Taller La Resolución para hombres – Sesión 14 – Promete ser hallado fiel

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“Prometo tratar de honrar a Dios, ser fiel a Su iglesia, obedecer Su Palabra y hacer Su voluntad”

 

Los hombres amamos la gloria. Nos encanta esa sensación de logro, de ser los primeros, del éxito en nuestras vidas, nos gusta ser reconocidos por algo que sabemos hacer bien. Lo malo es que a veces deseamos la gloria para nosotros mismos.

La manera más segura de obtener el reconocimiento de Dios es trabajar con humildad y sin egoísmos, actuar con fidelidad y responsabilidad. Jesús dijo que perdemos toda la recompensa de parte de Dios si hacemos las cosas solo para hacernos notar o con la motivación incorrecta. (Mateo.6:1-2)

“1 »¡Tengan cuidado! No hagan sus buenas acciones en público para que los demás los admiren, porque perderán la recompensa de su Padre, que está en el cielo. 2 Cuando le des a alguien que pasa necesidad, no hagas lo que hacen los hipócritas que tocan la trompeta en las sinagogas y en las calles para llamar la atención a sus actos de caridad. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que esa.”

Cada vez que alardeamos o presumimos o andamos en busca de reconocimiento de las personas lo que hacemos es deshonrarnos, olvidando que La Palabra de Dios nos dice claramente que “no debemos alabarnos nosotros mismos” (Proverbios.27:2) RVC

(Mateo.22:37) Cuando profesamos “amar a Dios sobre todas las cosas” debemos entender que ese concepto nos incluye a nosotros mismos, así que siempre deberíamos tender a honrarlo a Él antes que a nosotros mismos.

Dios dice que si deseamos vanagloriarnos debemos hacerlo por el hecho de conocerlo más a Él. (Jeremías.9:23-24) El principal propósito que Dios nos da es “adorarlo sólo a Él para siempre”. (Jeremías.32:39) El centro de todo lo que hagamos debe ser Jesucristo mismo. (Apocalipsis.4:11)

No busquemos la aprobación humana cuando la que cuenta es la de Dios, Él es quién nos creó por su soberana voluntad. Cuando las cosas salen bien la actitud correcta es reflejar la gloria hacia Dios y agradecerle cualquier cosa buena que hayamos hecho, esta actitud nos mantiene humildes, agradecidos y mejor preparados para ser usados nuevamente por nuestro Padre Celestial.

Si tienes alguna duda al respecto, puedes hacerte las siguientes preguntas: ¿mi vida, trata de mí o de Él? ¿Revelo que he sido redimido y que actúo como un hombre nuevo en Cristo? Si nuestra sincera respuesta es sí, entonces podremos decir con libertad. “Tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos” (Mateo.6:13) RV1960

Para concluir la primera parte de la sesión diremos dos cosas: 1) que Dios obtiene el crédito por todo lo que hacemos porque “de Él, por Él y para Él son todas las cosas” (Romanos.11:36) y 2) debemos hacer todo para la gloria de Dios (1Corintios.10:31). Él es digno y lo merece todo.

 

“Prometo ser fiel a Su iglesia”

El plan de Dios nunca ha sido que recorras el caminar de tu vida espiritual solo. Cuando te conectas con Cristo, también te conectas espiritualmente con los miembros del cuerpo de Cristo. (Romanos.12:5) Estamos unidos para siempre y nos necesitamos mutuamente. Si Jesús es tu Señor entonces formas parte de una gran familia espiritual, o sea, la iglesia. Por lo tanto, es indispensable que seamos fieles a Su iglesia. Y para ser parte, primeramente debemos pertenecer.

Todos hemos sido o podemos ser hipócritas en una o más áreas de la vida. Dentro y fuera de la iglesia. Si ves que alguien asiste a la iglesia y actúa mal no permitas que su desobediencia sea la causante de tu desobediencia. Esta jamás será una excusa válida para no congregarte. (Hebreos.10:25) (Salmo.133)

Dentro de tu familia espiritual siempre encontrarás hermanos que piensan y creen como nosotros y esto será un gran apoyo en nuestro caminar cristiano. Rodearnos de personas piadosas nos ayudará a aprender de nuestros errores y a animarnos mutuamente cuando sea necesario.

Jesús llama esposa a Su iglesia. Su amada. Su cuerpo. Él siempre obra a través de la iglesia para cumplir Su propósito en el mundo. La ama, murió por ella y la prepara para vivir en la presencia de Dios por la eternidad. (Efesios.5:25-27) De manera que si dices que amas a Jesús pero evitas la iglesia, es como si dijeras: “Te amo Jesús, pero no soporto a tu esposa”

 

Para facilitar un poco las cosas, aquí tienes 4 claves para tener éxito al involucrarte en una iglesia:

1.- Ve y participa. ¿Cómo podrías sentirte conectado, querido, amado y ministrado si nunca estás ahí? Congrégate muy frecuentemente, asiste, súmate a grupo pequeño de estudio bíblico. Encuentra un espacio para servir a la extensión del Reino. Únete a la diversión.

2.- Fija los ojos en Jesús y no en las personas. (Hebreos.13:5) Jesús nunca nos fallará, la gente a veces si lo hace. (1Pedro.4:19) NTV

3.- Sé una bendición y no un peso muerto. Da, sirve, alienta. Usa los dones y los talentos que Dios te dio para ser un miembro edificante del cuerpo. (Efesios.4:11-12) “11 Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. 12 Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo.”

