La Resolución para Hombres – Sesión 3 – Rompiendo cadenas del pasado

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  • Rompiendo las cadenas de nuestro pasado familiar

(2Cr.30:7)(2Cr.30:9) RVC. No sean como sus padres ni como sus hermanos, que se rebelaron contra el Señor y Dios de sus padres. Por eso él los entregó al desconsuelo, como pueden verlo. 8 No sean testarudos como sus padres, sino sométanse al Señor y vengan a su santuario, que él ha santificado para siempre. Sirvan al Señor su Dios, y el ardor de su ira se apartará de ustedes. 9 Si ustedes se vuelven al Señor, sus hermanos y sus hijos serán tratados con misericordia por quienes ahora los tienen cautivos, y volverán a esta tierra, porque el Señor su Dios es clemente y misericordioso, y no les volverá la espalda si ustedes se vuelven a él.»

(2Cor.5:17) De modo que si alguno está en Cristo, ya es una nueva creación; atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya todo es nuevo!

 

  • ¿Por dónde  debemos comenzar? ¿Cuál es la base de todos los compromisos que iremos haciendo?

Antes de comenzar a adentrarnos en cada punto de la Resolución es importante que identifiquemos un campo de batalla que generalmente nos afecta a todos y que influirá en el éxito futuro y la intención de continuar con los demás compromisos se verá muy limitada.

Esto es: necesitamos pedirle a Dios que rompa las cadenas de nuestra vida y de nuestro pasado. (Is.61:1) (Sal.107:10) (Sal.107:13-14)  Debemos convertirnos en hombres rompedores de cadenas que, respaldados por el poder de Dios, destruyamos las cadenas de cualquier cosa que nos impida dejar un nuevo legado de fidelidad al Señor. Dentro del árbol genealógico seremos como una horqueta que indica un nuevo camino de crecimiento, una nueva dirección.

Consiste básicamente en dejar atrás lo que desagrada a Dios y que lo hemos aprendido de nuestros padres y abuelos, dejando un legado de fe, fidelidad y bendición a sus hijos y nietos, dándoles un nuevo modelo de obediencia a seguir.

Tal como probablemente lo has aprendido en La Palabra de Dios, el pueblo de Israel se apartaba poco a poco de Dios a través que iban transcurriendo las generaciones desobedientes. (Jue.2:6-10) (Dt.1:35)

Sabemos que tus hijos no van a pagar por tus pecados como padre, sin embargo, debido a tu autoridad espiritual y a tu posición de influencia en la vida de tus hijos, producirás un impacto fuerte en quiénes son, lo que piensan, lo que experimentan, lo que creen y en la dirección que tomará el rumbo de sus vidas.

Solemos seguir el ejemplo de nuestros padres terrenales, andar por los mismos caminos, cometer los mismos errores, creer las mismas mentiras e incluso librar las mismas batallas con sus mismos problemas, adicciones, heridas emocionales, etc… Es decir, de quién debemos recibir el mejor ejemplo de fidelidad y obediencia a Dios es, en ocasiones de quién aprendemos a ir por la vida sin Dios.

Y esto pasará a tu familia a menos que te liberes de las debilidades familiares por el poder de Dios, al buscarlo, confiar en Él y seguir sus pasos. (Lc.1:50)

 

  • ¿Nuestros padres terrenales son culpables de cómo desarrollamos nuestra fe o de si tenemos o no una relación íntima con Dios?

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En este punto es importante destacar que en esta sesión no vamos a culpar a nuestros padres de nuestros propios problemas. Podrán haber influido en ti, pero ahora tú eres responsable de tus propios pecados.

Aparte de honrarlos (Éxodo.20:12), debes agradecer a Dios por tus padres terrenales, más allá del ejemplo que te hayan dado, sabiendo que es Dios quien estableció tu familia de origen (Sal.139:13; 16) (Ef.3:15) Dios le dio nombre a tu familia.

(Hech.17:24-27) RVC »El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos construidos por hombres, 25 ni se deja servir por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el contrario, él es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas. 26 De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios. 27 Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros»

Analicemos estos versículos, lo que dicen es:

  • Dios creó todo lo que hay en mundo, incluyéndonos a nosotros
  • Ha prefijado los tiempos precisos para todo, eso te incluye a ti también
  • Ha fijado los límites territoriales de cada familia y nación, eso incluye a tu familia
  • Hizo todo esto para que lo busquemos y lo podamos encontrar

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Lo que quiere decir que más allá de las circunstancias de tu nacimiento, no fuiste un accidente. Dios sabía y permitió que tus padres te trajeran a este mundo tal y como lo hicieron y exactamente en el momento que lo hicieron. Y tenía previsto la forma en la que serías tratado por tus padres y la forma en que se desarrollaría tu desarrollo y crecimiento. Dios también puso reglas para todo esto.

