estaré contigo y te bendeciré. Yo, con estas palabras, confirmo que te daré todas estas tierras a ti y a tu descendencia, tal como le prometí solemnemente a Abraham, tu padre. Haré que tus descendientes sean tan numerosos como las estrellas de los cielos, y les daré todas estas tierras. Y mediante tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas.  (Gn.26:2-4)
      8. Y aunque Isaac tuvo dos hijos, el pacto no pasó a Esaú sino a su hijo Jacob (Israel)
        1. Confirmado por Isaac (su padre):
          Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le ordenó: ―No te cases con ninguna mujer de aquí de Canaán. Vete ahora mismo a Padán Aram, a la casa de Betuel, tu abuelo materno, y cásate allá con una de las hijas de tu tío Labán. Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y haga que salgan de ti numerosas naciones. Que también te dé, a ti y a tu descendencia, la bendición de Abraham, para que puedan poseer esta tierra donde ahora vives como extranjero, esta tierra que Dios le prometió a Abraham. (Gn.28:1-4)
        2. Confirmado por Dios:
          En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra sobre la que estás acostado. 14 Tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. Te extenderás de norte a sur, y de oriente a occidente, y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. 15 Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido (Gn.28:13-15)
      9. Abraham esperaba una herencia eterna
        1. ¿Qué tanto no se la había revelado a Abraham?
          Abraham, el padre de ustedes, se alegró mientras esperaba con ansias mi venida; la vio y se llenó de alegría. (Jn.8:56)
        2. Los insights de Abraham
          “A ti y tu descendencia”… Abraham sabía que Dios estaba hablando enserio, y que él poseería dicha tierra —lo cual nunca lo hizo en vida, pues vivió como forastero, como dice Hebreos: “todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido” (He.11:39) ¿Entonces? Al confiar en las promesas de Dios estaba creyendo en la vida eterna, en que Dios lo levantaría de la tierra, en un día futuro, para tomar su herencia prometida… una herencia eterna.
        3. Esto lo confirma el autor de Hebreos
          Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba.
           Incluso cuando llegó a la tierra que Dios le había prometido, vivió allí por fe, pues era como un extranjero que vive en carpas. Lo mismo hicieron Isaac y Jacob, quienes heredaron la misma promesa. 10 Abraham esperaba con confianza una ciudad de cimientos eternos, una ciudad diseñada y construida por Dios. (He.11:8-10)
        4. La vida eterna era algo que los santos del A.T. creían

          1. Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra.  26 Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios! 27 Yo mismo lo veré; así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro! (Job.19:25-27)
          2. En cuanto a ti, sigue tu camino hasta el final. Descansarás y, entonces, al final de los días, te levantarás para recibir la herencia que ha sido guardada para ti. (Dn.12:13)
        5. Jesús corroboraba esto
          1. Les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente, y participarán en el banquete con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos. 12 Pero a los súbditos del reino se les echará afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes. (Mt.8:11-12)
          2. Habrá llanto y rechinar de dientes, porque verán a Abraham y a Isaac y a Jacob junto con todos los profetas en el reino de Dios, pero ustedes serán echados fuera. 29 Y vendrán personas de todas partes del mundo —del oriente y del occidente, del norte y del sur— para ocupar sus lugares en el reino de Dios. (Lc.13:28-29)
          3. En Jerusalén, el Señor de los Ejércitos Celestiales preparará un maravilloso banquete para toda la gente del mundo. Será un banquete delicioso con vino añejo y carne de primera calidad. Allí él quitará la nube de tristeza, la sombra de muerte que cubre la tierra. ¡Él devorará a la muerte para siempre! El Señor Soberano secará todas las lágrimas y quitará para siempre los insultos y las burlas contra su tierra y su pueblo. ¡El Señor ha hablado! (Is.25:6-8)
    2. El pacto de David