4.- Comparte la vida con otros creyentes. Dios espera que nos amemos, que nos desafiemos, que nos alentemos, que nos sirvamos, que nos ayudemos, que lloremos y que gocemos juntos como iglesia. En pocas palabras, Dios desea que compartamos nuestras vidas.

Dios se deleita en la unidad de la iglesia y en el bien de Su pueblo. (Salmos.133:1)

 

“Prometo obedecer Su Palabra”

El tercer elemento de esta resolución es sobre obedecer La Palabra de Dios; el libro que revela los secretos para conocer a Dios, Su voluntad, para hallar propósito en la vida, para construir relaciones significativas, para administrar sabiamente los recursos que Dios nos manda, para formar un bello y fructífero matrimonio, para criar hijos fuertes y siervos de Dios, etc…

La opinión que tengas acerca de la Biblia determinará el curso de los siguientes años de tu vida y en las generaciones detrás de ti. La Biblia es el libro más leído y más estudiado, el más criticado y atacado. Satanás la odia, los ateos la niegan, los escépticos se burlan de ella, las falsas religiones la menosprecian, y los rebeldes la distorsionan y la usan mal.

¿Por qué tenemos tantas y tan variadas reacciones ante La Palabra de Dios? La respuesta es muy sencilla, porque nos humilla, nos deja en evidencia y nos hace rendir cuentas de nuestros pecados. Se te revela y también discierne los motivos de tu corazón. La Biblia es una verdad eterna con poder espiritual. Más que una pileta de reglas y mandamientos es un río de revelaciones de quién es Dios y su manera de operar. Explica lo que está bien, lo que está mal y lo que tendríamos que hacer al respecto.

La Biblia contiene registros históricos, parábolas espirituales, consejos atemporales, canciones de adoración y visiones proféticas que reunidos narran la historia completa del propósito redentor de Dios para los tiempos y la eternidad, de principio a fin.

El apóstol Pablo continuamente daba gracias a Dios (1Tesalonicenses.2:13) “Por lo tanto, nunca dejamos de darle gracias a Dios de que cuando recibieron su mensaje de parte nuestra, ustedes no consideraron nuestras palabras como solo ideas humanas. Tomaron lo que dijimos como la misma palabra de Dios, la cual, por supuesto, lo es. Y esta palabra sigue actuando en ustedes los que creen.”

No debes intimidarte ante Las Escrituras ya que estás revelarán tu verdadera condición espiritual pero además te lanzarán una soga salvadora para rescatarte según el plan de Dios. En todo momento “Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino!” (Salmos.119:105) RVC

No te quedes solamente con algunas verdades bíblicas, sino que debes someter toda tu vida a la sabiduría de Dios. Esta generación es “bíblicamente analfabeta” ya que a veces nos conformamos con conocer algunos versículos y con eso creemos que ya pensamos de acuerdo con la Biblia en todo.

Somos llamados a ser “hacedores de La Palabra” no solamente oidores. (Santiago.1:22) y para obrar según La Palabra primero hay que conocerla y creerla toda. 

Como el pastor y líder espiritual de tu familia, debes comprometerte a leer la Biblia diariamente y luego educar y pastorear a tu familia todos los días según las verdades que hayas en ella.

 

“Prometo obedecer Su voluntad”

Cuando hablamos de nuestro genuino deseo de ser discípulos de Jesús, debemos siempre recordar que Jesús dijo: “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envío” (Juan.6:38). Si en verdad hemos de ser como Jesús, debemos hacer la voluntad de Dios y no la nuestra. (Lucas.22:42) (Mateo.6:10)

Esa es la actitud correcta delante de Dios. “Hacer Su voluntad” no debe parecernos un misterio o acertijo difícil de descifrar, sino que significa que llevemos una manera de vivir que le produzca gozo y que busquemos cumplir con Su plan y Su propósito para nuestras vidas.

La mayor parte de Su voluntad ya está revelada en Las Escrituras. Cuanto más estudiemos Su Palabra y caminamos junto a Él, más descubrimos lo que le agrada y más fácilmente reconocemos lo que Él desea específicamente que hagamos ante cada situación para Su gloria.

Cualquiera que sea la voluntad específica de Dios para tu vida, puedes estar seguro de lo siguiente:

  • Siempre se ajustará a lo que Dios ya ha revelado en Su Palabra (Salmos.119:105)
  • Será más clara con el tiempo, cuanto más obedezcas lo que Él ya te ha dicho que hagas (Romanos.6:17-18)
  • Será confirmada con el tiempo con paz, pasión renovada y puertas abiertas (Colosenses.3:15-4:3)
  • De algún modo edificará a la iglesia y ayudará a difundir el evangelio entre los que se pierden (Mateo.29:18-20)

 

(Romanos.12:1-2) RVC “Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios!

2 Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto.”

Este pasaje fue explicado por Ron Dunn de la siguiente manera: que descubrimos la voluntad de Dios cuando nos presentamos a Él como sacrificio vivo (incluso antes de descubrir Su voluntad para nuestra vida), y somos transformados por la renovación de nuestra mente (al apartarnos del mundo y permanecer en la Palabra de Dios). Entonces conoceremos la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.

Y luego, cuando Él la revela, ¡con valor la cumplimos! Para Su placer y gloria. Se participe del mayor honor que podamos tener: Conocer la Palabra de Dios, pertenecer al pueblo de Dios y hacer la voluntad de Dios viviendo cada día para maximizar Su gloria y Su honra.

Gustavo Martinez Rojas