(Prov.20:24) dice: “Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, ¿cómo puede, pues, el hombre entender su camino”. Aunque no entiendas tu camino, Dios ha estado guiando tus pasos. No es por error que seas quien eres y que tus padres sean (o hayan sido) tus padres. Y lo cierto es que si supieras todo lo que Dios sabe no cambiarías nada de tu pasado o de como fuiste creado mismo. (Ro.11:33) (1Cor.1:25)

(Ro.8:28) De manera que a pesar de cualquier agravio o herida que hayas experimentado, Dios te puso intencionalmente en una posición para usar cada una de tus experiencias para un bien mayor. Todo lo usa principalmente para:

  • Atraerte hacia una relación con Él
  • Para desarrollar tu carácter
  • Para hacerte más semejante a Jesús
  • Mostrarte que puedes superar cualquier obstáculo en Cristo
  • Relevar Su gloria

 

Debes estar dispuesto a observar tu vida desde el enfoque providencial de Dios (Ro.8:28) (Prov.16:4), de esta forma verás tus experiencias familiares negativas como senderos a evitar, fortalezas que conquistar y oportunidades para que Dios revele su poder en tu vida. El enfoque de la victoria.

Al buscar y hallar a Dios en medio de todas las circunstancias adversas que atraviesas estarás convirtiéndote en el agente de cambio de tu árbol genealógico, en un “Rompedor de cadenas” y estarás determinando nuevas reglas de juego para las siguientes generaciones.

 

  • Hay tres clases de cadenas presentes en nuestras vidas:
    • Las que vienen de nuestra naturaleza pecadora, la heredamos de nuestros padres
    • Las que vienen de elecciones, de los pecados que cometemos y sus consecuencias
    • Las que vienen de la crianza, son malos ejemplos, mentiras y tradiciones humanas que seguimos

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Primero que nada debemos estar conscientes que Dios es el más grande y supremo “Rompedor de cadenas”, (Lc.4:18) Jesús emprendió su ministerio terrenal declarando que venía a “proclamar libertad a los cautivos” y para “poner el libertad a los oprimidos”. Es por eso que entregar nuestra vida a Jesucristo y vivir la victoria que Él ya ganó mediante Su muerte en la cruz y resurrección son los cimientos para ser liberados de toda cadena, es el poder de Dios el que hace toda la obra. Damos gracias a Dios de que no dependemos de nuestras fuerzas, habilidades ni buenas intenciones, de hecho, nunca podríamos por medios propios.

 

  • Cómo romper las cadenas de nuestra naturaleza y de las elecciones pecaminosas.

Todos nacimos con una inclinación hacia el pecado y en (Jn.8:34) vemos que Jesús nos revela que cuando pecamos nos convertimos en esclavos del pecado. También sabemos lo difícil  que es para todos nosotros escapar de nuestros propios pecados, adicciones y malos hábitos y sobre todo de los que hemos aprendido de nuestros padres como ya lo hemos estudiado en sesiones anteriores.

La buena noticia es que hay una esperanza, es decir hay un Camino que verdaderamente nos libera del poder del pecado (Jn.8:36) Por medio de la fe en Jesucristo somos invitados a experimentar la grandeza del poder de Dios que resucito a Su Hijo de entre los muertos, aplicándolo para limpiarnos y librarnos de nuestros hábitos más rebeldes y arraigados.

Es necesario el arrepentimiento que es por gracia de Dios. Y este implica un giro radical y un cambio de mentalidad, de corazón y finalmente de estilo de vida. Es algo así como tomar la mano de Dios, aferrarte a Él, salir de la inmundicia, apartarte del pecado y saber que jamás regresarás a tu vida pasada.

En este proceso de caminar hacia Dios, es importante que lo vayamos conociendo más y más, al hacerlo más lo amaremos, le temeremos y respetaremos. Vivir en verdadero arrepentimiento a la larga implicará un cambio permanente y continuo.

Hay un error que como varones a veces cometemos y es que al arrepentirnos sólo deseamos ser libres de la culpa en vez de desear una genuina comunión y rendición a Dios. Cuando sucede esto sólo se da una “separación temporal” del pecado y nunca se logra el “divorcio” definitivo. (Ro.6:11)

En un arrepentimiento genuino las caídas seguirán presentes pero se volverán algo anormal y esporádico, para que esto sea una realidad en nosotros debemos aprender a depender del poder del Espíritu Santo para caminar en victoria cada día. (Jun.4:14) De nuestra comunión íntima con Dios recibiremos esa llenura que sólo Dios ofrece y estaremos tan plenos que de nosotros mismos brotará también vida eterna para ofrecer a otros. La satisfacción de servir a Dios elimina toda ansiedad y deja atrás el poder culposo del pecado.