      1. Al linaje de David se le promete el reino de Israel
        1. Te anuncio, además, que yo, el Señor, te edificaré una casa [a David]. Cuando tu vida llegue a su fin y vayas a reunirte con tus antepasados, yo pondré en el trono a uno de tus descendientes, a uno de tus hijos, y afirmaré su reino. Será él quien construya una casa en mi honor, y yo afirmaré su trono para siempre. Yo seré su padre, y él será mi hijo. Jamás le negaré mi amor, como se lo negué a quien reinó antes que tú. Al contrario, para siempre lo estableceré en mi casa y en mi reino, y su trono será firme para siempre.” (1Cr.17:10-14)
      2. Y a Jerusalén como la capital desde donde se ejercerá dicho reino
        1. Aquí [en Jerusalén] están los tronos donde se emiten los juicios, los tronos de la dinastía de David. (Sal.122:3-5)
        2. Jerusalén es la ciudad del gran Rey. (Mt.5:35)
        3. Pues el Señor declara: «He puesto a mi rey elegido en el trono de Jerusalén, en mi monte santo». (Sal.2:6-9)
        4. Esto dice el Señor«Cuando del cautiverio traiga a Israel de regreso a casa y cuando restablezca su bienestar, Jerusalén será reedificada sobre sus ruinas y el palacio reconstruido como antes. (Jer.30:18)
        5. En aquel día, Jerusalén será conocida como ‘el Trono del Señor’. Todas las naciones acudirán a Jerusalén para honrar al Señor. Ya no seguirán tercamente sus propios malos deseos. (Jer.3:17)
        6. Muchos pueblos vendrán y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señora la casa del Dios de Jacob!, para que nos enseñe sus caminos y andemos por sus sendas». Porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor. (Is.2:3)
      3. …y donde será también el centro de culto a Dios
        1. Pues el Señor ha escogido a Jerusalén;  ha querido que sea su hogar. 14 «Este es mi lugar de descanso para siempre —dijo—; viviré aquí porque este es el hogar que he deseado. (Sal.132:13-14)
        2. Pero rechazó a los descendientes de José; no escogió a la tribu de Efraín. 68 En cambio, eligió a la tribu de Judá, y al monte Sión, al cual amaba. 69 Allí construyó su santuario tan alto como los cielos, tan sólido y perdurable como la tierra. (Sal.78:67-69)
        3. ¡Qué grande es el Señor, cuán digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, situada sobre su monte santo! (Sal.48:1)
        4. elegí a Jerusalén para habitar en ella, y a David para que gobernara a mi pueblo Israel”. (2Cr.6:6)
          1. Dios había dicho que escogería el lugar de su altar
            al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová. (Dt.12:11)
          2. Lo escogió en el sucedo de la plaga por el censo indebido
            el ángel de Jehová ordenó a Gad que dijese a David que subiese y construyese un altar a Jehová en la era de Ornán jebuseo. (1Cr.21:18)
          3. Fue ahí donde Salomón edificó el templo
            Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo. (2Cr.3:1)
        5.  y muchas naciones se acercarán, diciendo: «Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Dios mismo nos instruirá en sus caminos, y así andaremos en sus sendas». Porque de Sión viene la instrucción; de Jerusalén, la palabra del Señor. (Mi.4:2)
    3. Ambos pactos, el Abráhamico y el Davínico, son tan firmes como las leyes de la naturaleza

      1. Esto dice el Señor: así como no cambiaría las leyes que gobiernan el día y la noche, la tierra y el cielo, así tampoco rechazaré a mi pueblo. Nunca abandonaré a los descendientes de Jacob o de mi siervo David ni cambiaré el plan de que los descendientes de David gobiernen a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. En cambio, yo los restauraré a su tierra y tendré misericordia de ellos. (Jer.33:25-26)
  3. Ambos pactos se cumplen y expanden en Jesús

    1. Por el pacto con Abraham y su descendencia Dios otorgó a la nación de Israel la tierra prometida.

      1. Así que el Señor le entregó a Israel toda la tierra que había jurado darles a sus antepasados, y los israelitas la tomaron para sí y se establecieron en ella. 44 Y el Señor les dio descanso en todo el territorio, tal como se lo había prometido solemnemente a los antepasados de ellos. Ningún enemigo pudo hacerles frente, porque el Señor los ayudó a conquistar a todos sus enemigos. 45 Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad. (Jos.21:43-45)
    2. Por el pacto con David vemos que Dios procuró que no faltara descendiente suyo en el trono de Israel

      1. En cuanto a ti, si me sigues con integridad y rectitud como lo hizo tu padre David y obedeces todos mis mandatos, decretos y ordenanzas, entonces estableceré tu dinastía en el trono de Israel para siempre. Pues a tu padre David le prometí: “Siempre habrá uno de tus descendientes en el trono de Israel”. (1Re.9:4-5, ver tambien 1Re.11:13)
    3. Por dichos pactos Dios alargaba su misericordia sobre el pueblo de Israel cuando eran desobedientes

      1. Por mi causa y por consideración a David mi siervo defenderé esta ciudad y la salvaré (2Re.19:34)
      2. Pero el Señor no quiso destruir a Judá por consideración a su siervo David, pues le había prometido mantener encendida para siempre una lámpara para él y sus descendientes. (2Re.8:19)
    4. Sin embargo, ni el pacto de Abraham, ni el pacto de David se cumplieron en su plenitud.

