Básicos Cristianos 5: Salvación por Fe

Youtube:https://youtu.be/DNuZXp_vkuE

  1. Una salvación inalcanzable

    1. Hemos afirmado

      1. Ya establecimos que todos hemos pecado
      2. Que la paga del pecado es muerte
      3. Esto aplica aún a los que no conocen a Dios o tienen su Palabra
      4. Que la destrucción por una eternidad es la sentencia apropiada para alguien contra
      5. Que Dios por ser justo tiene que dar la condena que merecemos
    2. No hay escapatoria

      1. Si digo “voy a cambiar, y ya no voy a pecar más de hoy en delante” ¿quién te borra los pecados anteriores?
      2. Por más que quieras cambiar, tu naturaleza pecaminosa te esclaviza al pecado.
      3. Por tu naturaleza pecaminosa no podrás agradar a Dios, pues aún las cosas buenas las harías por motivos egoístas.
      4. Aún, si pudieras vencer la naturaleza pecaminosa., hay muchas áreas que están mal y ni siquiera lo sabes y que te tomaría toda una vida ser perfeccionado sin alcanzar la perfección.
      5. Aparte, ¿quién podría pagar la condena eterna tuya y la del resto de la humanidad?
    3. Por lo tanto, tenemos una deuda impagable

      1. Nadie puede redimirse de la muerte pagándole un rescate a Dios. La redención no se consigue tan fácilmente, pues nadie podrá jamás pagar lo suficiente. (Sal.49:7-8)
      2. Cuando éramos totalmente incapaces de salvarnos, Cristo vino en el momento preciso y murió por nosotros, pecadores. Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena; pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Entonces, como se nos declaró justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios. (Ro.5:6-9)
      3. Por eso el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al comenzar a hacerlo, se le presentó uno que le debía miles y miles de monedas de oro. Como él no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, y todo lo que tenía, para así saldar la deuda. El siervo se postró delante de él. “Tenga paciencia conmigo —le rogó—, y se lo pagaré todo”. El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad. (Mt.18:23-27)
  2. Dios ofrece la salvación gratuitamente

    1. Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. Sin embargo, Dios nos declara justos gratuita y bondadosamente por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron en el pasado, porque miraba hacia el futuro y de ese modo los incluiría en lo que llevaría a cabo en el tiempo presente. Dios hizo todo eso para demostrar su justicia, porque él mismo es justo e imparcial, y declara a los pecadores justos a sus ojos cuando ellos creen en Jesús. (Ro.3:23-26)
    2. Por medio de la fe

      1. Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano. Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras, y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. (1Co.15:1-5)
      2. Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. (Ro.10:9)
  3. La salvación se obtiene por la fe en Jesús, no por obras

    1. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. (Jn.3:16)
    2. El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. (Jn.3:18)
    3. Jesús les dijo: —La única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha enviado. (Jn.6:29)
    4.  Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. (Ef.2:8-9)
    5. Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos. (Ro.11:32)
    6. Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige… Él justificará por la fe a los que están circuncidados y, mediante esa misma fe, a los que no lo están. (Ro.3:28-30)
    7. La gente no es considerada justa por sus acciones sino por su fe en Dios, quien perdona a los pecadores. (Ro.4:5)
    8. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. (Ro.5:1)
    9. Aunque los gentiles no trataban de seguir las normas de Dios, fueron declarados justos a los ojos de Dios; y eso sucedió por medio de la fe. Pero los hijos de Israel, que se esforzaron tanto en cumplir la ley para llegar a ser justos ante Dios, nunca lo lograron. (Ro.9:30-31)
    10. Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia. (Ro.10:4)
    11. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. (Ro.11:6)
    12. Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la ley, sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la ley; porque por estas nadie será justificado. (Ga.2:16)
    13. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo. (Ga.2:21)
    14. Al darles Dios su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la ley o por la fe con que han aceptado el mensaje? Así fue con Abraham: «Le creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia» (Ga.3:5-6)
    15. Dicho de otra manera, la ley fue nuestra tutora hasta que vino Cristo; nos protegió hasta que se nos declarara justos ante Dios por medio de la fe. (Ga.3:24)
    16. Ya no me apoyo en mi propia justicia, por medio de obedecer la ley; más bien, llego a ser justo por medio de la fe en Cristo. Pues la forma en que Dios nos hace justos delante de él se basa en la fe. (Fil.3:9)
    17. Pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo» (Ro.10:13)
  4. Cuál es la lógica de que la salvación gratuita