 

  • Cómo romper las cadenas de la crianza, es el tercer tipo de cadenas y se divide en tres clases.

1. Ejemplos nocivos de nuestros padres

Tal vez seas la excepción pero si eres como la mayoría de los hombres de este país tendrás recuerdos de ejemplos pecaminosos y cuestiones dolorosas que tu padre hizo, dijo o dejo de hacer con el paso de los años desde su rol de esposo y padre de familia.

Si esto lo hubiera hecho o dicho otra persona no tendría tanta relevancia pero la tiene porque fue quién debía representar a Dios en tu hogar quién lo hizo. Aquí no vamos a entrar en detalles ya que los ejemplos en que un padre de familia puede fallar y falla son muchísimos y muy diversos. Lo que vamos a resaltar es las dos opciones que tienes frente a ésta realidad.

¿Dejarás que la amargura o el enojo sean un obstáculo que te ate a los errores de tus padres o los perdonarás para empezar a caminar en libertad en el futuro? En este punto debes recordar que el perdón no se merece, o se gana, simplemente el perdón es algo que se ofrece. (Ef.4:32) Conviértete en la clase de padre de familia que hubieras deseado tener.

Debes pararte de la silla del juez y dejar a Dios que haga su trabajo, es mejor que disfrutes de los beneficios gratuitos de agradar a Dios y dejar que Él sea quién juzgue justamente. El perdón es para hombres valientes que confían en Dios.

¡Libérate de la amargura y sigue adelante con tu vida en una verdadera conexión con Dios!

                                                                                              

 2. Mentiras y creencias falsas de tu padre

(Jn.8:31-21) Jesús dijo que si nos mantenemos en su Palabra conoceremos la verdad y ésta nos hará libres. Esto implica que si creemos o nos aferramos a alguna mentira que contradiga a las Escrituras estaremos atados o esclavizados sin posibilidad de ser libres.

Para cada verdad de Dios, plasmada en la Biblia el enemigo tiene una mentira que busca esclavizarnos y confundirnos para que no experimentemos la libertad que sólo Cristo ofrece (Jn.8:36) para que podamos cumplir con nuestro propósito de vida según el plan perfecto de Dios. (Ro.12:2)

Para que la verdad nos libere realmente es importante no solamente escucharla y entenderla a nivel mental. Es indispensable que nos aferremos a ella, la creamos desde lo más profundo de nuestro corazón, rechazando todo lo que busque contradecirla, todo lo que trate de refutarla y todas las opiniones que traten de apartarte de creerla.

Esto solamente se logra si Dios es nuestro Padre, es decir, si el Espíritu Santo mora en nosotros, ya que este éste quién nos guía a toda verdad de Dios. (Jn.16:13)

Aquí debemos acudir en oración al Padre Celestial para que nos revele las mentiras que hemos creído de nuestros padres y que nos dé su favor para reemplazarlas con Su Verdad. Resaltamos la importancia de leer la Biblia tan frecuentemente como puedas.

¡Rompe las cadenas que te atan a ti y libera a tus hijos con la verdad de Cristo!

 

 3. Tradiciones mundanas de tus antepasados

Hay muchas tradiciones que nos ayudan a estrechar lazos familiares con el pasado y el presente. Sin embargo, no todas son buenas, ya que algunas no están alineadas a los principios de Dios y si no tenemos cuidado nos pueden alejar de la voluntad del Padre Celestial.  La Escritura nos lo advierte en (Col.2:8)

El hecho de tus familiares tengan tradiciones y las repitan no quiere decir que Dios lo apruebe ni mucho menos que desea que las adoptes. Jesús reprendió a quienes rompían los mandamientos de Dios al seguir tradiciones de hombres (Mt.15:3)

En nuestra cultura abundan las costumbres y tradiciones que se oponen a los diseños de Dios, algunos ejemplos son: creer que la adolescencia es un tiempo para desperdiciarse, que la inmoralidad sexual es permitida o que está de moda, esposos más leales a sus padres antes que a su familia, festejos familiares donde abundan las bebidas alcohólicas y algunas veces otros vicios, familias acostumbradas a pelear por todo, busca del éxito material, rechazo a Dios por debilidades de antepasados, etc…

Un hombre resuelto y comprometido con el Señor debe detenerse y comprobar según las Escrituras si tal o cual tradición se apegan a la voluntad de Dios o si afectan a su familia. No se preocupa por la opinión de quiénes ignoran La Palabra de Dios.