      1. Israel nunca conquistó por completo la tierra, al contrario, llegaron al punto del exilio; y el reino del linaje de David se vió disminuido, menosacabado y truncado.
    5. Y es que estos pactos no hallarían su cumplimiento completo y permanente sino hasta con Jesús, el Mesías.

      1. El Mesías cumple el requisito de ser descendiente de Abraham y David
        El siguiente es un registro de los antepasados de Jesús el Mesías, descendiente de David y de Abraham… (Mt.1:1)
      2. El Cristo se cumple el Pacto Abrahámico
        por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones… Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. (Ga.3:14-16)
      3. En Cristo se cumple el pacto Davinico:
        El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David. Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin! (Lc.1:32-33)

        1. En ese día, el heredero del trono de David será estandarte de salvación para el mundo entero. Las naciones se reunirán junto a él, y la tierra donde vive será un lugar glorioso. (Is.11:10)
      4. De hecho, se cumplen todas las promesas dadas a los patriarcas en los pactos.
        Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!» (2Co.1:20)
    6.  Pero no solo se cumplen, se expanden (con pactos específicos que Dios estableció con el Mesías.)

      1. No solo se le da la tierra de Canaan, sino toda la tierra, no solo se le da el reino de Israel, sino de toda las naciones
        El rey proclama el decreto del Señor«El Señor me dijo: “Tú eres mi hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre. Tan solo pídelo, y te daré como herencia las naciones, toda la tierra como posesión tuyaLas quebrarás con vara de hierro y las harás pedazos como si fueran ollas de barro”».10 Ahora bien, ustedes reyes, ¡actúen con sabiduría! ¡Quedan advertidos, ustedes gobernantes de la tierra! 11 Sirvan al Señor con temor reverente y alégrense con temblor. 12 Sométanse al hijo de Dios, no sea que se enoje y sean destruidos en plena actividad, porque su ira se enciende en un instante. ¡Pero qué alegría para todos los que se refugian en él!
        (Sal.2:7-9)

        1. En este pacto, puedes ver que la expansión de la tierra no es para todo el pueblo de Israel, sino solo para el Mesías. Entonces, mientras que a Israel como pueblo descendiente de Abraham se le da la tierra de Canaan como su posesión en perpetuidad, al Mesías se le da el mundo entero.
        2. Esto ya había sido revelado a Abraham pues Pablo dice:
          En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia. (Ro.4:13)
    7. La Biblia está llena de las gloriosas descripciones de bendición que implican estos pactos con el Mesías.

      1. Promesa de perdón de pecados, de un cambio de corazón.
      2. Promesas de victoria sobre la muerte.
      3. Promesa del culto a Dios restaurado.
      4. Promesa de abundancia y gran riqueza material
      5. Promesas de justicia perpetua
      6. Promesas de restauración y armonía en la naturaleza.
    8. El cumplimiento de dichos pactos no se verán sino hasta que el reino del Mesías se establezca.

      1. Tanto los santos del A.T. como los del N.T. seguimos esperando

        1. Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. 40 Esto sucedió para que ellos no llegaran a la meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor. (He.11:39-40)
        2. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. 23 Y no solo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? 25 Pero, si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia.
      2. Este derecho no lo ha ejercido todavía
        Si Dios puso bajo él todas las cosas, entonces no hay nada que no le esté sujeto. Ahora bien, es cierto que todavía no vemos que todo le esté sujeto. (He.2:8)
      3. Pero este derecho a la tierra Cristo la reclamará al final, en su regreso:
        Tocó el séptimo ángel su trompeta, y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: «El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos». (Ap.11:15)
      4. Nota como el Mesías toma posesión, no solo de la tierra, sino de todas la naciones (las personas).
        El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los que pecan y hacen pecar. (Mt.13:41)
        Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. 32 Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como separa el pastor las ovejas de las cabras. 33 Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda. (Mt.25:31-32)
  4. La iglesia, por ser el cuerpo de Cristo, participa de dicha bendición —la tierra y el reino

    1. La iglesia forma parte de Cristo

      1. Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. (1Co.12:12)
      2. Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. (Ef.5:23)
    2. Al formar parte de Cristo somos partícipes de las promesas dadas a Abraham, a David y a Cristo mismo

      1. por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa… Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, 27 porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. 28 Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús. 29 Y, si ustedes pertenecen a Cristo, son la descendencia de Abraham y herederos según la promesa. (Ga.3:14,26-29)
        1. Al ser revestidos de Cristo nos volvemos descendencia de Abraham… y de David, tal como lo es Cristo (nos volvemos en una extensión de él).
    3. Por el pacto Abrahamico a los creyentes se nos promete la tierra y la bendición