    1. Manifiesta el amor de Dios

      1. Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor, sino como una deuda. (Ro.4:4)

        1. Cuando la gente trabaja, el salario que recibe no es un regalo sino algo que se ha ganado. (Ro.4:4)
      2. Y como es mediante la bondad de Dios, entonces no es por medio de buenas acciones. Pues, en ese caso, la gracia de Dios no sería lo que realmente es: gratuita e inmerecida. (Ro.11:6)
      3. Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. (Ef.2:8-9)
      4. Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores. (Ro.5:8)
    2. Gana tu corazón

      1. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. (1Jn.4:19)
      2. ―Simón, tengo algo que decirte. ―Dime, Maestro —respondió.  ―Dos hombres le debían dinero a cierto prestamista. Uno le debía quinientas monedas de plata, y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. Ahora bien, ¿cuál de los dos lo amará más? ―Supongo que aquel a quien más le perdonó —contestó Simón. ―Has juzgado bien —le dijo Jesús. Luego se volvió hacia la mujer y le dijo a Simón: ―¿Ves a esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me diste agua para los pies, pero ella me ha bañado los pies en lágrimas y me los ha secado con sus cabellos. Tú no me besaste, pero ella, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con aceite, pero ella me ungió los pies con perfume. Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama. (Lc.7:40-47)
    3. Te mantiene humilde

      1. ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál principio? ¿Por el de la observancia de la ley? No, sino por el de la fe. Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige. (Ro.3:27-28)
      2. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. (Ef.2:9)
    4. La salvación incluye la capacidad de hacer verdaderas buenas obras

      1. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y, si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. (Ro.8:7-9)
      2. ―Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—. Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre. Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres. (Ro.8:34-36)
  5. ¿Contradicción entre fe y obras?

    Como pueden ver, a una persona se la declara justa por las obras, y no solo por la fe. (Stg.2:24)

    1. No, sino que esta haciendo una distinción entre una fe viva y una muerta, una fe verdadera de una falsa

      1. Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. (Stg.2:17)
      2. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? (Stg.2:20
      3. Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. (Stg.2:26)
    2. La verdadera fe (la que salva) produce obras, frutos…. las obras siguen a la verdadera fe

      1.  ¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos. El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad. En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del que obedece su palabra. De este modo sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que permanece en él debe vivir como él vivió. (1Jn.2:3-6)
      2. El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar. Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver. (1Jn.2:9-11)
      3. No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre. (1Jn.2:15)
      4. Queridos hijos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como él es justo. El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo. Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios. Así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es hijo de Dios; ni tampoco lo es el que no ama a su hermano.(1Jn.3:7-10)
      5. Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en ningún asesino permanece la vida eterna. (1Jn.3:14-15)
      6. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. (1Jn.4:8)
      7.  Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. (1Jn.4:20)
      8.  ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. (1Co.6:9-10)
      9. Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Ga.5:19-21)
      10. Los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? (Ro.6:2)
    3. En otras palabras, la verdadera fe implica un arrepentimiento

      Porque la fe es para reconciliarte con Dios —no para ir al cielo o tener la vida eterna… sino para que volver a él, restaurar tu relación con él y seguir sus caminos.

      1. ¿Piensan ustedes que esos galileos, por haber sufrido así, eran más pecadores que todos los demás? ¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan. ¿O piensan que aquellos dieciocho que fueron aplastados por la torre de Siloé eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan. (Lc.13:2-5)
      2. También se escribió que este mensaje se proclamaría con la autoridad de su nombre a todas las naciones, comenzando con Jerusalén: “Hay perdón de pecados para todos los que se arrepientan”. (Lc.24:47)
      3. Comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras. (Hch.26:20)
  6. ¿Puedes caer de la gracia?

