Básicos Cristianos 6: Kit de Salvación

Youtube:https://youtu.be/sAMOLNAFV4g

  1. Perdón de pecados

    1. Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Jesús se les anuncia a ustedes el perdón de los pecados. (Hch.13:38)
    2. En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia. (Ef.1:7)
    3. De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados. (Hch.10:43)
    4. En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hch.4:12)
      1. Pasados
        De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2Co.5:17)
      2. Presentes
        Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad… Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. (1Jn.1:9, 2:1)
      3. Futuros
        Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos. ―Señor —respondió Pedro—, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte. ―Pedro, te digo que hoy mismo, antes de que cante el gallo, tres veces negarás que me conoces. (Lc.22:32-34)
      4. Inconscientes
        Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. (1Jn.1:8)
        ¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente! (Sal.19:12)
      5. No al estilo de vida que QUIERE estar en pecado
        Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. (He.10:26-27)
  2. Ser declarados Justos-Inocentes

    1. Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación [propiciación] que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados. (Ro.3:25)
    2. Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige. (Ro.2:28)
    3. El resultado del regalo del favor inmerecido de Dios es muy diferente de la consecuencia del pecado de ese primer hombre. Pues el pecado de Adán llevó a la condenación, pero el regalo de Dios nos lleva a ser declarados justos a los ojos de Dios, a pesar de que somos culpables de muchos pecados. (Ro.5:16)
    4. Por uno solo que desobedeció a Dios, muchos pasaron a ser pecadores; pero por uno solo que obedeció a Dios, muchos serán declarados justos. (Ro.5:19)
  3. No ser condenados

    1. Entonces, como se nos declaró justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios. (Ro.5:9)
    2. Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús. (Ro.8:1)
  4. Una relación restaurada con Dios

    1. Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros… Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!… Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios… Entonces, así como el pecado reinó sobre todos y los llevó a la muerte, ahora reina en cambio la gracia maravillosa de Dios, la cual nos pone en la relación correcta con él y nos da como resultado la vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor. (Ro.5:1, 10, 11, 18, 21)
      1. Ya no somos enemigos ni objetos de su ira
      2. Por eso no escucha oraciones de pecadores
  5. El Espíritu Santo —te conviertes en su templo

    1. Y ahora ustedes, los gentiles, también han oído la verdad, la Buena Noticia de que Dios los salva. Además, cuando creyeron en Cristo, Dios los identificó como suyos al darles el Espíritu Santo, el cual había prometido tiempo atrás. El Espíritu es la garantía que tenemos de parte de Dios de que nos dará la herencia que nos prometió y de que nos ha comprado para que seamos su pueblo. Dios hizo todo esto para que nosotros le diéramos gloria y alabanza. (Ef.1:13-14)
    2. ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños. (1Co.6:19)
    3. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y, si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. (Ro.8:9)
      1. Nacimiento de nuevo (tu Espíritu y el de Dios se reconectan)
        1. ―¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer? ―Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—. Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu. No te sorprendas de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo”. El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu. (Jn.3:4-8)
        2. Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (2Co.5:17)
        3. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. (1Jn.3:2)
      2. Adopción como hijos
        1. El que salga vencedor heredará todo esto, y yo seré su Dios y él será mi hijo. (Ap.21:7)
        2. Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. (Jn.1:12)
        3. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!» (Ro.8:15)
      3. Convence que eres hijo
        El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. (Ro.8:16)
      4. Dirección
        Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir. (Jn.16:13)
      5. Trae convicción
        Cuando él venga, convencerá al mundo de pecado y de la justicia de Dios y del juicio que viene. (Jn.16:8)
      6. Consolación
        Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro consolador para que los acompañe siempre. (Jn.14:16)
      7. Amor
        Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor. (Ro.5:5)
      8. Llenura/satisfacción
        De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva… pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna… El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante. (Jn.7:38, 4:14; 10:10)
      9. Revelación
        Ustedes han recibido al Espíritu Santo, y él vive dentro de cada uno de ustedes, así que no necesitan que nadie les enseñe lo que es la verdad. Pues el Espíritu les enseña todo lo que necesitan saber, y lo que él enseña es verdad, no mentira. Así que, tal como él les ha enseñado, permanezcan en comunión con Cristo. (1Jn.2:27)
      10. Poder
        Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. (Hch.1:8)
  6. Membresía al cuerpo de Cristo-Iglesia

    1. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. (1Co.12:13)
    2. También nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás. (Ro.12:5)
    3. Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. (1Co.12:20)
    4. Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo. (1Co.12:27)
  7. Libertada y victoria sobre el pecado

    1. Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: ―Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.  ―Nosotros somos descendientes de Abraham —le contestaron—, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir que seremos liberados? ―Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—. Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre. Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres. (Jn.8:31-36)
    2. Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado. Pues, cuando morimos con Cristo, fuimos liberados del poder del pecado… El pecado ya no es más su amo, porque ustedes ya no viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la gracia de Dios… pero ahora quedaron libres del poder del pecado y se han hecho esclavos de Dios. Ahora hacen las cosas que llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna.(Ro.6:6-7,14, 22)
    3. Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque, si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero, si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán. (Ro.8:12-13)
  8. Acceso al trono de Dios en oración