      1. En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia.(Ro.4:13)
      2. Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia. (Mt.5:5)
      3. Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella. (Sal.37:29)
      4. El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos». (Ap.11:15)
    4. Por el pacto Davínico a los creyentes (al cuerpo de Cristo) se nos promete el reino

      1. Prometió que los descendientes de David reinarían
        Nunca abandonaré a los descendientes de Jacob o de mi siervo David ni cambiaré el plan de que los descendientes de David gobiernen a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. (Jer.33:26)
      2. Por eso aunque los creyentes son de diferentes tribus y naciones, les prometió en reino:
        Ahora bien, ustedes son los que han estado siempre a mi lado en mis pruebas. 
        29 Por eso, yo mismo les concedo un reino, así como mi Padre me lo concedió a mí, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. (Lc.22:28-30)
      3. Al Mesías se le dio el reino sobre las naciones
        Pídeme,
        y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra! Las gobernarás con puño de hierro; las harás pedazos como a vasijas de barro». (Sal.2:8-9)
      4. Y a la iglesia se nos permite participar en dicha promesa (somos coherederos)
        Al que salga vencedor y cumpla mi voluntad hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones 
        27 —así como yo la he recibido de mi Padre— y “él las gobernará con puño de hierro; las hará pedazos como a vasijas de barro”. (Ap.2:26-28).
      5. Se le prometió un trono perpetuo
        El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David. Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin! (Lc.1:32-33)
      6. Nosotros también, se nos promete un trono, e igual de perpetuo.
        Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono. (Ap.3:21)… Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre. (Dn.7:18)
      7. Participamos de su gloria, si es que participamos de sus sufrimientos

        1. Si sufrimos, también reinaremos con él (2Ti.2:12)
        2. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también sea inmensa su alegría cuando se revele la gloria de Cristo. (1Pe.4:13)
      8. Por eso las palabras de aliento de Jesús
        No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. (Lc.12:32) 
      9. La iglesia, a diferencia de Israel (los santos del A.T.), se convierte así en la élite gobernante
        1. Por el pacto Abrahámico cumplido en Jesus, heredamos la tierra y sus bendiciones. La nación de Israel una parte, Cristo con su iglesia todo el mundo… y el cielo.
        2. Por el pacto Davínico cumplido en Jesús, heredamos el gobierno, no solo de sobre Israel, sino sobre todas las naciones del mundo… y los ángeles.
        3. De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. (Mt.11:11)
      10. Ahora entiendes porque dice que somos reyes y sacerdotes
        1. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. (Ap.1:5-6)
        2. Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. (Ap.5:9-10)
        3. Somos los representantes de Dios que establecerán su gobierno sobre la tierra en unión con Cristo.
  5. La misma esperanza, en diferentes niveles

    1. La esperanza de la iglesia, es la misma que la de los santos del A.T.: la tierra, la bendición y el gobierno del mundo
    2. Por estar en Cristo, participamos de las promesas dadas a Abraham y su descendencia.
    3. Por estar en Cristo, participamos de las promesas dadas a David y su descendencia.
    4. Por estar en Cristo, participamos de todas las promesas dadas al pueblo de Israel
    5. Esto quiere decir que los pactos y promesas de Dios con el pueblo de Israel no se han roto, ni anulado, ni remplazado, al contrario siguen firmes… la iglesia solo vino a incorporarse a ellos tomando un lugar especial en ellos.
    6. ¿La iglesia entonces no sustituye al pueblo de Israel? No, sino que se incluye como un pequeño subgrupo dentro de él
    7. Al leer la Biblia, puedes gozarte con las promesas dadas a Abraham, a David, a la nación de Israel, y al mismo Mesías… pues son tuyas, son tu herencia!

      1. Así que no se jacten de seguir a un líder humano en particular. Pues a ustedes les pertenece todo: 22 ya sea Pablo o Apolos o Pedro, o el mundo, o la vida y la muerte, o el presente y el futuro. Todo les pertenece a ustedes, 23 y ustedes pertenecen a Cristo, y Cristo pertenece a Dios. (1Co.3:21-23)
      2. Ustedes piensan que ya tienen todo lo que necesitan. Creen que ya son ricos. ¡Hasta han comenzado a reinar sin nosotros en el reino de Dios! Yo desearía que en verdad ya estuvieran reinando, porque entonces nosotros estaríamos reinando con ustedes. (1Co.4:8)

Alberto Vazquez Botello