En otras palabras, el hombre resuelto a honrar a Dios empezará nuevas tradiciones familiares que reemplacen a las anteriores.

 

Cómo romper cadenas mediante la oración estratégica

 La oración es poderosa (Stg.5:16), es una conversación humilde,sincera y respetuosa con Dios. Y quien se convierta en rompedor de cadenas deberá aprender a ser un intercesor: un hombre que muestra su verdadera dependencia de Dios al batallar fielmente en oración, tanto por él como por su familia.

Cuando un hombre intercede, como lo hicieron muchos grandes varones de la Biblia (Esd.9:5-15) (Neh.9) (Jer.14:19-22), se pone en la brecha donde el mal y los problemas se alzan contra él y ora a Dios pidiendo Su intervención y la manifestación de Su misericordia. Así como Abraham intercedió por Lot (Gn.18:16-33) y Moisés intercedió por Israel (Num.14:11-19), debes convertirte en un intercesor que ora a favor de su matrimonio, sus hijos y sus nietos.

(2Rey.22:13) Este pasaje nos cuenta que el Rey Josías se convirtió en un gran rompedor de cadenas, ya que al conocer los pecados de sus antepasados buscó a Dios en oración, intercediendo y quitando del reino que había heredado todo lo que deshonraba al Señor. Gracias a esa intercesión Dios bendijo a Josías y retuvo Su ira durante su reinado.

Como padre de familia será necesario que reconozcas los pecados del pasado, y que pidas a Dios misericordia para tu matrimonio y tus hijos mientras trabajas en alinear tus pasos según Su voluntad revelada en Las Sagradas Escrituras. Debes comenzar ya, pide a Dios que comience a liberar a tu familia del mal y a restaurarlos al Señor Jesús. Y el Padre Celestial, supremo rompedor de cadenas no te desilusionará si vas a Él con fe. (Stg.5:15)

 

Coherencia a través de la consagración

 Cuando se rompen cadenas es importante avanzar en la liberación a largo plazo. La “consagración” nos ayuda en este proceso ya que consiste en limpiar algo y dedicarlo a Dios. Implica limpiar tu vida y la de tu familia de cualquier estorbo o influencia maligna y luego ponerte junto a tu familia en manos de Dios. (Josue.24:15)

Cuando un hombre ora así “Señor dedico mi familia y todo lo que tengo a Ti. Te doy la plena autoridad sobre mi matrimonio, mis hijos y mis posesiones, y te pido que nos uses para tu honra”, comienza a establecerse el reino de Dios sobre su hogar. Además esta oración deberá acompañarse de acciones decididas para eliminar toda influencia que aparta de Dios a ti y a tu familia. (Hch.19:18-20) Los creyentes de Éfeso lo hicieron porque temieron a Dios. (2Cro.29:5-6) El caso del rey Ezequías que reparó el templo que su padre Acaz había difamado y profanado.

Con la ayuda de Dios, esto llevará a tu familia a mayores niveles de crecimiento espiritual y se establecerá un entorno donde se extienda Su obra y cambie los corazones de tu familia a largo plazo.

Hoy estás siendo desafiado a que comiences a dedicar tu familia a Dios en tu corazón y en acción. Dios bendice y usa lo que es puesto en Sus manos.

 

Para las generaciones futuras

Como hombre decidido a romper las cadenas, tú también puedes  dar la vuelta a la página del ayer y construir hoy sobre lo que sea bueno y valioso de tu pasado pero quitando lo pecaminoso que sea un estorbo. Luego, al avanzar en tu resolución como hombre piadoso (Hch.2:5) (Lc.2:25), deberás tomar frecuentes y deliberadas decisiones difíciles:

  • Cuando el pecado invada tu vida: arrepiéntete
  • Cuando la amargura eche raíces en tu corazón: perdona
  • Cuando las mentiras se mezclen en tu historia: busca la verdad
  • Cuando las tradiciones ganen terreno: vuelve a empezar
  • Cuando los problemas acechen para robar y arruinar: ora
  • Cuando los obstáculos aumenten: consagra y dedica tu familia a Dios

 

Esta es la clase de principios activos que marcan la diferencia entre firmar una resolución y ser un hombre de resolución. La intención de Dios siempre ha sido usarte para Su gloria y no hay nada más grande ni satisfactorio que vivir con ese objetivo en mente. (Mr.12:29-30)

Así que es hora de avanzar, de romper cadenas del pasado y de crecer en fe y fortaleza. Hora de recuperar el terreno perdido.De formar una coraza de bendición para las siguientes generaciones. (Jn.8:31-32) Por la gracia de Dios podemos convertirnos en hombres fieles y decididos.

Gustavo Martinez Rojas