    1. Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos. (He.4:16)
    2. Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en el Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de Jesús. Por su muerte, Jesús abrió un nuevo camino —un camino que da vida— a través de la cortina al Lugar Santísimo. Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que gobierna la casa de Dios, entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él. Pues nuestra conciencia culpable ha sido rociada con la sangre de Cristo a fin de purificarnos, y nuestro cuerpo ha sido lavado con agua pura.(He.10:19-22)
    3. En aquel día pedirán en mi nombre. Y no digo que voy a rogar por ustedes al Padre, ya que el Padre mismo los ama porque me han amado y han creído que yo he venido de parte de Dios. (Jn.16:26-27)
  9. Protección, ángeles guardianes

    1. ¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación? (He.1:14)
      Por lo tanto, los ángeles solo son sirvientes, espíritus enviados para cuidar a quienes heredarán la salvación. (NTV)
  10. Abogado-intercesor-mediador-sacerdote

    1. Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo. (1Jn.2:1)
    2. Por lo tanto, ya que en Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos. Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. (He.4:14-15)
  11. El favor y la bendición de Dios

    1. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Ro.8:31)
    2. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Ro.8:8)
    3. ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? (como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero»). Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. (Ro.8:35-37)
  12. Nos hizo reyes y sacerdotes ―embajadores

    1. Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. (Ap.1:6)
    2. Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. (Ap.5:10)
    3. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. (1Pe.2:9)
  13. Resucitar y un cuerpo nuevo

    1. Si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él en su resurrección. (Ro.6:5)
    2. Y, si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. (Ro.8:11)
    3. Les declaro, hermanos, que el cuerpo mortal no puede heredar el reino de Dios, ni lo corruptible puede heredar lo incorruptible. Fíjense bien en el misterio que les voy a revelar: No todos moriremos, pero todos seremos transformados, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque final de la trompeta. Pues sonará la trompeta y los muertos resucitarán con un cuerpo incorruptible, y nosotros seremos transformados. Porque lo corruptible tiene que revestirse de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad. Cuando lo corruptible se revista de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: «La muerte ha sido devorada por la victoria». (1Co.15:50-54)
    4. Y no solo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. (Ro.8:23)
  14. Acceso al Reino de Dios

    1. Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. (Hch.14:22)
    2. No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. (Lc.12:32)
      1. Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra. Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre. (Dn.7:17-18)
      2. El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. (Ap.11:15)
    3. Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: Vengan, ustedes, que son benditos de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. (Mt.25:34)
    4. Serán ciudadanos de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo. (Ap.3:12)
    5. El que salga vencedor heredará todo esto, y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Esta es la segunda muerte. (Ap.21:7-8)
    6. Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad. (Ap.22:14)
  15. Inmortalidad vida eterna

    1. Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. (Mt.19:29)
    2. Entonces Jesús le dijo: ―Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto? (Jn.11:25-26)
    3. Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. (Ap.20:6)
    4. El que salga vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte. (Ap.2:11)
  16. Gloria y honra eterna

    1. Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria, honor e inmortalidad. (Ro.2:7)
    2. Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. (2Co.4:17)
    3. Y, si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues, si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. (Ro.8:17-18)
  17. Autoridad sobre naciones

    1. Si sufrimos, también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará. (2Ti.2:12)
    2. Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. (Ap.5:10)
    3. Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones. (Ap.2:26)
  18. Victoria sobre el mundo

    1. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1Jn.5:5-4)
    2. Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. (Jn.16:33)
  19. Ver a Dios

    1. Ya no habrá maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus siervos lo adorarán; lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente. (Ap.22:3-4)
    2. Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios. (Mt.5:8)
  20. Restauración del mundo en el que viviremos

    1. Pues toda la creación espera con anhelo el día futuro en que Dios revelará quiénes son verdaderamente sus hijos. Contra su propia voluntad, toda la creación quedó sujeta a la maldición de Dios. Sin embargo, con gran esperanza, la creación espera el día en que será liberada de la muerte y la descomposición, y se unirá a la gloria de los hijos de Dios. Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto; y los creyentes también gemimos —aunque tenemos al Espíritu Santo en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura— porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento. Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió. (Ro.8:19-23)
    2. Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. (Is.65:17)
    3. Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. (2Pe.3:13)
  21. Residencias celestiales

    1. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. (Jn.14:2)
    2. Por eso les digo que se valgan de las riquezas mundanas para ganar amigos, a fin de que cuando estas se acaben haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas. (Lc.16:9)
  22. Autoridad sobre el enemigo

    1. Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. (Mt.10:1)
    2. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. (Mt.16:18)
    3. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas. (Mr.16:17)
  23. Otras cosas

    1. Vestiduras blancas (lino fino y resplandeciente) (Ap.3:5)
    2. Poder comer del árbol de la vida (Ap.2:7)
    3. Comer del maná escondido (Ap.2:17)
    4. Un nombre nuevo escrito en una piedrecita blanca (Ap.2:17)
    5. La estrella de la mañana (Ap.2:28)
    6. Serás persona clave en el templo de Dios (la humanidad redimida) (Ap.3:12)
    7. Se escribirá sobre ti el nombre de Dios y un nuevo nombre de Cristo (Ap.3:12)
    8. Sentarse con Cristo en su trono (Ap.3:21)
    9. Autoridad para juzgar ángeles (1Co.6:3)

Alberto Vazquez Botello