    1. Si te apartas de la fe

      1. Si te desvías de la verdad y crees otro evangelio diferente
        Ellos han abandonado el camino de la verdad al afirmar que la resurrección de los muertos ya ocurrió; de esa manera, desviaron de la fe a algunas personas. (2Ti.2:18)
      2. Si a la fe la haces insuficiente y le tratas de añadir otra cosa como buenas obras
        Aquellos de entre ustedes que tratan de ser justificados por la ley han roto con Cristo; han caído de la gracia. (Ga.5.4)
      3. Si no permaneces hasta el final en la fe
        1. Pero mi justo vivirá por la fe. y, si se vuelve atrás, no será de mi agrado. Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. (He.10:38-39)
        2. Pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. (Mt.24:13)
        3. Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios. (1Ti.4:1)
        4. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. (1Ti.4:16)
        5. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano. (1Co.15:2)
    2. Si ya no hay actitud de arrepentimiento sino una abierta rebeldìa

      1. Si aun así la persona se niega a escuchar, lleva el caso ante la iglesia. Luego, si la persona no acepta la decisión de la iglesia, trata a esa persona como a un pagano o como a un corrupto cobrador de impuestos. (Mt.18:17)
      2. Pero en esta carta quiero aclararles que no deben relacionarse con nadie que, llamándose hermano, sea inmoral o avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni siquiera deben juntarse para comer. (1Co.5:11)
      3. Y cuando la gente escapa de la maldad del mundo por medio de conocer a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, pero luego se enreda y vuelve a quedar esclavizada por el pecado, termina peor que antes. Les hubiera sido mejor nunca haber conocido el camino a la justicia, en lugar de conocerlo y luego rechazar el mandato que se les dio de vivir una vida santa. Demuestran qué tan cierto es el proverbio que dice: «Un perro vuelve a su vómito». Y otro que dice: «Un cerdo recién lavado vuelve a revolcarse en el lodo». (2Pe.2:20-22)
  7. ¿Se pierde la salvación? Si y No

    1. Para Dios no: pues el conoce quienes realmente se convirtieron y perseveraron hasta el final

      1. “Jamás os conocí” (Mt.7:23) habla de que ellos y Jesús nunca tuvieron un encuentro.
      2. “No los escogí y a vosotros… y uno es el diablo” (Jn.6:70) Dios ya sabe quien si y quien no.
      3. “Dios conoce a los que son suyos” (2Ti.2:19)
      4. “Mis ovejas nadie me las arrebata… no perecerán jamás” (Jn.10:27-28)
      5. “Si fuere posible hasta los elegidos” (Mt.24:24)
      6. “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros” (1Jn.2:19)
      7. “Nada nos podrá separar del amor de Cristo” (Ro.8:38-39)
      8. “Que no pierda a ninguno, sino que lo resucite” (Jn.6:39)
    2. Para nosotros si: nosotros no sabemos quien genuinamente es salvo o no. A nuestros ojos se pierde

      1. Probaos si estáis en la fe. (2Co.13:5)
      2. Esfuércense por demostrar los resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor. (Fil.2:12)
      3. Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios… Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. (1Ti.4:1; 16)
      4. En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre ustedes habrá falsos maestros que encubiertamente introducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los rescató. Esto les traerá una pronta destrucción. (2Pe.2:1)
      5. Aquellos de entre ustedes que tratan de ser justificados por la ley han roto con Cristo; han caído de la gracia. (Ga.5:4)
      6. Es imposible que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido una vez iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo y que han experimentado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de todo esto se han apartado. Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su propio mal, al Hijo de Dios, y lo exponen a la vergüenza pública. (He.6:4-6)
        1. La salvación no se pierde, porque si fuese así, no se puede recuperar, o nunca fue salvo, o nunca volverá a ser salvo (el Espíritu Santo ya no lo redarguye de pecado, no puede volver a la fe)
      7. Si después de recibir el conocimiento de la verdad pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados. (He.10:26)
      8. El que salga vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida, sino que reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. (Ap.3:5)
      9. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. (Ap.22:19)
      10. En términos prácticos
        1. Exhortamos porque si es, volverá, y si no es, se convertirá
          Hermanos míos, si alguno de ustedes se extravía de la verdad, y otro lo hace volver a ella, recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados. (Stg.5:19-20)

Alberto Vazquez Botello